Por: Sergio Legal Cañisá, (2024, noviembre).
El río Paraguay es una arteria vital para la economía paraguaya, tiene una función esencial para el transporte y el comercio nacional con principal importancia para las actividades comerciales con el exterior, ya que el país es mediterráneo y depende, en gran media, del cauce hídrico para movilizar volúmenes importantes de productos derivados de la agricultura y la ganadería, además de combustibles, fertilizantes, maquinarias y vehículos.
Conjuntamente a su rol comercial, el río sostiene la biodiversidad local, el desarrollo de agricultura, ganadería y la vida económica de las comunidades ribereñas.
Es en este contexto, y tomando como referencia los datos del nivel del río en el Puerto de Asunción, donde se observó una tendencia a la baja del río (1985 – 2024) la cual fue avanzando lentamente del 2000 al 2019 (salvo años de fenómenos fuertes del niño y la niña) siendo los últimos 6 años los más intensos.
Es decir, desde el año 2019 se verificó una disminución acelerada de los valores mínimos del río (mínimas) la cual fue sostenida y está por debajo del cero hidrológico para los años 2020 al 2024, llegando a su punto más bajo, -1,36 metros, en el último año.
La situación identificada, principalmente para los últimos 6 años, se vuelve relevante e incluso preocupante puesto que no se tiene precedentes en la historia reciente, y nos interpela a preguntarnos: ¿Podría existir alguna conexión entre la pérdida de la superficie boscosa y la altura del río Paraguay?
CONEXIÓN ENTRE LA ALTURA DEL RÍO Y LA PÉRDIDA DE BOSQUES DEL PANTANAL
El río Paraguay nace en la meseta del Mato Grosso en Brasil y recibe la mayor parte de su recarga hídrica del Pantanal, una de las zonas de humedales más grandes del mundo; el Pantanal es compartido por Brasil, Paraguay y Bolivia, y está ubicada principalmente en el Mato Grosso do Sul en Brasil.
Este ecosistema funciona como una «esponja» natural, acumulando agua durante las lluvias y liberándola gradualmente, lo cual ayuda a regular el nivel hídrico del río Paraguay determinándose, de esta manera, la regularidad hídrica del cauce.
Considerándose todo lo mencionado y para responder a la interrogante planteada al inicio del artículo, se relacionará la pérdida de la superficie boscosa del Mato Grosso do Sul, en Brasil, con la altura promedio del río Paraguay, en Paraguay en el puerto de Asunción.
Se encontró en el período evaluado una correlación negativa moderada (0,52) entre la pérdida de superficie boscosa del Mato Grosso del Sur y la altura promedio del río Paraguay. Esto significa, considerando la capacidad de la superficie boscosa para regular el flujo hídrico, que a medida que aumenta la pérdida de la superficie boscosa la altura promedio del río tiende a disminuir.
Así mismo, se halló un aumento de la correlación negativa, pasando de moderada (0,52) a alta (0,72) para el período 2019 a 2023; dicho incremento, está en plena correspondencia con el aumento de la pérdida de la superficie boscosa del Mato Grosso del Sur en el período del 2020 al 2023.
La pérdida, para el período mencionado, totaliza 483.779 hectáreas lo cual equivale aproximadamente a 6 veces el tamaño de la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos.
REFLEXIONES FINALES
En base a los resultados se puede afirmar, que la crisis hídrica del río Paraguay de los últimos años, respondería a una pérdida significativa de la superficie boscosa del Pantanal, la cual ya no tendría la misma capacidad para retener y regular el flujo hídrico; está problemática estaría generando bajantes más extremas del río y en consecuencia mayores costos económicos.
La situación del río Paraguay, a lo largo del tiempo, demuestra la importancia de proteger y restaurar las áreas boscosas del Pantanal y sus zonas de recarga. La pérdida de la superficie boscosa no solo estaría alterando los ecosistemas locales, sino que estaría poniendo principalmente en riesgo la economía paraguaya.
Por ello, urgen políticas de conservación y reforestación más efectivas para el Pantanal, las cuales serán fundamentales para garantizar la estabilidad y sostenibilidad económica del Paraguay en el largo plazo.