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19 de abril de 2024

Investor proyecta 4,5% de crecimiento del PIB para 2021 y que el dólar baje hasta G. 6.580 en mayo

La agricultura y las construcciones se vuelven a perfilar como los motores de la expansión económica, en un entorno que todavía estará dominado por la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia de COVID-19. Se prevé que la inflación suba a 3,2%, pero sin llegar aún al centro de la meta del BCP.

La economía paraguaya se prepara para transitar la senda de la recuperación en el 2021, con un “efecto rebote” tras el difícil 2020 que llegará a una expansión de 4,5% del producto interno bruto (PIB), según las últimas proyecciones de Investor Casa de Bolsa.

Este es uno de los pronósticos más optimistas del mercado, ya que el Banco Central del Paraguay (BCP) espera para el año que viene un crecimiento económico de 4%.

La contracción de -0,8% del PIB para el cierre del 2020, anunciada hace unas semanas por Investor, también se encuentra entre las más bajas que se hayan pronunciado alrededor de este indicador, ya que la proyección oficial es una caída de -1%.

En el despliegue de las estimaciones económicas de Investor, se relata que el Paraguay se enfrentó a distintos shocks tanto nacionales como internacionales durante el 2020, debido a la pandemia de COVID-19. El mayor impacto se sintió en los sectores de servicios, industria y ganadería, mientras que la agricultura y la construcción ayudaron a que la caída del PIB sea menor de la estimada, agrega.

Espera que tanto el agro como las construcciones sigan contribuyendo a la mejora del desempeño económico del 2021, en un entorno de aumento de precios internacionales de commodities y la necesidad de una utilización eficiente del Presupuesto General de la Nación (PGN) en obras e inversiones públicas, respectivamente.

Por el lado de la demanda, Investor observa que el impacto proviene del consumo interno y la formación bruta de capital fijo. “Sin embargo, las inversiones realizadas por el Gobierno para hacer frente al COVID-19 y las exportaciones netas contribuyen de manera positiva al impacto que se tuvo este año en el país”, agrega.

De esta manera, la caída de -0,8% del PIB al cierre del presente año estará explicada principalmente por la baja del comercio – que afectó directamente al consumo y al flujo comercial – y los shocks al sector primario.

Por su parte, las proyecciones 2021 serán actualizadas en mayo próximo, debido a la incertidumbre que aún persiste alrededor de la evolución de la emergencia sanitaria. Dentro de seis meses, serán revisadas las estimaciones de PIB, inflación y tipo de cambio, anunció Investor.

¿Qué pasará con el dólar?

Investor considera que la cotización del dólar en el mercado local continuará con su actual tendencia a la baja, hasta llegar a los G. 6.580 en mayo del 2021. La entidad destaca que en los últimos meses se pudo observar una continuación en la depreciación del tipo de cambio, debido a los shocks que recibe nuestra economía a causa del COVID-19.

Relata que el 11 de diciembre pasado se observó uno de los picos máximos en el cambio de la moneda nacional comparada con el dólar, que fue de G. 7.057. Por su parte, el tipo de cambio más barato que se registró en este periodo de tiempo fue de G. 6.444, específicamente en el 23 de diciembre de 2019. Esto significa que en menos de un año, la moneda nacional se devaluó un 10%.

Pero al analizar el comportamiento del dólar desde finales de noviembre del 2020, el tipo de cambio comenzó a bajar con respecto a la moneda nacional.

“Dada la disminución en medidas restrictivas y la reactivación del comercio internacional, el precio del dólar está disminuyendo”, explica Ivonne Aristizábal, economista de Investor.

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Canasta básica familiar

Investor prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tenga en el 2021 una variación de 3,2%. Esta cifra se encuentra dentro del rango de 2% a 6% en que el BCP deja fluctuar a la inflación, pero no alcanza al centro de 4% que la banca matriz se plantea como meta anual.

Los precios de productos y servicios en el mercado paraguayo tendrían así una dinámica más intensa que en el 2020, ya que la proyección oficial de inflación para el cierre del presente año es de 2,1%.

La inflación del mes de noviembre fue de 0,7%, superior a la del mes pasado por 0,2%. De esta manera, la variación interanual hasta el mes de noviembre fue de 2,2%, superando a la tasa de 1,7% registrada en el mes de octubre del mismo año. La tasa de inflación acumulada aumenta a 1,6% hasta noviembre, por debajo de la tasa de 2,2% correspondiente al mismo periodo del año anterior.

“El incremento del mes de noviembre está causado por las subas de precio mayormente en los bienes alimenticios, así como los bienes duraderos y bienes de salud y mantenimiento de hogar. Se destacan los incrementos en precios de la carne vacuna, a causa de una demanda creciente del exterior y una menor oferta en el mercado local”, sostiene Aristizábal.

Por el lado de los bienes de salud, destaca el crecimiento de los bienes farmacéuticos y por el de los bienes para el mantenimiento del hogar, el incremento de los precios del cemento – debido a la menor oferta local –.

Situación de los sectores económicos

Según las estimaciones del BCP, el PIB presentó una variación interanual de -1,2% en el tercer trimestre del 2020. El impacto negativo se dio por el lado de los servicios, la industria y la ganadería; sin embargo, sectores como la construcción y la agricultura ayudaron a que dicha caída no sea muy pronunciada.

Por el lado de la oferta, el mayor crecimiento se dio en el sector de la construcción, con el 15,8%, como consecuencia de las obras tanto públicas como privadas realizadas en el último trimestre y las buenas condiciones climáticas. El segundo sector es la agricultura, con una expansión de 1,2% que se dio por los mejores niveles de producción agrícola, así como otros productos del mismo rubro.

La ganadería, forestal y pesca contribuyeron de manera negativa debido al menor nivel de faenamiento bovino y de aves. De igual manera, se observaron resultados positivos en la producción de productos pecuarios como el cerdo y la leche.

Los servicios componen el 46,2% de la estructura del PIB y constituyen el sector productivo más afectado por la pandemia, a partir del segundo trimestre del 2020.

“Si bien en la fase 3 de las medidas de aislamiento adoptadas por el Gobierno se observó una reapertura de los comercios, la demanda continúa siendo baja por las decisiones de consumo a causa de la incertidumbre generada sobre la situación actual”, recalca la economista Aristizábal.

“Esto incidió negativamente en la actividad del comercio, los restaurantes y hoteles, así como en los servicios de los hogares. Sin embargo, sectores como las telecomunicaciones, la intermediación financiera y los servicios gubernamentales presentan variaciones positivas”, agrega.

¿Cómo estamos gastando?

Por el lado de la demanda, la variación negativa fue explicada principalmente por la demanda interna, en donde el consumo privado presentó una disminución del 5,4% debido a la disminución del consumo de servicios y recreación, así como los bienes durables como electrodomésticos y vehículos automotores.

Por el lado del consumo público, presentó un incremento del 5,3%.

La formación bruta de capital fijo tuvo un crecimiento del 9,8% a consecuencia del aumento de las construcciones; no obstante, se observa una desaceleración en las inversiones en el sector automotor.

Por otro lado, las exportaciones netas tuvieron una incidencia positiva en la variación del PIB.

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