La sequía, la bajante de los ríos, movilizaciones, el conflicto internacional entre Rusia y Ucrania, y el aumento acelerado de la inflación fueron algunos de los factores que impactaron en todos los sectores económicos de nuestro país, en el primer semestre de este año.
En primer lugar, el sector agrícola se vio seriamente afectado por la sequía, al punto que la campaña de soja 2021-2022 arrojó la producción más baja en 25 años, llegando a alrededor de 3,4 millones de toneladas. Esto, a su vez, hizo que dejaran de ingresar unos USD 2.800 millones de divisas al país.
Así también, la bajante de los ríos que se dio el año pasado y continuó en los primeros meses del 2022 encareció el precio de los fletes y produjo retrasos tanto en envíos como en importaciones. Además, hubo movilizaciones de camioneros que perjudicaron la producción y distribución de las industrias y empresas.
Por otro lado, a raíz del conflicto bélico, fue suspendida la exportación de carne a Rusia, un fuerte golpe al sector cárnico paraguayo ya que este país en guerra era uno de los mercados más importantes.
Y el conflicto internacional no solo impactó en el sector cárnico, sino en todos los rubros, ya que ha hecho que el precio del petróleo se dispare en el mundo y también alcanzó a otros commodities.
De hecho, la inflación interanual a mayo de este año fue del 11,4%, muy por encima de lo experimentado el año pasado, mientras que el acumulado llegó a 5,4%, superior al 4% de meta que persigue el Banco Central del Paraguay (BCP).
Este acelerado aumento de precios es explicado por la suba de los combustibles y, en parte, de los alimentos, según el BCP. En el primer semestre del año ya se dieron cuatro aumentos en el carburante y en algunos tipos ya se llega a casi G. 10.000 el litro.
En este escenario, la banca matriz continuó con su política restrictiva durante el semestre, subiendo la tasa de interés hasta un nivel de 7,75% en junio, a fin de frenar la acelerada inflación. Esto, a su vez, hizo que se encarezcan los créditos y haya menor liquidez en el sistema financiero.
Por otra parte, se estima que los altos precios continuarán, ya que en julio se dará el incremento del salario mínimo y probablemente se convertirá en otra presión inflacionaria para todos los segmentos de la economía.
Los factores mencionados anteriormente repercutieron en los números macro, pues según datos del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAEP), hasta el cuarto mes del año, la actividad económica cayó un 3,6% y solamente en el mes de abril registró una variación interanual de -6,2%.
De acuerdo al informe, se verificaron desempeños negativos en la agricultura, la construcción, una parte de las actividades manufactureras y los servicios.
Además, cabe recordar que como consecuencia del entorno externo complicado, más la coyuntura a nivel local, la banca matriz recortó a solo 0,2% la expectativa de crecimiento económico para este año, desde la proyección anterior de 3,7%.
Según el Banco Central, el sector primario es el que tendrá una importante caída, con una disminución del -14,3%; mientras que el sector secundario tendría una expansión del 1% y el terciario será el que más va a crecer en este 2022, en 2,2%.
El sector ganadero y la incertidumbre en la exportación
Sin duda alguna, uno de los rubros que registró de los mayores impactos al cierre de los primeros seis meses del año fue el ganadero, que inició el 2022 con la baja en cuanto al peso de los animales debido a la sequía que azotó a finales del 2021 en la región y afectó de sobremanera al ganado.
Pese a esto, la carne paraguaya contaba con un auspicioso panorama para su crecimiento en el mercado internacional, se proyectaba un incremento en cuanto al volumen de las exportaciones de la proteína roja, buscando así superar las cifras de los años anteriores y concebir al 2022 como el año de la recuperación económica, tras la llegada de la pandemia.
