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14 de noviembre de 2025

Estimaciones sobre inflación, actividad económica y dólar: esto responde Miguel Mora

El BCP elevó su proyección de crecimiento económico para 2025, de 3,8% a 4%, impulsado por el buen desempeño de sectores como servicios, construcción y ganadería. Indicadores como el IMAEP y el ECN reflejan esta tendencia, con una expansión del 4,9% en el primer cuatrimestre.

El BCP elevó su proyección de crecimiento económico para 2025, de 3,8% a 4%, impulsado por el buen desempeño de sectores como servicios, construcción y ganadería. Indicadores como el IMAEP y el ECN reflejan esta tendencia, con una expansión del 4,9% en el primer cuatrimestre.

En cuanto a la inflación, Miguel Mora, miembro del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), explicó que la previsión subió de 3,7% a 3,8% por aumentos puntuales en frutas, verduras y carne, afectados por el clima y precios internacionales.

Sobre la política monetaria, señaló que la tasa del 6% se mantiene porque sigue alineada con la meta de inflación y no frena la actividad económica. Además, destacó que esto permite conservar margen de acción ante posibles shocks externos.

El Banco Central del Paraguay (BCP) proyecta que el año 2025 marcará una nueva etapa de crecimiento económico, superando el desempeño observado en 2024. No obstante, este repunte vendrá acompañado de importantes cambios en la composición del Producto Interno Bruto (PIB) y en los factores que impulsan la economía.

Para este año, se estima un crecimiento del 4%, mientras que la inflación cerraría en torno al 3,8%, levemente por encima del pronóstico anterior debido a episodios puntuales de volatilidad.

En esta entrevista, Miguel Mora, miembro del Directorio del BCP, detalla los componentes detrás de estos ajustes en las proyecciones macroeconómicas y analiza cómo la política monetaria incide tanto en el dinamismo de la actividad económica como en la estabilidad del sistema financiero.

  • ¿Cómo evolucionará la actividad económica en este segundo semestre? ¿Cuáles fueron los ajustes realizados?

En el último informe de política monetaria proyectamos un ajuste al alza en la estimación, empezando por el crecimiento del PIB: de un 3,8% a un 4%. Observamos varios sectores que mostraron un muy buen dinamismo. Por el lado de la oferta, vemos un buen desenvolvimiento económico en los servicios, también en las manufacturas, la construcción, la ganadería, la electricidad y el agua. Básicamente, en la parte de generación de energía eléctrica.

Por el lado de la demanda, vemos un comportamiento bastante dinámico en el consumo privado y también en la formación bruta de capital, que sería comúnmente la inversión.

En el sector servicios se destaca el crecimiento del comercio, transporte, intermediación financiera, servicios a los hogares, como ejes de esa expansión. Estamos hablando de una tasa alrededor del 4% para los servicios.

Con respecto a las manufacturas, hay dinamismo principalmente en la producción de carne, lácteos, azúcar, productos químicos, bebidas y tabaco, y también en la fabricación de minerales no metálicos y metálicos. Ese sería el panorama del sector secundario, al cual se suma también electricidad y agua.

En años anteriores la sequía afectó al país, reduciendo el caudal hídrico, principalmente del río Paraná. Eso afecta la generación, ya que la materia prima es el agua. Al reducirse esa materia prima, cayó la generación de electricidad. Sin embargo, este año tenemos un buen caudal hídrico y un crecimiento de la generación, proyectado en un orden del 8,2%.

En el sector primario hubo una corrección. La sequía a finales del año anterior y principios de este año afectó principalmente a la producción de soja. Eso llevó a un ajuste a la baja, pero por otro lado, la ganadería mostró un dinamismo importante, principalmente por el lado externo. Entonces, hubo un ajuste al alza en la producción ganadera.

Eso configura la corrección del 3,8% al 4% que informamos en el informe de política monetaria. Si miramos los indicadores adelantados de actividad económica, como el IMAEP (Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay), vemos que esas proyecciones son consistentes con lo que está midiendo el indicador.

En el primer cuatrimestre del año, la economía crece a una tasa del 4,9%. Si excluimos agricultura y generación de energía eléctrica, indicador muy relacionado con la política monetaria, crece a una tasa del 6,1%. Si miramos las ventas, por el lado del estimador de cifras de negocio (ECN), vemos que están creciendo a un 6,4%, consistente con este escenario.

  • En cuanto al indicador de la formación bruta de capital, ¿el impulso viene más del sector público o es una combinación con el sector privado?

