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25 de abril de 2024

Metaverso: Conoce los riesgos de seguridad que presenta el mundo digital para los usuarios y las empresas

Denominado como un espacio virtual donde las personas pueden socializar, trabajar, comprar y jugar, el metaverso cada vez cobra más fuerza en los últimos tiempos; pero al ser una red social, existen varios peligros que rodean a este sistema.

Según los tecnólogos, en los próximos diez años la realidad extendida (o la combinación de realidad aumentada, virtual y mixta) se convertirá en un medio clave para las relaciones sociales y empresariales, por lo que es un hecho que ya estamos entrando en la nueva era del metaverso.

Una de las primeras veces que escuchamos hablar de este nuevo mundo virtual fue con el empresario Mark Zuckerberg, quien había anunciado que el nuevo nombre de la matriz de su imperio sería Meta en lugar de Facebook. Y a partir de entonces, la palabra comenzó a resonar también en los mercados financieros. 

Pero, ¿qué es, exactamente, el metaverso? 

Si bien no existe una definición universalmente aceptada de este nuevo término, según los medios especializados se podría decir que se trata de una vasta red de mundos 3D y simulaciones en tiempo real que se basa en la cooperación y la participación de los usuarios. Es decir, el metaverso es un espacio virtual donde las personas pueden socializar, trabajar, comprar y jugar. 

Además, se debe tener en cuenta que aún estamos en las primeras fases de su desarrollo, pero ya vemos cómo las principales compañías tecnológicas están realizando fuertes inversiones en este ámbito. Meta (Facebook), Microsoft, Vodafone, Qualcomm o Telefónica son algunas de ellas. 

Según un informe de Bloomberg Intelligence del pasado año, el valor del metaverso se situaba en USD 500.000 millones. Además, el estudio apuntaba que su oportunidad de mercado oscilará en torno a los USD 800.000 millones para el año 2024. 

A pesar de este enorme potencial, aún quedan muchas dudas por resolver, si entendemos el metaverso como una idea de futuro amplia, no restrictiva y no dominada por una sola compañía. 

Debemos tener en cuenta la cuestión de la barrera tecnológica, que será necesario romper tanto en el despliegue de infraestructura como en el desarrollo de dispositivos de realidad virtual y mixta. 

Asimismo, este nuevo concepto ha surgido en el 2021 y, en menos de un año, ya cobró una importante relevancia dentro del mundo cibernético, posicionándose como el futuro del ciberespacio. Aunque se trata de un gran avance, igual se debe de tener en cuenta que este puede contener ciertos riesgos que puede poner en peligro la información de las personas.

De acuerdo a la compañía Prosegur Research, no cabe ninguna duda de que con la creación y desarrollo del metaverso aparecen nuevos riesgos y desafíos, obligando a los garantes de la seguridad a anticiparse con imaginación, pues el metaverso ofrece una inmensa variedad de conductas, algunas de ellas ilegales. 

Es por ello que el Insight&trends center de la empresa realizó un estudio junto con la unidad de inteligencia y prospectiva del Grupo Prosegur denominado “Luces y Sombras del Metaverso”, en donde analizó la evolución de la seguridad para ayudar a organizaciones a estar más preparadas. 

Así también, parte del informe detalla que en el caso del metaverso, cuestiones como la hiperindividualización de los contenidos y servicios, la explotación económica de este universo, el anonimato y el traslado de las problemáticas sociales comunes al ciberespacio facilitan en gran medida el auge de conductas delictivas.

Riesgos del metaverso

De acuerdo con el informe, existen diez posibles riesgos de seguridad para los usuarios de la realidad virtual y algunos de ellos son:

1.    Espacio económico sin regular: ni el metaverso ni los espacios cripto están tan regulados como el mundo físico y el bancario, por lo que son un elemento atractivo para estafadores y ciberdelincuentes. El desconocimiento por parte de usuarios y empresas puede facilitar el éxito de estafas mediante engaños apoyados en las tecnologías. A esto deben sumarse los riesgos ya presentes en internet, como los ciberataques, especialmente el ransomware, que busca secuestrar datos almacenados solicitando un rescate económico.

2.    Suplantación de identidad: las personas podrían ser víctimas de robo de datos personales, ya sean económicos o biométricos, que pueden ser comercializados o utilizados de manera ilícita, en el propio metaverso o en el entorno físico.

3.    Extorsión: el empleo de avatares por parte de delincuentes -mediante la grabación de conversaciones o interacciones- permite extorsionar a los consumidores de contenidos amenazándoles con publicar información personal.

4.    Gamificación perversa: permite la utilización de dispositivos de realidad aumentada de manera imprudente o descuidada para la seguridad al asumir conductas de riesgo o al situar a personas sin intención criminal en situaciones comprometidas, por ejemplo, dando acceso a zonas restringidas. Esta tecnología da una mayor sensación de inmersión que facilita que esquemas de coerción y manipulación tengan un mayor impacto sobre las víctimas.

5.    Polarización social: existe un alto riesgo de polarización política y social dada la hiperindividualización de contenidos. La tecnología permitiría una visión del mundo característica y única para cada usuario, por lo que se ha señalado que se podría llegar a bloquear visual y/o auditivamente contenido que no esté acorde a los gustos o ideas de cada persona.

6.    Captación y radicalización: la ausencia de registro de las comunicaciones (chat de texto, chat de voz, aprovechamiento de espacios físicos dentro de los juegos) y la sensación de anonimato facilitan interacciones sensibles para captar a jóvenes en las filas de organizaciones criminales o terroristas. 

7.    Conductas violentas: el metaverso permite un auténtico traslado al plano virtual de las conductas intimidatorias o violentas como el abuso o el acoso, de manera similar a como ocurre en redes sociales; además, estas se acometen en un entorno de difícil investigación y judicialización.

8.    Exposición de menores: pese a que el avatar carece de presencia física como tal, el hecho de que las interacciones entre usuarios sean reales y puedan desarrollarse sin supervisión potencia la probabilidad de que circunstancias como el anonimato permite que menores con curiosidad se expongan a todos los riesgos mencionados.

9.    E-learning criminal: en el contexto en el que las comunicaciones convencionales son fácilmente rastreables por parte de las autoridades, el metaverso se configura como una escenario ideal para el aumento de las actividades de transmisión de conocimientos y planificación de operaciones para los organizaciones criminales y terroristas (replicar escenarios de atentados, simuladores de vuelo, con el desarrollo de la IA se podría simular la respuesta de fuerzas de seguridad o servicios de emergencias, entre otros). 
10.    Riesgos físicos: no podemos obviar el traslado de los riesgos económicos y físicos al entorno físico, así como nuevos riesgos para la salud y la integridad física del usuario, como los mareos, las caídas o las ciber-enfermedades, según apunta el Foro Económico Mundial (FMI) al señalar efectos a largo plazo tales como la pérdida de coordinación visual.

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