Si bien los primeros meses del año se registró un incremento alentador en los envíos al mercado internacional, todo se vio opacado por el estallido de la disputa entre Rusia y Ucrania a finales del mes de febrero. La Unión Europea (UE), Canadá y el Reino Unido acordaron la suspensión del acceso del país ruso al sistema Swift (método por el cual se realizan las transacciones internacionales) en represalia por la guerra.
Este hecho hizo que Paraguay deje de exportar carne a Rusia, cuyo mercado es el segundo destino principal de la carne vacuna paraguaya, luego de Chile.
Con este hecho, el panorama auspicioso que se tenía para el país se vio nublado, entrando a una nueva era de incertidumbre y buscando un mercado alternativo para poder destinar toda esta carne.
Acerca de lo que dejó el primer semestre del año, el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, comentó que esta situación difícil no solo se vio en el país, sino más bien se trata de un contexto mundial.
“Realmente estamos en una situación difícil en el contexto mundial en muchos aspectos. Estamos saliendo de una pandemia que afectó a todo el mundo, con su efecto, el efecto inflacionario a nivel mundial que también nos afecta a toda la gente”, indicó.
Igualmente, manifestó que no todo se dio a causa de la disputa en el continente europeo, sino que también incidió en gran medida el clima, que afectó de sobremanera al sector primario, uno de los pilares fundamentales de la economía nacional.
En cuanto al segundo semestre, el titular de la ARP destacó que se encuentran optimistas, debido al clima auspicioso que esperan para el cierre del año, lo que ayudará a la estabilización de los sectores productivos del país.
«Tenemos esperanza de que todas las dificultades van a ser superadas, pasamos por peores cosas y esto es una muestra de que seguimos adelante. Las contingencias hay y van a seguir habiendo, pero hay gente que está dispuesta a pelear”.
Pedro Galli, presidente de la ARP
Llamado a la estabilidad y a consumir lo nacional
El titular de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, por su parte, haciendo un recuento de los primeros seis meses, dijo que el sector industrial tuvo un “comportamiento medio”, ya que existieron sectores que crecieron y otros cuya producción cayó. Además, reconoció que el consumo se ralentizó.
“Fue un primer semestre que iniciamos el año con mucha expectativa y esta situación exógena, como el caso de la guerra Rusia – Ucrania, con toda su consecuencia, y los problemas de logística nos tiraron un poco para abajo”, sostuvo.
Enfatizó en que se espera que el conflicto internacional termine, de manera a que, de a poco, se pueda retornar a la normalidad, ya que esta situación ha generado mucha especulación de precios sobre todo de los commodities.
Duarte sostuvo que, a raíz de esto, están cautelosos en lo que respecta al segundo semestre del año, pero que esperan que se tenga una buena cosecha del trigo y del maíz, y que se continúe intensificando la lucha contra el contrabando.
“Dentro de todo lo malo, tenemos que buscar generar aquellas situaciones que den estabilidad, que ayuden al empleo, la empleabilidad de los seres humanos y, sobre todo, a la formalización, tenemos que ser formales. La pandemia ya nos dejó una lección demasiado importante”.
Enrique Duarte, presidente de la UIP
El presidente de UIP insistió en que se debe trabajar la agenda positiva del país, buscar cambiar el humor de la gente y llevar adelante acciones para que se consuma los productos nacionales.
La necesidad de alguna señal por parte del Gobierno
César Armele, directivo de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay (CNCSP), afirmó que a partir de febrero de este año se empezó a sentir una retracción, la economía se fue ralentizando y se registró un menor consumo e inversión.
“Es preocupante porque se no ve realmente que esto vaya a reaccionar de una manera diferente, no hay herramienta o no hay signos de que esto vuelva a tomar el curso que teníamos a final del año pasado”.
César Armele, directivo de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay
No obstante, Armele dijo que apostarán por frenar la caída de la economía y que tiene esperanzas de que la parte agrícola se recupere, ya que si ese sector está bien, se cuenta con mayores movimientos.
