Bogotá, 30 mar (EFE).- Las autoridades colombianas exigieron este jueves a la aerolínea de bajo costo Ultra Air que adopte medidas para proteger a los usuarios, entre otras el reembolso de los tiquetes y la reubicación de pasajeros, después de que esta compañía anunciara la suspensión de sus operaciones.
El reembolso del valor de los billetes a quienes lo soliciten, la reubicación de pasajeros en otras aerolíneas y la contratación de vuelos chárter y de transporte terrestre en caso de no contar con vuelos regulares son algunas de las medidas que la Superintendencia de Transporte (SuperTransporte) obliga a Ultra Air.
La aerolínea, que opera solo vuelos nacionales, anunció el miércoles que a partir de la medianoche suspendería su operación en todo el país por «situaciones macroeconómicas adversas para la industria», entre otras razones.
«Ultra Air se ve imposibilitada para continuar operando y ofrece excusas a los empleados, clientes, proveedores y demás grupos de interés que resulten afectados por esta situación y reitera su compromiso de trabajar hasta el último momento por minimizar el impacto en las personas que confiaron en este proyecto», dijo la compañía en un comunicado.
Frente a este decisión, la SuperTransporte exigió a la aerolínea «que ejecute sin excepción alguna la totalidad de las medidas planteadas en el plan de contingencia para proteger a los usuarios».
Una de estas medidas es que diseñen «un plan especial» para los pasajeros del archipiélago de San Andrés y Providencia, así como «mantener los canales de comunicación con los usuarios para atender sus requerimientos».
La SuperTransporte, anunció, «reforzará su presencia en los aeropuertos del país para atender a los pasajeros que resulten afectados por la suspensión de operaciones».
EL CASO DE ULTRA AIR
Ultra Air lleva operando un año en Colombia, durante el cual ha transportado a más de dos millones de pasajeros, conseguido más del 8 % del mercado aéreo y creado más de 1.200 puestos de trabajo directos e indirectos.
El jueves pasado, la SuperTransporte adoptó medidas de prevención y vigilancia para que Ultra Air cumpliera sus obligaciones con los pasajeros y acreedores debido a que la compañía tenía «baja liquidez».
Un día antes JetSmart, con base en Chile y controlada por el fondo de inversión estadounidense Indigo Partners, desistió de la carta de entendimiento firmada hace dos semanas para la posible compra de Ultra Air.
Por eso, explicó la Superintendencia, Ultra Air debía implementar un plan de trabajo en donde se detallara un listado desagregado por rutas, que debía incluir la programación de los vuelos comerciales para cada día de la semana, «donde se identifique la aeronave y el personal de la tripulación para cada una de las frecuencias».
Sin embargo, la aerolínea de bajo costo aseguró esta semana que «situaciones macroeconómicas adversas para la industria como el incremento en el costo del combustible y la tasa de cambio generaron un alza sustancial de costo» para las compañías aéreas, lo que «conllevó a operar deficitariamente durante los últimos meses».
«Adicionalmente, la suspensión de operaciones de la tercera aerolínea más grande del país (Viva Air) puso en alerta a los proveedores de la industria y a los arrendadores de aeronaves, quienes empezaron a exigir pagos inmediatos e incluso prepagos de los insumos y servicios necesarios para la operación, lo cual no es usual en esta industria», añadió la empresa.
Ultra Air es la segunda aerolínea que suspende operaciones en Colombia en las últimas semanas, pues Viva Air tomó esa decisión el pasado 27 de febrero debido a graves problemas financieros que dejaron a miles de pasajeros en tierra.