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4 de octubre de 2024

Brasil pos elección y el desafío de una relación bilateral enfocada en el beneficio económico mutuo

Ricardo Sennes, socio Director de Prospectiva, y Alberto Acosta Garbarino, presidente de la Asociación Civil Desarrollo en Democracia (Dende), mantuvieron un conversatorio en el marco de la Expo Paraguay Brasil donde analizaron los desafíos económicos que tienen ambos países por delante.

Para los especialistas, el Mercosur no cumplió con las expectativas que se tenían en su creación y fue usado como herramienta política, más que nada. La negociación del Anexo C de Itaipú, por su parte, no plantea un escenario favorable para el Paraguay teniendo en cuenta el limitado accionar político de Lula Da Silva.

Luego de que Luiz Inácio “Lula” da Silva ganara las elecciones presidenciales del vecino país, muchos analistas locales se plantean cuál será el futuro con respecto a la política internacional que tendrá el ahora presidente electo. Tal es así que la jornada inaugural de la Expo Paraguay Brasil dedicó un importante espacio a esta cuestión.

Desde la Cámara de Comercio Paraguay Brasil (CCPB), organizadora del evento, desarrollaron un conversatorio para analizar el Brasil pos elección y la relación bilateral frente al escenario económico y político, donde tuvieron a Ricardo Sennes, socio director de Prospectiva, como invitado.

Este último es formado en economía y doctor en ciencia política, además de especialista en escenarios políticos y económicos. Según Sennes, el presidente Lula tendrá un Congreso precario, frágil, por lo que la posibilidad de mover algunos de los temas que le gustaría incluir en su agenda presidencial es bastante limitada incluso con las reformas.

En este sentido, Alberto Acosta Garbarino, presidente de la Asociación Civil Desarrollo en Democracia (Dende), que acompañó a Sennes, manifestó que en el diseño institucional de Brasil, evidentemente el Congreso tiene un peso muy grande y recordó que hubo un plebiscito en 1993 en que el pueblo del Brasil tuvo que elegir entre el presidencialismo y el parlamentarismo. 

“Quedó un sistema presidencial pero contenido, donde la Constitución es casi parlamentaria”, afirmó. 

Explicó que, de esta forma, Brasil es casi un país parlamentarista, mientras que en Paraguay le damos mucha importancia al presidente. “Siempre estamos pensando en que es él quien manda más, como se dice, y realmente el Brasil tiene un Congreso muy complicado”, recalcó.

Reformas fiscales y tributarias en agenda de Lula

Acosta Garbarino también señaló que Brasil vive hace diez años un estancamiento económico, una inflación alta y un déficit fiscal importante, por lo que requiere reformas estructurales importantes. 

En esta línea, Sennes cree que la reforma tributaria en particular es una de las más adelantadas porque la propuesta ya está en la política brasilera hace un par de años. “Es la reforma de los impuestos indirectos, los impuestos que van sobre los bienes y servicios”, aseguró. 

También coincidió en que la economía brasileña está creciendo poco y la inflación es seria e importante, a lo que se suman las tasas de interés altas y el contexto económico internacional bastante complicado. 

“Es una situación política nada fácil, dentro de ese contexto hay que introducir estas reformas y no sé si se pueda en el corto plazo. Creo que va a ser postergada para la segunda parte del Gobierno”, adelantó. 

La otra reforma es la fiscal, con algunos ajustes en particular, sacando las inversiones de las reglas fiscales actuales. “Creo que esta será una prioridad antes que una reforma administrativa, que no veo que esté en la agenda, aunque sea también importante”, alegó Sennes. 

Según el especialista en economía, para analizar el gobierno de Lula hay que dividirlo en dos partes: los dos primeros años y los dos últimos.

Para Sennes, la primera parte se centrará el presidente en ordenar el Congreso a su favor, tratará de tener un presidente en el Legislativo más cercano a él. “Los dos primeros años creo que van a ser más de ajustes, va a ser más gestiones en contra de la Suprema Corte, de los periódicos, en contra de todos”, dijo.

Manifestó que serán dos años para volver a la normalidad, pero no habrá cambios significativos como los ya mencionados. “Por ejemplo, si Brasil hace un cambio en la política ambiental, inmediatamente se pueden ver afectadas las inversiones. No es poco, es mucha cosa”, alertó Sennes.