“En el ámbito de las ciudades que tienen frontera con Brasil, por la diferencia cambiaria, vemos que hay una reactivación, hay un movimiento mayor. Con Argentina es a la inversa, se compra de las ciudades argentinas, eso vende Argentina, no el mercado paraguayo, y cada vez más porque los productos son más económicos allá”, dijo en otro momento.
El directivo de la CNCSP sostuvo también que se encuentran preocupados por todos los choques externos y la situación que se genera en la economía local, como la suba de los combustibles que influye para el aumento de la inflación.
Añadió que otro factor que podría poner en riesgo al dinamismo económico es que el BCP continúe subiendo la tasa de interés. “Esa circunstancia hace que haya menos dinero para inversión y, sobre todo, dinero más caro; ahí es donde tenemos algunas discrepancias con el accionar del BCP, sobre todo de lo que sería el manejo de la economía en el sentido en que pensamos que no es suficiente echar mano del aspecto monetario para controlar la inflación”, dijo.
Además, a criterio de Armele, también se necesitan algunas señales en la administración de la economía por parte del Poder Ejecutivo y llevar adelante acciones como promover la actividad de aquellos sectores que tienen mano de obra intensiva.
Estancamiento del consumo
El titular de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), Alberto Sborovsky, aseguró que Paraguay está con un proceso de estancamiento del consumo desde hace dos años y que, según un informe que elaboraron, existe una caída del 1% del sector en relación con el 2021. “Eso nos indicó que seguimos estancados”, recalcó.
Dijo que el consumo no repunta como debería, pero creen que si se llevan adelante campañas como “Paraguayo Como Vos”, que busca incentivar el consumo de productos de la industria nacional, podría haber una recuperación o un mayor movimiento económico.
“Nosotros creemos que es absolutamente clave el apoyo al consumo de los productos de industria nacional, que es igual o es mejor que un producto importado, y al comprar estamos ayudando a salir de este estancamiento en el que estamos viviendo”.
Alberto Sborovsky, presidente de Capasu
No obstante, Sborovsky afirmó que esperan que el segundo semestre venga “de una manera más suave” y que el consumo pueda de alguna forma comenzar a repuntar.
Junio y julio van a ser todavía difíciles
A criterio de Rubén Ramírez Lezcano, economista y presidente de Interfisa Banco, los meses de junio y julio van a ser meses difíciles todavía, sobre todo en materia de demanda, ya que la gente seguirá consumiendo menos y el Estado seguirá gastando menos.
Respecto al segundo semestre, dijo que la expectativa es que sea mejor que el primero, considerando que existen indicadores desde el punto de vista climático-ambiental.
“Los cobros por royalties de energía también disminuyeron; consecuentemente, existe un nivel de impacto que todavía vamos a sentir en este y el próximo mes, pero la expectativa es una mejora desde agosto/septiembre para la conducta económica”, expresó.
“Somos conscientes de los niveles de ingreso de divisas por la caída de la producción y consecuentemente de las exportaciones agropecuarias; sin embargo, una campaña agrícola que se perfila en mejores términos y condiciones alienta a que puedan haber mejoras”.
Rubén Ramírez Lezcano, economista y presidente de Interfisa Banco
Sector financiero, con buena recuperación
Carlos Carvallo, ex miembro del directorio del BCP y presidente de la financiera Ueno, manifestó por su parte que el sector financiero viene recuperándose bien, a pesar de las restricciones importantes de liquidez.
“Hay buena perspectiva, yo creo que la dinámica de los créditos y los depósitos se recuperó, el sistema financiero trapeó muy bien lo que es la tormenta, de alguna manera mejoró la expectativa, el agro creo que también va a ir superando el shock que tuvo. Todo eso va a ayudar a que la dinámica del crédito se mantenga a niveles adecuados para la coyuntura, yo creo que no va a ser un freno en ese sentido”.
Carlos Carvallo, ex miembro del directorio del BCP y presidente de la financiera Ueno
