La más reciente encuesta que mide la confianza de los consumidores paraguayos ha mostrado crecimientos en los diferentes aspectos que se tienen en cuenta para el resultado total.
En primer lugar, teniendo el apartado del país, puede observarse que los subíndices fueron particularmente superiores a los muestreos anteriores. Por ejemplo, el de situación económica del país revela que el 11,3% de los encuestados opinan que su situación está mejor que hace un año; el 45%, que sigue igual; y un 43%, que está peor.
En el segundo apartado, que mide las expectativas económicas del país, demuestra que el 66,5% de los encuestados opina que la situación mejorará; el 23,8%, que seguirá igual; y un 9,8%, que empeorará.
Con estos resultados, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del país alcanza un promedio de 56,1, que es superior al del mes anterior y muy superior al del mismo mes del año pasado, ya que era solo de 35,3 puntos. Vale mencionar que, con este nivel, se ubica en zona de optimismo por primera vez desde la irrupción de la pandemia.
Este indicador de septiembre se ubica en el máximo en casi cinco años, de acuerdo con los registros del Banco Central del Paraguay (BCP). En el siguiente gráfico puede observarse que el último resultado superior a este se dio en enero del 2019.
De la misma manera, se observa a los demás indicadores que miden la confianza de los consumidores. El ICC global de 60,6 es superior al de septiembre del año pasado, cuando se ubicaba en 48,2 y estaba en zona de pesimismo (menor a 50).
Otro subíndice de este indicador también mostró mejoras. El Índice de Expectativas Económicas (IEE) se posiciona en septiembre en 79,1, superior al 64,8 de septiembre del año pasado.
El Índice de Situación Económica (ISE), a pesar de su mejoría, sigue en zona de pesimismo, con un indicador de 42,1.
Al respecto, Bernardo Rojas, director de Estadísticas Macroeconómicas del BCP, explicó que los resultados que se observan al mes de septiembre estarían relacionados con la dinámica que muestra la actividad económica, que sigue creciendo de manera consecutiva todos los meses.
Vale mencionar que los datos del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMEAP) reportó un crecimiento del 4% al cierre del agosto, impulsado por los desempeños del agro y las binacionales, fundamentalmente.
Además de eso, Rojas también mencionó que los aspectos relacionados con la inflación y el reporte de las tasas de interés de referencia generan un marco más favorable en las decisiones de política monetaria.
“El ISE viene mostrando una mejora por diez meses consecutivos y en parte está en línea con lo que estamos observando con el PIB también en el país. El año pasado tuvimos un crecimiento muy bajo, casi nulo, y este año al menos las proyecciones nos dicen que estamos esperando un crecimiento del PIB (producto interno bruto) en torno al 4,5%. Y eso se refleja, o entendemos que se refleja, también en el sentir de las personas que responden esta encuesta que describe la coyuntura económica del país actualmente”.
Bernardo Rojas, director de Estadísticas Macroeconómicas del BCP
Por otro lado, relató que existen otros factores adicionales al crecimiento de la actividad económica: un tipo de cambio estable, una desaceleración de la inflación y una disminución de la tasa de interés que se viene observando ya en los últimos meses, después del ajuste a la baja de la tasa de política monetaria.
Predisposición para el ahorro
En la encuesta también se observó una mayor presión para el ahorro por parte de los consumidores: el 22,8% de los encuestados considera que posee mayores oportunidades para ahorrar, superior a la muestra del mes pasado.
Sobre esto, precisó que en términos generales se mantiene casi igual. Sin embargo, si uno compara respecto a años más críticos como el 2020, se observa que este promedio del año es muy superior y es similar también, o levemente mejor, respecto a lo que se había observado durante el año 2021, dinámica que también responde al desempeño coyuntural de la actividad económica y otros factores como la inflación.
Impacto del dólar
Rojas explicó que por más que haya un fortalecimiento del tipo de cambio en las últimas semanas, no considera que esto vaya a afectar en la confianza de los consumidores. Sin embargo, de continuar con la misma dinámica, estimó que podría tener implicancias en cuanto a la compra de bienes durables, ya que por lo general es ahí donde podrían afectar los cambios o fluctuaciones del tipo de cambio.
“Creemos que este comportamiento, el tipo de cambio, debería ser algo coyuntural. No hay al menos fundamento que digan que el tipo de cambio tiene que tener este comportamiento tan volátil que se está viendo en los últimos días. Eventualmente, si esto persiste, cosa que no creemos, quizás pueda afectar sobre todo a las personas y su predisposición para comprar bienes durables, porque son estos bienes los que más se reflejan”, estimó Bernardo Rojas.