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7 de diciembre de 2024

Inversiones extranjeras en Sudamérica: El efecto del grado de inversión en Chile, Perú, Uruguay y Colombia

A finales de julio de este año, Paraguay recibió la calificación crediticia Baa3 con perspectiva estable y se unió al selecto grupo de países con calificación de grado de inversión en Sudamérica, sumándose así a Chile, Perú, Uruguay y Colombia.

A finales de julio de este año, Paraguay recibió la calificación crediticia Baa3 con perspectiva estable y se unió al selecto grupo de países con calificación de grado de inversión en Sudamérica, sumándose así a Chile, Perú, Uruguay y Colombia.

Obtener el «investment grade» trae importantes beneficios, como un aumento en las inversiones extranjeras. Por ejemplo, desde que Chile alcanzó esta categoría en los años 90, lleva acumulado unos USD 307.200 millones en inversiones extranjeras.

Por su parte, Perú atrajo aproximadamente USD 82.000 millones, Uruguay unos USD 31.000 millones, y Colombia suma alrededor de USD 178.000 millones desde que obtuvieron el grado de inversión, según datos de la Cepal.

A finales de julio de este año, Paraguay se unió al exclusivo grupo de países sudamericanos con calificación de grado de inversión, luego de que la agencia Moody’s asignara al país una calificación crediticia de Baa3 con perspectiva estable. Con esta inclusión, Paraguay se convierte en el quinto país de la región en alcanzar este nivel, junto a Chile, Perú, Uruguay y Colombia.

La obtención del «investment grade» no solo mejora la percepción internacional de la economía paraguaya, sino que también se espera que impulse un aumento significativo en las inversiones extranjeras en los próximos años. Además, esta calificación contribuye a mantener un crecimiento económico sólido y sostenido.

CHILE

Los resultados de los países de la región con calificación de grado de inversión refuerzan la importancia de esta categoría. Un ejemplo destacado es Chile, que desde que alcanzó esta calificación a principios de los años 90, atrajo más de USD 307.200 millones en inversión extranjera, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)

Desglosando las cifras, entre 1991 y 1995, Chile acumuló USD 1.667 millones en inversiones extranjeras. Este monto se incrementó a USD 5.667 millones entre 1996 y 2000. Posteriormente, entre 2003 y 2007, las inversiones sumaron más de USD 39.000 millones, con un promedio anual de USD 7,8 millones.

El periodo de 2008 a 2012 marcó un notable aumento, alcanzando los USD 105.000 millones, con un promedio de USD 21.000 millones por año. Entre 2013 y 2017, la cifra se moderó a USD 85.000 millones, lo que representa unos USD 17.000 millones anuales en promedio.

Finalmente, entre 2018 y 2022, las inversiones sumaron un total de USD 55.000 millones. Cabe destacar que solo en el año 2023, Chile captó más de USD 21.000 millones en inversión extranjera en un solo año.

Por otro lado, cabe mencionar que en junio de 2024, Moody’s decidió mantener la calificación de Chile en A2 con perspectiva estable, respaldada por la fortaleza institucional del país, su gobernanza y su sólida posición fiscal. Por su parte, S&P otorgó a Chile una calificación de A con perspectiva negativa, mientras que Fitch mantuvo una calificación de A- con perspectiva estable.

PERÚ

Por su parte, Perú alcanzó la calificación de grado de inversión en 2008, y desde entonces, en más de 15 años, los ingresos en este concepto superaron los USD 82.000 millones, según la Cepal. 

Desglosando las cifras, entre 2008 y 2012, Perú acumuló más de USD 43.000 millones en inversiones, con un promedio anual de USD 8.000 millones. Entre 2013 y 2017, las inversiones sumaron más de USD 35.000 millones, lo que equivale a un promedio anual de USD 7.1 millones.

Entre 2018 y 2022, la inversión extranjera alcanzó aproximadamente USD 34.000 millones, con un promedio anual de USD 6.8 millones. Finalmente, en 2023, Perú logró captar más de USD 3.900 millones en un solo año.

En lo que respecta a la calificación actual de Perú, en abril de 2024, S&P rebajó su calificación soberana de BBB a BBB-, manteniendo una perspectiva estable. Esta decisión fue motivada por la creciente incertidumbre política en el país, marcada por la tensa relación entre los poderes ejecutivo y legislativo. 

Por su parte, Moody’s mantiene a Perú con una calificación de Baa1 y Fitch con BBB, ambas con perspectivas negativas.

COLOMBIA

Colombia recuperó su calificación de grado de inversión en 2011 y, desde entonces, en más de 12 años, sumó más de USD 178.000 millones en inversión extranjera.

Desglosando las cifras, entre 2011 y 2015, Colombia sumó más de USD 73.790 millones en inversiones, con un promedio anual de USD 14.758 millones. Entre 2016 y 2020, los ingresos en inversiones extranjeras totalizaron más de USD 61.633 millones, lo que representa un promedio anual de USD 12.300 millones.

Los datos de la Cepal muestran que en los últimos tres años, de 2021 a 2023, las inversiones extranjeras en Colombia alcanzaron USD 43.800 millones, con un promedio de USD 14.000 millones anuales. 

Actualmente, Colombia tiene una calificación de Baa2 con perspectiva estable por parte de Moody’s. S&P, por su parte, le otorgó una calificación de BB+ con perspectiva negativa, mientras que Fitch calificó al país con BB+ y una perspectiva estable.

Cabe recordar que, en enero del 2024, S&P decide cambiar la perspectiva de estable a negativa, manteniendo la calificación en BB+, debido a las moderadas expectativas de crecimiento económico. 

URUGUAY

Uruguay recuperó la calificación de grado de inversión en 2012, y desde entonces, en más de 12 años, ha atraído más de USD 31.500 millones en inversión extranjera.

Desglosando las cifras, entre 2012 y 2016, Uruguay acumuló más de USD 13.619 millones en inversiones, con un promedio anual de USD 2.700 millones. Entre 2017 y 2021, las inversiones extranjeras totalizaron más de USD 9.800 millones, lo que equivale a un promedio anual de USD 1.960 millones.

En los últimos dos años, de 2022 a 2023, las inversiones extranjeras en Uruguay sumaron USD 8.000 millones, aunque el año pasado se registró una caída, según datos de la Cepal.

Por otro lado, Uruguay tiene una calificación de Baa1 con perspectiva estable por parte de Moody’s. S&P, por su parte, le otorgó una calificación de BB+ con perspectiva estable, mientras que Fitch calificó al país con BBB y una perspectiva estable.

Cabe mencionar que en diciembre de 2023, la calificadora de riesgos Moody ‘s confirmó la calificación de Uruguay en Baa2, mejorando la perspectiva de estable a positiva. Sin embargo en marzo del 2024, Moody´s decide aumentar la calificación de Baa2 a Baa1, cambiando a una perspectiva estable, esto debido a instituciones sólidas que apoyan la implementación de reformas estructurales y el cumplimiento continuo de la política fiscal y monetaria, apuntando a tasas de crecimientos sostenidas más altas que en periodos anteriores.

Así, el hecho de que Paraguay ahora tenga la calificación de grado de inversión abre una gran oportunidad para atraer más inversiones extranjeras, como se ha visto en países como Chile, Perú, Colombia y Uruguay.

Mantener esta calificación puede ser clave para impulsar nuestro crecimiento económico y fortalecer la confianza internacional. Esto no solo mejora nuestra imagen en los mercados globales, sino que también nos coloca en una posición favorable para recibir inversiones que ayudarán a un desarrollo económico más sólido en los próximos años.

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