Bogotá, 28 jul (EFE).- El presidente colombiano, Gustavo Petro, propuso este viernes que la hoja de coca sea usada para producir fertilizantes sin carbón e, incluso, abrió la puerta para que el Gobierno pueda comprar esos cultivos.
Así lo expresó el jefe de Estado en su visita a la Sierra Nevada de Santa Marta (norte) en donde presentó la estrategia «Tejido de Paz», un programa de apoyo a la construcción de paz a partir de la formación e investigación concertada con los pueblos indígenas sobre el uso ancestral de la hoja de coca, impulsado por el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) con el acompañamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
«El Gobierno se propone a nivel nacional, en las regiones de mayor producción de hoja de coca, usada de otra manera, poner fábricas para comprar esa hoja de coca y volverla abono sin carbón. Abono descarbonizado», dijo Petro.
El gobernante colombiano explicó que las comunidades indígenas podrían ayudar ese empeño, ser socias también de una gran producción en masa. Entonces, aquí aparece la palabra ciencia, tiene que fertilizar igual que el otro abono sucio, tiene que ser o del mismo precio o más barato y tiene que tener la posibilidad de producirse en la misma cantidad o en mayor cantidad que el abono sucio».
Petro aseguró que de esta forma se pueden obtener recursos para ampliar «los espacios vitales de la cultura, es decir, los espacios de la tierra».
«Entonces, le propongo al SENA ver si con el Gobierno podemos poner estos complejos industriales de cooperativas, de indígenas y vecinos, en función de usar la hoja de coca de una manera diferente, que es producir abono para la alimentación en Colombia, cero carbono, es decir, en las condiciones que se necesita en el siglo XXI», dijo.
Igualmente, Petro manifestó que «ahora se trata de ver cómo esas comunidades indígenas que hoy viven en muchas partes del territorio nacional, bajo el miedo, bajo la muerte, bajo el asesinato, bajo la masacre, precisamente porque esa hoja de coca es usada de otra manera, podría retornar a un uso que no provoque la muerte. Esa es la paz. Sustituir una economía por otra».
Petro concluyó que ahora lo que sigue ver cómo el pueblo arhuaco y los pueblos indígenas de Colombia «le enseñan al país una forma de usar la hoja de coca diferente, no la que ha construido una sociedad para matarse entre sí, sino la que ha construido una sociedad para dialogar entre sí y dialogar con la naturaleza».
Por otro lado, Petro hizo un llamado a la unión de los pueblos indígenas de esa región del país para defender el territorio y no darle paso a los violentos.