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23 de mayo de 2025

Banco Mundial: ¿Cómo podría afectar la caída de los precios de commodities a la economía de Paraguay?

Según su último informe “Perspectivas de los mercados de productos básicos”, el Banco Mundial, prevé una caída de precios de los commodities del 12% en 2025 y 5% adicional en 2026, hasta niveles que no se registran desde 2020. El organismo afirma que esto podría moderar los riesgos de inflación a corto plazo derivados del aumento de las barreras comerciales…

Según su último informe “Perspectivas de los mercados de productos básicos”, el Banco Mundial, prevé una caída de precios de los commodities del 12% en 2025 y 5% adicional en 2026, hasta niveles que no se registran desde 2020. El organismo afirma que esto podría moderar los riesgos de inflación a corto plazo derivados del aumento de las barreras comerciales.

Si bien este impacto ya se refleja en Paraguay, principalmente a través de una menor entrada de divisas por exportaciones de soja, cuyo desempeño volvió a debilitarse en el primer trimestre, el país cuenta con fundamentos macroeconómicos sólidos y una política monetaria estable. Esto podría ayudar a mitigar los efectos de este contexto externo adverso.

A pesar de la caída del sector agrícola, la economía paraguaya mantiene su dinamismo, impulsada por el buen desempeño de la industria, servicios, la ganadería, entre otros. La actividad económica se encuentra en torno a su nivel potencial, y desde el BCP no se anticipan presiones relevantes provenientes de los precios internacionales de alimentos y energía.

Según el último informe del Banco Mundial sobre las perspectivas de los mercados de productos básicos, el tambaleante crecimiento económico coincide con una amplia oferta de petróleo, lo que puede hacer caer los precios internacionales de los productos básicos a su nivel más bajo en lo que va de la década de 2020. 

El organismo asegura que esta disminución podría ayudar a moderar los riesgos de inflación a corto plazo derivados del aumento de las barreras comerciales, pero también podría obstaculizar las perspectivas de avance económico en dos de cada tres economías en desarrollo.

En esa misma línea, se prevé que los precios internacionales de los productos básicos registren una caída del 12% en 2025 y un 5 % adicional en 2026, hasta niveles que no se registran desde el 2020. Sin embargo, en términos nominales, los precios podrían seguir siendo más altos que antes del inicio de la pandemia. 

Por otro lado, el Banco Mundial considera que si los precios se ajustan por inflación, es probable que caigan por debajo del promedio preponderante entre 2015 y 2019 por primera vez. “Eso marcaría el fin de un período de auge impulsado por el repunte de la economía mundial tras la pandemia de COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania de 2022”, cita el documento.

DEBILITAMIENTO DE LAS PERSPECTIVAS

El documento señala por otro lado que el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento que golpea a la economía mundial agitada, se debe a que la volatilidad de los precios de los mercados de productos básicos, ha sido mayor que en cualquier década anterior y podría marcar el comienzo de una era “más turbulenta” para los mercados de productos básicos. 

En esa línea, el organismo internacional afirma que en cualquier caso, la confluencia de tensiones comerciales, conflictos, riesgos geopolíticos y frecuentes perturbaciones relacionadas con el clima, aumentan las probabilidades de que esto sea así. 

“El alza de los precios de los productos básicos es bendición para muchas economías en desarrollo, dos tercios de las cuales son exportadoras de esos productos”, dijo Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior de economía del Desarrollo del Grupo Banco Mundial. 

Por otro lado, afirmó que las economías en desarrollo deberán adoptar tres medidas para protegerse: primero, restaurar la disciplina fiscal; segundo, crear un entorno más favorable para las empresas, de modo de atraer capital privado; tercero, liberalizar el comercio siempre que haya oportunidad.

PERSPECTIVAS DEL BANCO MUNDIAL

Los precios internacionales de los productos básicos vienen registrando caída desde el 2023, permitiendo contener la inflación en todo el mundo. En este contexto, el Banco Mundial destaca que, el aumento de los precios de la energía sumó más de 2 puntos porcentuales a la inflación mundial en 2022. 

Sin embargo, en 2023 y 2024, la disminución de esos mismos precios ayudó a reducir la inflación. Por tanto, el organismo prevé que esa tendencia a la baja se intensifique este año, lo que podría mitigar algunos de los efectos del aumento de tarifas en los precios de las principales economías. 

En esa misma línea, las proyecciones consideran que los precios de la energía disminuyan un 17% este año hasta llegar al nivel más bajo de los últimos cinco años, y que caigan un 6% adicional en 2026. 

Según las estimaciones, los precios de la variedad Brent de petróleo crudo promediarán un valor de USD 64 el barril en 2025, lo que significa una disminución de USD 17 con respecto a 2024; y de USD 60 en 2026. Por otro lado, se espera que en 2025 la oferta mundial de petróleo supere a la demanda en 0,7 millones de barriles por día. 

En cuanto a los precios de los alimentos, se prevé que estos caigan un 7 % en 2025 y 1 % en 2026. En lo que respecta al precio promedio del oro, el BM estima que alcance un valor récord este año y luego se estabilice en 2026. 

“Se prevé que, en los próximos dos años, sus precios se mantendrán aproximadamente un 150% por encima del promedio de los cinco años anteriores a la pandemia de COVID-19. En cambio, se espera que el precio de los metales industriales baje en 2025-26, a medida que caiga la demanda como consecuencia de las crecientes tensiones comerciales y la escasa actividad que continúa observándose en el sector inmobiliario de China”, señala el documento. 

¿CUÁL ES EL ESCENARIO DE PARAGUAY?

La incertidumbre existente en el comer­cio mundial debido principalmente a la guerra comercial entre Esta­dos Unidos y China está impactando en varias economías, debido a la incertidumbre sobre lo que pueda ocu­rrir con los precios, especial­mente el de los commodities. En ese contexto el mayor impacto podría verse en las economías desarrolladas y emergentes. 

Si bien este impacto ya se refleja en Paraguay, principalmente a través de una menor entrada de divisas por exportaciones de soja, cuyo desempeño volvió a debilitarse en el primer trimestre, el país cuenta con fundamentos macroeconómicos sólidos y una política monetaria estable. Esto podría ayudar a mitigar los efectos de este contexto externo adverso.

A pesar de la caída del sector agrícola, la economía paraguaya mantiene su dinamismo, impulsada por el buen desempeño de la industria, servicios, la ganadería, entre otros. 

Por otro lado, la actividad económica se encuentra en torno a su nivel potencial, y desde el BCP no se anticipan presiones relevantes provenientes de los precios internacionales de alimentos y energía.

En el cuarto trimestre, la economía paraguaya registró un crecimiento del 4,2%, impulsado principalmente por la construcción, los servicios, las manufacturas y la ganadería. Además los agentes económicos proyectan un crecimiento del PIB del 4,0%, impulsado por el sector servicios y la construcción para el cierre del 2025.

La inflación por su parte, se ubicó en 4,2% en términos interanuales, explicada por productos puntuales como alimentos y servicios, mientras que las expectativas de inflación se mantienen en torno a la meta del 3,5% para el horizonte de política monetaria.

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