Desde la banca matriz explicaron que los precios de la canasta básica mostraron comportamientos mixtos en el primer semestre, con aumentos en ciertos rubros, y disminuciones en otros. “Muchos países con regímenes de metas de inflación similares al nuestro registran incrementos, incluso por encima de los niveles vistos en Paraguay”, señaló César Yunis, economista jefe del BCP.
El Banco Central del Paraguay (BCP) reportó que en el mes de junio de 2025 la inflación mensual fue del 0%, igualando el resultado de mayo. Esto significa que a nivel general no se registraron importantes variaciones de precios de acuerdo con el índice de Precios al Consumidor (IPC) en relación al mes anterior.
Por su parte, la inflación interanual en junio se ubicó en 4%, superior al 3,6% registrado en el mes de mayo. Con este resultado, la inflación acumulada en lo que va del año se ubica en 3,0%, por encima del 2,8% registrado en el mismo periodo del 2024.
De esta manera, los resultados al cierre del primer semestre de este año se encuentran en el rango esperado por la banca matriz para el 2025. No obstante, siguen existiendo volatilidades en ciertos rubros y algunos factores que podrían presionar los precios.
INFLACIÓN SUBYACENTE X1
Respecto a la inflación subyacente X1, se ubicó en 5,8% interanual. Cabe recordar que este indicador excluye frutas, verduras, combustibles y bienes con precios regulados. Justamente, frutas y verduras mostraron una caída del 15,6% en términos interanuales, y los combustibles una variación negativa del 1,1%.
Por tanto, César Yunis, economista jefe del BCP señaló que al eliminar estos efectos atenuantes, el índice X1 refleja con mayor claridad las presiones inflacionarias persistentes dentro del núcleo de la canasta.
Al mismo tiempo aseguró que este nivel elevado del indicador se explica principalmente por incrementos significativos en rubros como la carne vacuna, que acumuló una suba interanual del 22%, y los lácteos, con un aumento del 5,8%.
“También se observaron alzas en servicios como educación, que tuvo un ajuste relevante a comienzos de año. A esto se suma el efecto de algunos productos importados que están influenciados por la evolución del tipo de cambio, especialmente por la apreciación observada hacia finales del año pasado y comienzos de este”, comentó Yunis.
COMPORTAMIENTOS MIXTOS
Desde la banca matriz explicaron que durante el mes de junio se observaron comportamientos mixtos en las variaciones de precios. En ese sentido destacan los incrementos en algunos bienes como combustibles, prendas de vestir y ciertos servicios, que fueron compensados por disminuciones de bienes alimenticios como frutas y verduras y carnes, así como también algunos bienes durables de origen importado.
Por un lado, se registraron incrementos en los precios de los combustibles que presentaron una variación del 3,2%. En contrapartida, se vieron reducciones en el precio de bienes alimenticios, especialmente frutas, verduras que registraron caídas del 4,8%. También se observaron moderaciones en el precio de los huevos, harinas, arroz y pescados.
Sin embargo, si se observan las variaciones interanuales, las frutas y verduras registraron una caída del 15,6%. Cabe mencionar además que el segmento de alimentos que excluye frutas y verduras fue el que más creció.
PRECIOS DE LA CARNE
Con relación a la carne vacuna, se registró una disminución del 1,3% en el IPC, que según los agentes económicos, se explica principalmente por una normalización de la demanda tras la finalización de las fiestas patrias. Sin embargo, a nivel interanual la variación se ubica en 22%.
Los cortes como la costilla de primera y de segunda fueron lo que registraron mayores reducciones mensuales, del 6,7% y 6,5% respectivamente, así como la tapa cuadril (0,2%), y vacío (3,4%).
En esa línea es importante recordar que una inflación mensual de 0% no implica que los precios no hayan cambiado, sino que los aumentos en algunos productos fueron compensados por reducciones en otros.
César Yunis, economista jefe del BCP explicó durante la presentación que el aumento de precios en los alimentos y la inflación general es una tendencia que no se limita solo a Paraguay, sino que se observa también a nivel regional e internacional.
“Muchos países con regímenes de metas de inflación similares al nuestro registran incrementos acumulados en los alimentos, incluso por encima de los niveles vistos en Paraguay”, señaló.
Al respecto consideró que este comportamiento global reafirma que los controles de precios no son “una solución sostenible para enfrentar el alza de alimentos” y ejemplificó casos como el de Argentina o Venezuela donde a pesar de aplicar controles, los ajustes acumulados fueron extremos, alcanzando niveles de 8.000% a 9.000% en los últimos años.
ENTORNO INTERNACIONAL
De acuerdo con el BCP, en junio el entorno internacional estuvo marcado por factores geopolíticos que influyeron en los precios internacionales. El petróleo Brent promedió USD 69,9 por barril, con una variación interanual del -15,7%, mientras que el WTI se ubicó en USD 67,9, con una caída de -13,8%.
Estos movimientos estuvieron ligados a tensiones en Medio Oriente, especialmente el conflicto entre Israel e Irán. Por otro lado, la soja cotizó en USD 386,6 por tonelada, con una variación interanual de -10,3%, influenciada por expectativas de mayor demanda global.
Con respecto al plano regional, las tasas de inflación mensual más bajas en mayo se registraron en Perú y China, mientras que Bolivia mostró la más alta (3,65%). En términos interanuales, Argentina lideró con un 43,8%, seguida por Bolivia (18,46%), y Paraguay se ubicó en el centro con una tasa de 3,6% en mayo y 4% en junio.
Guillermo Ortiz, director del Departamento de índices de Precios del BCP, explicó que en los últimos 10 años, la inflación acumulada en Paraguay fue del 50,6%, y la de alimentos alcanzó el 82,8%, cifras moderadas en comparación con otros países de la región.
Este patrón, aseguró, refleja una tendencia global, donde la inflación alimentaria supera ampliamente a la inflación general. Sin embargo, a pesar de estas dinámicas, Paraguay mantiene su inflación dentro del rango meta establecido por el Banco Central, tanto en el IPC total como en el IPC sin alimentos ni energía, lo que contrasta con otras economías de la región como Brasil o Colombia, que aún registran tasas superiores a sus metas.


