Santiago de Chile, 17 abr (EFE).- El Gobierno de Chile y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el principal sindicato del país, acordaron este lunes aumentar de manera gradual el salario mínimo desde los 410.000 pesos chilenos actuales (más de 512 dólares) hasta los 500.000 pesos (cerca de 625 dólares) en julio de 2024.
«Habrá una primera alza el 1 de mayo de 2023 a 440.000 pesos y una segunda alza el 1 de septiembre a 460.000 pesos», explicó el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Se espera que el Gobierno ingrese esta semana el anteproyecto de ley en el Parlamento, donde no tiene mayoría y tiene que conseguir los apoyos de la oposición de centro-derecha y derecha para su aprobación.
De aprobarse, sería la segunda subida del salario mínimo lograda por el Gobierno del progresista Gabriel Boric, quien accedió al poder en marzo de 2022 y en campaña prometió acabar su mandato en marzo de 2026 con un salario mínimo de 500.000 pesos.
«Más de 900.000 personas reciben el salario mínimo en nuestro país. Alcanzar gradualmente los 500.000 pesos, con apoyo a las pymes, contribuirá en su calidad de vida», dijo por su parte la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, quien indicó que paralelamente impulsarán un proyecto para ayudar a las pymes a asumir los costos de la subida salarial.
Al igual que en la subida anterior, el proyecto de ley determina que se sumarán 10.000 pesos más al salario mínimo, hasta alcanzar los 470.000 pesos en enero del 2024, si la inflación acumulada en 12 meses supera el 6 %.
«Seguiremos trabajando por fortalecer el salario y también por entregar seguridad económica. Es ahí donde lo queremos hacer con responsabilidad y gradualidad para cuidar y fomentar la formalización y generar mejores empleos en nuestro país», indicó por su parte David Acuña, presidente de la CUT.
El Parlamento chileno aprobó en mayo de 2022 elevar el salario mínimo un 14,3 %, el mayor reajuste en 25 años, tras un histórico acuerdo entre el Gobierno y la CUT.
Chile tiene uno de los salarios mínimos más altos de Latinoamérica, aunque todavía está muy lejos de los principales países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Tras un rebote histórico del producto interior bruto (PIB) del 11,7 % en 2021, la economía chilena creció solo un 2,4 % el año pasado, mientras que la inflación cerró con un alza del 12,8 %, la más alta desde 1992.
El Banco Central chileno estima que el PIB local podrá caer este año hasta un -0,5 % y que la inflación cerrará en el 4,6 %, todavía por encima del rango de tolerancia del organismo.