Comentó que será un proceso de recuperación política, ya que el escenario a su criterio quedó bastante debilitado por el estilo del presidente saliente, Jair Bolsonaro. “Si durante los dos primeros años Lula llega a establecer algún impulso económico, vuelve a tener una capacidad de inversión pública, ahí si podemos ver el tercer y cuarto año de gobierno de Lula un poco más enfocado en políticas más agresivas”, refirió.

Política exterior

Debido a los problemas internos que tiene Brasil, y al sistema político interno, el país vecino tiene muchas dificultades para liderar en América del Sur, según indicó el presidente de Dende. 

Explicó que, para liderar, hay que estar dispuesto a costos políticos internos. “Me imagino hoy que Estados Unidos apoyando a Ucrania tiene costos políticos internos para el gobierno americano”, ejemplificó.

En este sentido, Alberto Acosta señaló que si Lula quiere liderar la región, tiene que ayudar al más pobre y asumir el costo político interno. “Con el sistema político brasilero donde el Congreso tiene mucho peso, es muy difícil que Brasil lidere, lo más que puede hacer es hacer de árbitro”, refirió.

No obstante, Sennes sostuvo que si bien un liderazgo del Brasil es muy difícil desde el punto de vista más efectivo, un liderazgo más robusto sí es posible, “pero no sé si solo como árbitro porque Brasil tiene también un rol de coordinación, no solamente de arbitraje”, afirmó. 

“Me gustaría que la coordinación sea más económica y de infraestructura, que política, pero ahí creo que hay un espacio de Lula para avanzar”, puntualizó.

Renegociación del tratado de Itaipú

Garbarino adelantó que en el 2023 está estipulada la renegociación del Anexo C, que será revisada. “Aquí se han planteado políticamente muchas expectativas con el tema, algunas totalmente desproporcionadas. Pero esa negociación va a ser muy compleja, recordemos que el simple acuerdo Lula-Lugo, que se firmó en 2009, se aprobó en el Congreso recién en el 2011. Me imagino que esto llevará mucho tiempo de negociación y no sé cuánto más en el Congreso”, dijo.

Por su parte, Sennes comentó que “este es un tema que yo no concibo pensar en un escenario muy positivo para Paraguay, realmente por algunas razones, una de ellas es que en Brasil no tenemos al Paraguay como un socio estratégico. Dentro del Gobierno, lo mismo sobre el liderazgo de Lula”, afirmó.

Mencionó que Itaipú en el Brasil es un tema de energía, no de política exterior, es parte de la matriz energética; entonces, esta situación va a hacer que la revisión del anexo C sea muy difícil. “Básicamente Lula tiene una mirada algo distinta que Bolsonaro, pero no es que Lula tenga todo el respaldo político para hacer lo que quiera, tiene que ser muy selectivo”, alegó.

Mercosur

Finalmente, con respecto al Mercado Común del Sur (Mercosur), Garbarino dijo que se veía como el futuro, porque en su creación los grandes bloques presentaban buenas perspectivas. Pero eso fue cambiando a partir del gobierno de Lula y de los Kirchner en Argentina, y se fue dejando de lado la parte económica del Mercosur.

“Es lo que a Paraguay le interesa mucho. Tenemos una economía pequeña que puede ampliarse a través del mercado con el Mercosur, donde podríamos acceder a grandes inversiones”, analizó. Dijo que se podría haber hecho acuerdos con la Unión Europea y con Estados Unidos, pero se fue desvirtuando el Mercosur, convirtiéndose en un bloque político más que económico.

Calificó la incorporación de Venezuela como lo más “patético”, porque ese país, en ese momento, estaba lejos de ser una economía de mercado y mal podría sumarse a un acuerdo de libre mercado si eso era el Mercosur.  “Inclusive ahí hubo la suspensión del Paraguay, fue claramente un Mercosur político”, indicó.

Sennes coincidió en que la evolución del Mercosur desafortunadamente ha caminado para un comercio administrado, más que un espacio de libre comercio. “Una parte importante del comercio regional está bajo el comercio administrado. Los intereses del Paraguay están alineados con los intereses de grupos económicos importantes del Brasil. Eso da para pensar en una forma de alineamiento”, mencionó.

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