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8 de diciembre de 2024

“Desde la CAF utilizamos maneras indirectas de incidir en el empoderamiento de las mujeres”

La inclusión e igualdad de género se convirtieron en pilares fundamentales para alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo en América Latina. En una entrevista exclusiva con MarketData, Estefanía Laterza, representante de CAF en Brasil, habló sobre los esfuerzos del organismo por incorporar la perspectiva de género en sus proyectos.

Desde iniciativas específicas como el programa “Campeonas” hasta la transversalización de políticas de igualdad en sus actividades, explicó que la CAF busca empoderar a las mujeres y cerrar brechas históricas que limitan su participación en el mercado laboral y su contribución al crecimiento económico de la región.

La representante de la CAF en Brasil, Estefanía Laterza, destaca que la nueva estrategia de la organización integra la perspectiva de género en sus proyectos, buscando empoderar a las mujeres y promover su inclusión en el desarrollo económico. 

Según aseguró, el organismo fomenta la igualdad de género tanto en sus operaciones internas como en sus iniciativas de infraestructura, asegurando que los beneficios del desarrollo lleguen a todos los sectores de la población. 

También brinda detalles sobre los programas para el empoderamiento femenino a través del deporte y otras iniciativas que integran la perspectiva de inclusión en los proyectos de la CAF.

  • ¿Cómo la nueva estrategia corporativa de la CAF integra la perspectiva de género en sus proyectos y contribuye al empoderamiento de las mujeres dentro del desarrollo económico?

La inclusión significa el hecho de poder tener en cuenta a todos los diferentes sectores que forman parte de una sociedad, de manera tal a que todos puedan contribuir al desarrollo. En ese ámbito se encuentran las mujeres, que tradicionalmente han tenido menos acceso a oportunidades y menos acceso al empoderamiento. 

De esta forma, uno de los ejes principales de la nueva estrategia corporativa de la CAF es justamente generar esa transversalidad de la perspectiva e igualdad de género, tanto en lo interno de la propia organización como dentro de las actividades que hace. 

El banco de desarrollo genera flujos de capital y presta servicios financieros y no financieros para obras de desarrollo que están ligadas mayormente a infraestructura, como la construcción de caminos, puentes y cuestiones ligadas a la transformación energética.

Pero hoy día el enfoque no está dado solo por el tipo concretista o estructural, sino también tiene foco en conseguir objetivos que son paralelos a los de mejorar la infraestructura. Esto porque un Estado no puede hablar de desarrollo si todas las personas que forman parte de la población de un país no tienen esos beneficios, es decir, el crecimiento no puede darse solamente para un sector de la población.

Cuando hablamos de las mujeres nos referimos a cuáles son esos correctivos que pueden ser incorporados desde las políticas públicas, aprovechando un trampolín que es la integración comercial para poder generar una incorporación o una retención del talento de las mujeres para aplicarlo al crecimiento económico del país. 

Estos espacios nos permiten entender cómo estamos logrando transversalizar la perspectiva de género, cómo introducimos los incentivos a generar trabajo y, a través del trabajo, el empoderamiento de las mujeres, utilizando el comercio que se nutre de la integración.

  • ¿Qué claves u objetivos considera que debería trazarse Paraguay para lograr paulatinamente crecer en el porcentaje de participación femenina en la fuerza laboral?

Creo que lo más importante en primer lugar es entender dónde estamos parados. Uno tiene que tener su línea de base desde donde está saliendo para poder medir esas brechas. En ese sentido, la generación de datos nos pueden hacer confirmar cuál es el porcentaje de mujeres que están en el mercado laboral, qué tipo de empleo tienen, cuántas de ellas trabajan en la informalidad y la formalidad, cuántas están protegidas por el sistema previsional en el Paraguay.

Nosotros tenemos datos parciales que nos proporcionan, por ejemplo, en el ámbito de las industrias, pero necesariamente necesitamos medir mejor para entender dónde están esas brechas. Tenemos que aspirar a generar empleo de calidad y por tal se entiende aquel que permite a una mujer contar, en primer lugar, con un componente de formación que le permita evolucionar y otro componente de protección, necesaria para que ella pueda estar tranquila, segura y cuidar de ella misma como generadora y motor económico, como así también de su familia.

Como segundo punto es generar políticas públicas que puedan tener un impacto positivo. Estas no pueden estar segmentadas o direccionadas solo a políticas de empleo, porque al margen de eso tiene que haber incentivos que tienen que venir de diferentes lugares.

Generalmente cuando nosotros hablamos en términos de cuál fue el hecho que marcó la diferencia en este siglo con relación a los anteriores, en términos de crecimiento económico, la mayoría dirá que es una tecnología. 

Pero fue la incorporación de la mujer al mercado laboral. En el momento que el 50% de la población no participa de la actividad productiva de un país o participar a través solamente del área de cuidado, que no tienen una remuneración, ese país está perdiendo del 50% del talento de la capacidad de la eficiencia y de una serie de otros elementos que una mujer aporta a su lugar de trabajo. 

Es muy importante centrarse en una mirada transversal de cómo lograr que los diferentes aspectos de las políticas públicas tomen en cuenta esta dimensión y posteriormente efectivizar a través de planes que vayan orientados a ir cerrando las brechas.

  • ¿Qué incentivos está brindando la CAF a Paraguay para promover más esta inclusión?

La CAF en este momento tiene 23 países miembros. Soy paraguaya de nacionalidad, pero soy representante para Brasil. Nosotros no solamente orientamos nuestras políticas de inclusión al Paraguay, trabajamos en el Paraguay con diferentes programas, pero también lo hacemos en todos los países donde estamos.

En el caso de Paraguay, en primer lugar, tenemos acciones específicas que van orientadas a una inclusión. Tenemos un proyecto que se llama “campeonas”, el cual busca promover la conciencia sobre la salud y sobre el empoderamiento de las mujeres y las niñas a través de la promoción del deporte.

En el marco de entrenamiento proporcionamos herramientas para que ellas puedan ser más conscientes de aspectos que tienen que ver con su salud, bienestar, la adquisición de herramientas que le va a permitir ingresar al mercado laboral y ser piezas activas en todo lo que tiene que ver con el trabajo.

Desde la CAF utilizamos maneras indirectas de incidir en el empoderamiento de las mujeres por sobre todas las cosas, utilizando recursos de diferentes naturaleza que se van adaptando en función de la obra que nosotros estamos financiando.

Es un trabajo importante porque a menudo no nos colocamos el chip de la igualdad, en pocas palabras, pensamos en los asuntos de una manera muy unidimensional cuando en realidad lo que podemos hacer es mirar la misma operación pensando en una perspectiva de la inclusión. Es decir, podemos hacer que esa operación termine apuntando a resolver varios problemas adicionales a aquel que viene a resolver en primer lugar.

De esa manera decimos que CAF no solamente es el Banco de Desarrollo de América Latina, es el banco verde porque enfoca sus operaciones en la sostenibilidad y es el banco verde de la inclusión también, con políticas que buscan de una manera multidimensional enfocarse en las diferentes problemáticas que afectan a nuestra sociedad con el objetivo de poder corregirlas y de ir logrando ese desarrollo inclusivo.

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