Cada vez son más los paraguayos que buscan oportunidades en el exterior, un fenómeno que se ha intensificado tras la pandemia y que responde principalmente a dos factores: el acceso a estudios superiores y la posibilidad de acceder a empleos con mejores condiciones o salarios más altos que los disponibles en el país. Esta dinámica migratoria no solo impacta en las familias que dependen de esos ingresos, sino también en la macroeconomía paraguaya, a través del flujo de remesas.
De acuerdo con el anexo estadístico del Banco Central del Paraguay (BCP), entre enero y julio de este año los envíos de dinero desde el exterior sumaron USD 528 millones, cifra que representa un crecimiento del 13% frente al mismo periodo del año anterior. Estos recursos constituyen un soporte clave para miles de hogares, al convertirse en un ingreso estable que, en muchos casos, se destina al consumo diario, la educación y la vivienda, contribuyendo a dinamizar la economía local.
El comportamiento de las remesas está íntimamente ligado a la coyuntura de los países donde residen los compatriotas. En términos económicos, estos envíos reflejan el ahorro de los migrantes y su capacidad de generar excedentes para ayudar a sus familias en Paraguay. Por eso, cuando se producen mejoras en las condiciones laborales o en el poder adquisitivo en el país de residencia, suele observarse un aumento en los montos remitidos.
Argentina, donde se encuentra una de las comunidades paraguayas más numerosas, registró un incremento llamativo: las remesas enviadas desde ese país pasaron de USD 26,1 millones en los primeros siete meses del 2024 a USD 72 millones en el mismo lapso del 2025. Este salto puede explicarse por varios factores, entre ellos la devaluación del peso argentino, que hace más conveniente el envío de dólares, así como la mejora relativa en los ingresos de quienes trabajan en ese mercado.
Aun así, España continúa siendo el principal origen de las remesas hacia Paraguay, concentrando el 60% del total, seguida de Argentina con el 15%, Estados Unidos con el 13% y Brasil con el 5%. El peso de España en este esquema responde a la estabilidad económica de ese país y a la larga tradición migratoria de paraguayos que se asentaron allí desde hace décadas.
Este flujo creciente de remesas se convierte en un indicador relevante para la economía paraguaya, ya que constituye una fuente importante de divisas y, al mismo tiempo, refleja la fuerte dependencia de miles de hogares respecto al esfuerzo de los compatriotas que viven en el extranjero.



