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18 de abril de 2024

El sector industrial y su optimismo para el 2022, a pesar de la agenda electoral y la pandemia

Agentes del sector industrial manejan expectativas positivas de inversión para el año que viene, a pesar de que las cuestiones electorales y la incertidumbre que sigue generando el COVID-19 serán temas a tener en cuenta.

Señalan a la extensión de los regímenes del Mercosur para la producción de maquila entre los grandes impulsos que recibe el sector, tras cerrar el 2021 con un crecimiento estimado en 7,2%, según perspectivas presentadas por la UIP.

ANÁLISIS

La Unión Industrial Paraguaya (UIP) presentó esta semana un balance de lo que fue el año 2020 para el segmento manufacturero, junto con las expectativas que hay para el próximo año. En el mismo, destacaron el hecho de que el crecimiento del sector, en la estimación de la banca matriz, será del 7,2% lo cual es positivo para un año muy duro, marcado por la incertidumbre y la pandemia. 

“El Índice de Inversión en Maquinarias y Equipos (IMEQ) explica el comportamiento de la inversión de bienes de capital de la industria manufacturera, así como la economía en su conjunto, debido a que permite monitorear el desempeño en bienes de capital reproductivo”, refiere el documento presentado con respecto a las inversiones.

Se apunta que el mencionado indicador,  al tercer trimestre del 2021 presentó una variación anual del 29%. Sin embargo, el IMEQ de la industria, en el tercer trimestre del año, por primera vez registró una contracción del 1% en términos interanuales.

En este contexto, Enrique Duarte, presidente del gremio industrial, afirmó que las expectativas para el 2022 son positivas a pesar de que hay ciertos elementos que preocupan y podrían representar trabas para el desarrollo de la manufactura. 

“Si bien miramos de forma optimista, lo que creemos es que mucho va a quedar por hacer, porque los efectos de la pandemia aún habrán de continuar, sobre todo considerando que existe un importante sector de la población que aún no está accediendo a la vacunación lo que va a ser un freno para el desarrollo de la economía formal. Esas son realidades que preocupan”, apuntó. 

Con respecto al entorno regional, apuntó a la política monetaria de la Argentina, que seguirá afectando al comercio formal. De este modo, hizo referencia al alto nivel de inflación por la que pasa el vecino país, y lo baratos que pueden llegar a ser los productos argentinos en consecuencia en un contexto de faltas de control efectivos en la frontera. 

Insistió en que tanto los efectos de la pandemia, como el movimiento político tendrán un efecto negativo en algunos sectores industriales en particular, y también en términos de contrabando. No obstante, dijo claramente que las proyecciones para el 2022 en lo que respecta a la producción industrial legal y formal, son positivas y existe mucho optimismo desde el gremio.

Al ser consultado sobre la política monetaria del Banco Central del Paraguay (BCP), que supone un financiamiento más caro para todos los sectores el próximo año, apuntó que esto será también un freno para las inversiones y para la economía en general. Añadió que esto es un problema en particular para un país como Paraguay, donde el fondeo para el desarrollo no tiene tasas ni plazos razonables. 

Recordó que durante el 2020 la inflación fue un problema para la producción y comercialización de productos por los mayores precios, aunque reconoció que este no es un problema del país sino de la economía global en su conjunto. No obstante, esto tiene mayores efectos para un país pequeño y con una producción industrial pequeña. 

“En el 2020, el cierre de las fronteras fortaleció a la industria que se ha ocupado de atender al mercado paraguayo. Con ese impulso ingresamos en el 2021 y este crecimiento de la actividad industrial proviene de todo ese ejercicio realizado durante el año anterior. Hoy, la industria se encuentra más preparada para enfrentar efectos nuevos de la pandemia y en materia de comercio informal”, analizó. 

También la logística será un desafío importante ya que los costos de fletes han subido, y la forma de financiamiento ha cambiado también, ya que más difícilmente se financian las importaciones. 

Elementos positivos 

Por su parte, Gerardo García, vicepresidente de la UIP, refirió que la prórroga entre los Estados partes del Mercosur, con respecto a la comercialización de productos producidos dentro del bloque y especialmente en lo que respecta al régimen de maquila hasta el 2030. De este modo, apuntó, se preservarán unos 22.000 empleos que se mantendrán. 

Además, la exoneración para la importación de materias primas es una herramienta fundamental para algunos sectores en particular, por ejemplo el de producción farmacéutica. De este modo, los precios de la fabricación local permanecen competitivos en este rubro y pueden ser comercializados sin mayores inconvenientes, incluso fuera de Paraguay, lo que compensa la mediterraneidad. 

“Lo más positivo es la obtención de la prórroga para que sigan las maquiladoras y la exoneración con respecto a las materias primas, eso fue un logro histórico que cuando nosotros asumimos, la información que teníamos desde Cancillería era que no había marcha atrás y sin embargo se consiguió, y eso es lo mejor que le pudo haber pasado a la industria”, puntualizó. 

En este contexto, refirió que el sector cárnico se encuentra en buen nivel y será uno de los que seguirá con crecimiento el año que viene. También tienen buenas perspectivas los sectores de la metalurgia, los alimentos en general, producción avícola, textiles y lácteos. Añadió que el sector del azúcar ha sido afectado fuertemente por el contrabando, y necesita recuperarse en el 2022. 

Los empresarios hicieron referencia a la situación política de Chile que recientemente ha cambiado de presidente, y opinaron que empresas industriales chilenas podrían buscar nuevos países para ubicarse con lo que Paraguay podría ser una opción válida. Esto también genera cierta expectativa para el año que viene en el segmento de las manufacturas. 

Principales ejes de trabajo 

Entre los ejes más importantes de trabajo durante el 2021, destacaron la articulación del sector privado respecto a la tarifa de Itaipú, que fue liderada por la UIP con técnicos y especialistas del sector energético. También las incursiones en la “agenda verde” pensando en un desarrollo industrial acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

El combate contra el contrabando fue uno de los principales ejes de la UIP, y según se informó en el documento, unos 50 locales que comercializaban productos de manera ilícita fueron allanados a partir de denuncias del gremio. Además, afirmaron que ya se ha implementado una campaña masiva para sensibilizar a los consumidores sobre lo negativa que esta actividad para la economía. 

Con respecto a la internacionalización de la industria paraguaya, la UIP impulsó la creación de una mesa de trabajo con las principales instituciones involucradas en la toma de decisiones que afectan al comercio exterior con el sector industrial a fin de generar insumos e información para negociadores nacionales.

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