Paraguay y Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas desde el año 1861. Esto ocurre cincuenta años después de que Paraguay se declarara un país independiente de España. Como Estados Unidos apoya la consolidación de la democracia en los países, no existió esta relación antes porque nuestro país experimentó una mezcla de guerras civiles, dictaduras y golpes de Estado, no éramos estables.
El primer interés de Estados Unidos hacia el país se puede datar en 1845, cuando la administración de James K. Polk envía al país a Edward A. Hopkins para corroborar que realmente Paraguay era independiente no solo de España, sino también de la Confederación Argentina, y así buscar el reconocimiento como un país independiente.
Estas relaciones no tuvieron un comienzo amigable, con el evento conocido como Water Witch, en donde Hopkins fue recogido en Asunción, pero con algunas discordancias entre el comandante Thomas Page y el gobierno de Carlos Antonio López, esto sucedió en 1854. Estas discusiones ocurrieron porque el gobierno ha permitido a Hopkins que abandonara el país con las posesiones de los títulos y papeles relativos a negocios en el Paraguay y, por lo tanto, López negó la navegación del Water Witch en el Río Paraguay.
Y en 1855 el Water Witch quedó estancado en un banco de arena y no tuvo otra salida que navegar por aguas paraguayas, lo cual terminó siendo cañoneado desde el fuerte de Itaipiru, resultando este severamente dañado. Nunca pagamos ninguna indemnización exigida por ellos y el presidente Abraham Lincoln fue el que mandó otro representante para negociar el suceso, pero al final quedó en el país comenzando con los primeros reportes e iniciando la relación entre ambos países de una manera más diplomática.
En el presente, la relación diplomática incluye una relación a nivel gubernamental, empresarial y personal. En nuestro país, los planes que se encuentran trabajando en cooperación son la lucha contra las drogas, el combate al blanqueo de capitales, las actividades ilícitas como narcotráfico, el tráfico de personas y, por sobre todo, busca ayudarnos en la lucha contra la corrupción existente en el país desde hace tiempo.
Tenemos los mismos intereses, con relaciones comerciales bilaterales importantes. Inclusive, el gobierno de los Estados Unidos ayuda al Paraguay con programas para la reducción de la pobreza y creación de empleos que se enfocan principalmente en el apoyo a los grupos más vulnerables como las mujeres, las niñas, los pueblos indígenas y los jóvenes. El objetivo principal de los programas y todos los apoyos al gobierno es mejorar la estabilidad y la seguridad del Paraguay mediante el fortalecimiento de las instituciones y el estado de derecho.
En materia económica y de negocios, Estados Unidos es uno de los mayores inversores en el país: más de una docena de empresas multinacionales están instaladas en Paraguay y más de 75 empresas de Estados Unidos tienen representantes en nuestro país. En especial, en los últimos años, la relación comercial se fortaleció y ahora el país espera con ansias el primer cargamento de carne paraguaya en los Estados Unidos.
Debemos ser serios y estratégicos a la hora de negociar y mejorar las relaciones con el país norteamericno, trae muchas ventajas no solo para la economía, sino para la democracia en nuestro país. Tenemos aún mucho que aprender de ese país y de mejorar con sus ejemplos vividos.
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