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28 de marzo de 2024

Macro vs. Micro: Analizar los efectos de la pandemia en la calle y en las estadísticas, para aprender la lección

Paraguay logró ser el país con la menor caída de su PIB en el primer año de pandemia y transita el camino de la recuperación desde los distintos sectores. Sin embargo, indicadores sociales como el empleo y la educación muestran un preocupante deterioro.

Los economistas César Barreto, Carlos Fernández y Carlos Carvallo analizan estos temas en el panel “Lecciones aprendidas para el crecimiento económico post COVID-19”, en el encuentro de apertura del MD Week.

ANÁLISIS

En términos macroeconómicos, la economía paraguaya ha sido una de las menos afectadas durante la pandemia del COVID-19. Esto se puede notar en algunos indicadores como la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) o el nivel históricamente alto de las reservas internacionales del Banco Central. 

Sin embargo, esta perspectiva ceñida solamente a variables macroeconómicas no hace justicia a la sensación de muchas personas, familias y pequeñas empresas que hacen sentir su disconformidad por distintas cuestiones referentes a la microeconomía. Esta problemática fue tratada durante un panel de connotados economistas, en el marco del evento “MD Week” de MarketData. 

Carlos Fernández Valdovinos, director titular del Banco Basa, advirtió al respecto que el crecimiento del PIB que se espera sea del orden del 4% para este año no refleja la realidad de la gente, ya que el indicador de ingreso per cápita (el PIB global dividido la cantidad de habitantes del país) tuvo una contracción del -10%. Agregó que esto es un promedio, a lo que se le debe sumar que los golpes que dio la pandemia fueron muy desiguales entre sectores.

“Hay que analizar muy bien la cuestión de la micro dentro del contexto macro. Si bien es muy cierto que Paraguay no ha sido muy afectado en la pandemia, esa es una visión muy miope que se concentra en el corto plazo, es decir, solo un año. Si uno toma el 2018 y compara el 2021 con la recuperación que vamos a tener este año, tomando en cuenta los dólares per cápita, tenemos una caída del 10%”.

Carlos Fernández Valdovinos, economista.

De esta manera, puntualizó que, en promedio, los paraguayos son un 10% más pobres, pero que como la pandemia dio golpes muy desiguales, algunos sectores se han vuelto un poco más ricos pero otros han disminuidos sus ingresos en un 20%, 25% o incluso hasta un 30%. Consideró que este tipo de elementos deben ser tenidos en cuenta para cerrar el análisis “Micro vs. Macro”. 

Con eso, refirió que el análisis del impacto de la pandemia a nivel micro no debe ser cortoplacista y se debe mirar mucho más allá para tener una certeza de cuáles serán los efectos que deja esta crisis mundial en nuestro país, evidenciando ciertos aspectos que se debieron mejorar hace años.

Otra de las cuestiones que Fernández Valdovinos introdujo al debate es el impacto macroeconómico a futuro. En este contexto, apuntó que no solamente se está generando una importante proporción de empleo informal que dejará a muchas personas fuera de la seguridad social, sino que también hay un golpe en la educación de nuestros niños. 

Es un hecho conocido que muchas familias, especialmente del interior del país, no tuvieron las posibilidades de brindar la infraestructura necesaria a sus niños para poder aprovechar plenamente las clases en modalidad a distancia, por falta de recursos o falta de conexión a internet, entre otros motivos. 

Para el economista, esto se sentirá en las oportunidades de estos niños a futuro, con dificultades para el acceso al campo laboral formal. 

“Preocupa el impacto en la educación y por tanto en las oportunidades a futuro que van a tener muchos niños, que a futuro van a ser trabajadores. Yo creo que recién ahí vamos a poder ver el verdadero impacto en lo micro, dentro de lo que pasó en la macro el año pasado”, puntualizó. 

Gasto público de contención

Por su parte, en el mismo panel, el economista y miembro del directorio del Banco Familiar, Cesar Barreto coincidió en el análisis apuntando que la caída a nivel macroeconómico fue contenida por algunos movimientos contracíclicos como un fuerte movimiento de gasto público. Sin embargo, reconoció que esa llegada del dinero puesto en circulación fue desigual entre los distintos sectores.

“Nosotros tuvimos dos impactos, uno fue el de la sequía que fue muy fuerte, y después vino la pandemia. A nivel macro, parecería que la caída de la economía no fue tan sustancial, pero hubieron cosas que contrarrestaron eso, la inyección fiscal que hizo el gobierno fue grande, lo cual ayuda a compensar eso a nivel macro, pero a nivel micro la llegada fue desigual”, puntualizó. 

Expresó que, por ejemplo, hubo un fuerte componente de inversiones en obras públicas como herramienta para mitigar la caída de la economía, beneficiando a este sector de la economía que ya venía en alza. En contrapartida, varios segmentos de servicios no tuvieron ingresos por muchos meses y los informales fueron severamente afectados, cayendo incluso a niveles de pobreza.

“Hay una diferencia grande, a nivel macro los números se compensan porque hubo una caída, pero el Estado metió recursos y eso hizo que la macroeconomía se equilibrara. Pero a nivel individual hay muchísimas personas que tienen un nivel de ingreso menor que en el 2018 y nosotros vemos que todavía queda tiempo para que estos ingresos se recompongan”.

César Barreto, economista.

El economista estimó que los ingresos de los sectores más golpeados recién se podrían recomponer hacia finales del 2022 y apuntó que, de momento, esa es una realidad todavía lejana. 

Seguridad social 

El presidente de la Financiera El Comercio, Carlos Carvallo Spalding, consideró por su parte que la pandemia vino a evidenciar aspectos muy elementales sobre el tema de la seguridad social que no se han cubierto en los últimos años, a pesar del espacio a nivel monetario y fiscal que sí se consiguió con trabajo previo. 

Esta falta de estabilizadores de los ingresos de las personas y familias, como por ejemplo un seguro de desempleo constituído y financieramente sólido, obligó a realizar una serie de acciones que calificó como “improvisaciones”. Esto tuvo que ver con las acciones que se llevaron a cabo “como se puedo” para los sectores que estaban dentro del sector informal, con transferencias directas para mitigar el daño. 

«El gran desafío de aquí en adelante es cómo construímos todo eso y cómo generamos los consensos necesarios para construir políticas sociales más inclusivas. La política económica funcionó, la institucionalidad política y económica no funcionó y el impacto en muchas familias todavía está por verse”.

Carlos Carvallo Spalding, economista.

Agregó que en términos numéricos, el empleo prácticamente no fue afectado, pero sí se vio impactado en su calidad, ya que muchas personas y familias se vieron obligadas a migrar hacia la informalidad. Planteó que la pregunta es cómo se debe hacer para incluir a más personas dentro del mercado laboral formal en los próximos años. 

En la misma línea en la que opinó Carlos Fernández Valdovinos, Carvallo Spalding puntualizó que en el espectro de contención social, el sistema educativo juega un rol que es preponderante. Recalcó que este ya era deficitario desde mucho antes de la pandemia y con la crisis se evidenciaron muchos de los aspectos negativos que deben ser corregidos con urgencia. 

“Se notó una ausencia importante del Estado en la provisión de educación, y esto puede afectar de manera grave la productividad económica a futuro y el crecimiento potencial. Esto va a operar con mucha fuerza en los indicadores de equidad, porque los sectores más vulnerables fueron los afectados por la crisis educativa y esto va a ser un tema relevante en el futuro”, concluyó.

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