Desde el año 2023, la inflación en Paraguay está explicada principalmente por el encarecimiento de alimentos, como la carne vacuna, huevos, frutas y verduras. En años anteriores, sin embargo, la dinámica inflacionaria estuvo más influida por el aumento del precio de los combustibles, como consecuencia de los conflictos geopolíticos internacionales.
Una novedad del informe de inflación del Banco Central del Paraguay (BCP) es la incorporación de un análisis comparativo internacional sobre la evolución del precio de los alimentos.
En concreto, entre enero de 2016 y junio de 2025, Paraguay se posicionó como la quinta economía con mayor aumento acumulado en los precios de los alimentos, con una suba del 83,7%, según datos del BCP. El país se encuentra por detrás de Colombia (106,3%), Uruguay (106,9%), Brasil (84,3%) y Argentina, que registró una cifra de 9.389,2% en este segmento.
El informe compara la inflación general y la inflación de alimentos en economías de la región, además de Estados Unidos, Alemania y la zona euro. En todos los casos, se observa que los precios de los alimentos aumentaron por encima del nivel general de inflación.
En el caso de Paraguay, el índice de precios al consumidor (IPC) general acumuló un 51,2% en el mismo periodo, lo que evidencia una presión en el componente alimentario. Otros países con diferencias marcadas entre ambas tasas fueron Bolivia (79,8% en alimentos frente a 49,5% en el IPC general) y México (83,2% frente a 57,7%).
En contraste, países como Ecuador (14,6% en alimentos y 9,7% en el total) y Estados Unidos (36,9% y 36,4%, respectivamente) mostraron incrementos más moderados. La zona euro también registró un aumento acumulado de 41,7% en alimentos, frente a un 29,1% en el nivel general.
De esta manera, el informe refleja que el encarecimiento de la canasta básica en Paraguay fue más pronunciado que en economías avanzadas y varios países de la región, lo que refuerza la preocupación por el impacto de la inflación alimentaria en los hogares, especialmente en los de menores ingresos.
Cabe recordar que el IPC de alimentos es un componente específico del índice general, y mide exclusivamente la variación de precios de productos alimenticios, dejando fuera otros rubros.
En ese sentido, el informe de julio del BCP refleja esta dinámica: el segmento de alimentos registró una variación interanual de 5,6%, mientras que si se considera únicamente la carne vacuna, el incremento fue del 22,3%. A pesar de estas presiones, la inflación general en Paraguay se ha mantenido en torno al 4% en los últimos tres años, ubicándose entre los países con menores niveles de inflación de la región.
INFLACIÓN DE JULIO
En el informe correspondiente a julio, el BCP reportó una inflación mensual de 0,4%, lo que llevó la variación interanual a 4,3% y la acumulada en el año a 3,3%. Según la banca matriz, este comportamiento responde en gran medida al aumento en el precio de la carne vacuna, que tuvo una incidencia de 1,5 puntos porcentuales en el índice del mes.
Desde el Banco Central explicaron que el precio de la carne está determinado por la demanda tanto interna como externa. En lo que va del año, el valor unitario de exportación de este producto aumentó 16,5%, impulsado por el acceso a nuevos y mejores mercados.
Además, se indicó que el resultado inflacionario de julio también estuvo influenciado por subas en otros alimentos, servicios de la canasta y combustibles. Estos incrementos fueron atenuados por la baja en los precios de bienes durables importados, efecto del comportamiento del tipo de cambio del guaraní frente al dólar durante el mes.
CARNE, CON LA PRINCIPAL INCIDENCIA EN JULIO
César Yunis, economista jefe del BCP, explicó que la carne vacuna registró una variación interanual de 22,3%. Sin embargo, en los últimos dos meses se observó una leve reducción de precios. En julio, el valor cayó 1,2%, y con ello el incremento acumulado en lo que va del año asciende a 6%.
En cuanto a las expectativas, Yunis señaló que esta desaceleración obedece a una menor demanda puntual observada en los últimos meses. Además, mencionó un nuevo factor que podría influir tanto positiva como negativamente en los precios: los aranceles aplicados por Estados Unidos a las exportaciones de carne provenientes de Brasil.
Este escenario representa una oportunidad para Paraguay, que también exporta al mercado estadounidense. Si el país logra incrementar sus envíos por encima de lo previsto, podría generarse una presión al alza en los precios. No obstante, también existe el riesgo de que el excedente de carne brasileña sea redirigido a otros destinos, como Chile y otros mercados donde Paraguay tiene presencia, generando una mayor competencia y presión a la baja.
“Ese exceso de oferta exportable de Brasil que no sea absorbido por su mercado interno también podría presionar a otros mercados donde Paraguay está presente, generando así una presión a la baja si queremos mantener nuestra competitividad en esos destinos. Eso es lo que habíamos mencionado anteriormente”, puntualizó Yunis.




