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28 de marzo de 2024

Pérdida del poder adquisitivo: El consumidor paraguayo debe elegir entre productos y gastar menos en sus compras

Cada vez que se usa la tarjeta de crédito para realizar una compra, el gasto promedio se encuentra en G. 260.000 y al utilizar la tarjeta de débito, el monto está en G. 137.000. Estos números cayeron 1% y 6%, respectivamente, frente al año pasado.

Los productos también pasaron a ser competidores, es decir, los ingresos actuales no alcanzan para adquirir la misma cantidad de productos que hace unos años, por lo que se debe seleccionar qué llevar a la canasta y qué dejar en el mostrador.

Estos factores evidencian el menor consumo y la pérdida del poder adquisitivo que está sufriendo el consumidor debido a la alta inflación y los altos costos del dinero, según expertos que participaron de la 15ta. edición del Pay Meeting.

Por Mabel Gómez y Mary López

En los últimos años, la cantidad de tarjetas de crédito y débito ha aumentado de manera considerable en Paraguay y, por tanto, también las transacciones que se realizan utilizando estos medios de pago. 

Sin embargo, este mercado también se ve afectado por la situación económica por la que atraviesa nuestro país, ya que impacta de manera importante en los consumidores paraguayos. 

La alta inflación y las medidas impulsadas por el Banco Central para tratar de frenarla afectan al poder adquisitivo de la población, quienes incluso ya deben elegir entre los productos de la canasta y gastar menos en sus compras. 

De acuerdo con el informe de la Cámara Paraguaya de Medios de Pago, el promedio de dinero que se utiliza para realizar compras con tarjetas de crédito ronda los G. 260.000 en el primer semestre del 2022, lo que significa una caída de 1% en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando era de G. 264.000.

Por su parte, el monto utilizado para la adquisición de algún producto con las tarjetas de débito fue de G. 137.000 en la primera mitad del presente año, mientras que en el 2021 era de G. 145.000, lo que representa una contracción del 6%.

En cuanto a los retiros de dinero en los cajeros automáticos, las tarjetas de débito y crédito bajaron en 5% y 2%, respectivamente. En el primer caso, en estos seis primeros meses tuvieron un promedio de extracción de G. 754.000, mientras que en el 2021 era de G.791.000; mientras que con las de crédito, hasta junio, el promedio de extracción de efectivo fue de G. 637.000, frente al mismo periodo del año pasado, que fue G. 652.000.

Según expertos que participaron de la décimo quinta edición del seminario Pay Meeting, una de las principales consecuencias económicas de la crisis actual es el cambio en los hábitos de consumo que se profundizará hasta que los consumidores prioricen los productos en función del precio y de descuentos aplicados. 

Ante estos datos, el economista y exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, dijo que a la economía paraguaya lo que le está ocurriendo es que el consumidor está perdiendo su capacidad adquisitiva.

“Hoy tenemos una situación interesante, ya que muchos productos se volvieron competidores”.

Manuel Ferreira, economista y ex ministro de Hacienda.

Sostuvo que la capacidad adquisitiva podría recuperarse una vez que mejore la situación agrícola, pero advirtió que no alcanzará a todos los sectores económicos. 

Estimó que, en el caso de los servicios, podría tomar hasta tres años recuperarse, pues este sector debió recurrir a préstamos para financiarse y ahora debe empezar a pagar deuda que antes no tenía. Además, el sector que fue de los más afectados por las restricciones impuestas por la pandemia se enfrenta ahora a una suba acelerada de la tasa de interés que, según dijo, podría retrasar incluso su proceso de recuperación.  

“Creo que el BCP (Banco Central del Paraguay) no se da cuenta ya que tiene una visión muy rígida de qué tiene que ser la política monetaria en este momento”, aseveró.

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El seminario Pay Meeting volvió a su formato presencial tras dos años de ausencia debido a la pandemia. Foto: Gentileza Pay Meeting.

Por otra parte, Ferreira recordó que la pandemia propició el uso de los medios de pagos en Paraguay. Antes de esa época se tenía alrededor de 50.000 operaciones mensuales y, en la actualidad, el número está cerca de las 300.000 transacciones.

Consideró que las compras electrónicas podrían representar en 2% del producto interno bruto (PIB) comercial, “que es un valor significativo”, pero se debe recalcar que existe un espacio y una necesidad de seguir creciendo. 

“En la actualidad, gran parte de las transferencias que se realizan son en volúmenes relativamente pequeños de dinero y hay una cantidad que se realizan con sumas elevadas, es decir, que alrededor del 70% de las transacciones son cifras menores a G. 5 millones, mientras que el 30% restante pertenece a sumas por encima de dicho monto”, mencionó.

Comportamiento de las tarjetas en el primer semestre

El informe de la citada Cámara también señala que, al cierre del primer semestre de este año, las compras con tarjetas de débito fueron las que tuvieron un mayor protagonismo, teniendo una participación del 58% en los supermercados y afines; mientras que en boutiques y tiendas fue de un 64% y en las estaciones de servicios, de 65%.

Cabe señalar que, en la actualidad, en el mercado paraguayo existen más de 3,9 millones de plásticos, de los cuales 1,28 millones son tarjetas de crédito y 2,70 millones son de débito. 

La Cámara Paraguaya de Medios de Pago indica que los consumidores prefieren utilizar las tarjetas de crédito para realizar compras y las de débito, para retiro de efectivo y en menor medida, también para compras.

Menor uso de billeteras respecto a la cuarentena

Cabe resaltar que el salto en la utilización de las billeteras electrónicas como medios de pago se dio durante la pandemia del COVID-19, impulsado tanto por los subsidios por parte del Estado como por las compras de manera online, debido a la cuarentena. Estos factores hicieron que de 1,7 millones de cuentas activas en el país en marzo del 2020, pasara en tan solo tres meses a 2,8 millones.

Posteriormente, esta cifra fue disminuyendo nuevamente y en el primer semestre del 2022 se registraron cerca de 2,4 millones de cuentas activas, lo que representó un crecimiento del 7% con respecto al mismo periodo del año pasado, que fue de unos 2,2 millones.

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