Sería ambas cosas. Ese mayor dinamismo responde a obras tanto públicas como privadas. Eso se ve en la demanda de insumos del sector. En el estimador de cifras de negocios hacemos seguimiento a la venta de materiales de construcción, y vemos un crecimiento importante en torno al 10%. Mirando la ejecución de obras según datos del Ministerio de Economía y Finanzas, se observa una gestión importante, con una ejecución financiera en torno al 50%.

Respecto a la construcción, debemos decir que empezamos a ver una recuperación desde el año 2024. En el último trimestre de 2024 hubo un crecimiento interanual de 3,6% y en todo el año casi un 5,5%. En 2022 y 2023 habíamos tenido retracciones del 3% y 7%, respectivamente. Hubo una recuperación y ahora hay una mejor ejecución de obras, más negocios del lado privado, lo cual entendemos que es fruto de los crecimientos consecutivos que estamos viendo.

Recordemos el crecimiento del 5% en 2023, 4,2% en 2024 y nuevamente 4% ahora. Eso crea condiciones y optimismo para que se lleven adelante estas inversiones. Estamos viendo crecimiento tras crecimiento en estos últimos dos años.

  • En cuanto a la inflación, ¿Por qué se ajustó la proyección de inflación de 3,7% a 3,8%?

Hicimos una corrección en la proyección de inflación para 2025, de 3,7% a 3,8%. En los primeros meses del año hubo aumentos en rubros volátiles de la canasta, principalmente frutas y verduras, por condiciones climáticas de sequía que elevaron estos precios.

En algún momento la inflación interanual fue de casi 4,4%. No obstante, entre abril y mayo vimos un ajuste a la baja por una mayor oferta, tanto nacional como de importaciones, lo que redujo la presión en esos rubros.

Interanualmente, también vemos aumentos en otros alimentos, como la carne, cuyo precio subió por una mejora en los precios externos. Esto se refleja en el comercio exterior: hay crecimiento en volumen y en valor, y ese mayor precio externo se traslada parcialmente al mercado doméstico.

Y si miramos bienes durables, podría estar relacionado con el comportamiento del tipo de cambio en los primeros meses del año.

En general, gran parte de la inflación que estamos viendo está concentrada en productos puntuales, relacionados a factores externos o internos idiosincráticos, como el clima. Si se observa la difusión la cantidad de productos con variaciones positivas, estuvo algo alta al inicio del año pero ahora está en niveles promedio.

Más que un proceso inflacionario amplio, parece un cambio en precios relativos. Por ejemplo, la inflación subyacente X1  (excluye frutas, verduras, combustibles y bienes con precios regulados) está alta, casi 5%, pero si se excluye la carne, baja a cerca de 4,6%, lo que muestra su fuerte incidencia.También se observa un aumento en servicios, como restaurantes, que en parte usan la carne como insumo.

Nosotros hicimos un ajuste de la meta del 4% al 3,5%, y en los primeros meses del 2025 ya vimos una convergencia hacia esta nueva meta. Cuando preguntamos en la encuesta EVE )Encuesta de Expectativas de Variables Económicas) cómo ven la inflación en el horizonte de política monetaria (18 a 24 meses), hubo una convergencia hacia el 3,5%.

  • En cuanto a los resultados de la inflación de mayo, ¿tuvo incidencias las fechas especiales como el día de la madre por ejemplo?

Exactamente. Hay un movimiento estacional en ciertos rubros. En el caso de la carne, se juntan factores externos de mayor demanda y factores internos como el aumento estacional en fechas especiales. Justamente en mayo vimos una inflación un poco más baja respecto a los meses anteriores.

  • La tasa de política monetaria se mantiene en 6%. ¿Qué factores considera el Comité para esta decisión y qué proyecciones manejan hacia adelante?

Respecto a la tasa neutral, siempre hablamos de un rango. Comparado con este nuevo horizonte y esa menor expectativa de inflación del 4% a 3,5%, podría haber un ajuste en la tasa neutral nominal. Pero con esta tasa del 6%, seguimos viendo convergencia de la inflación hacia la meta.

Uno podría pensar que es una tasa algo restrictiva, pero la actividad económica crece al 4,9%, y el crédito en moneda nacional se expande al 12%, lo que indica que no estamos en un escenario restrictivo.

Por otro lado, hay mucha volatilidad externa: tasas de interés en EE. UU., precios de commodities como petróleo y productos agrícolas, y también volatilidad cambiaria. Todo esto genera incertidumbre, lo que dificulta proyectar una senda clara.

  • ¿La tasa del 6% es compatible con la meta de inflación y deja margen ante shocks externos?

Sí. Es una tasa que permite esa convergencia, y en un escenario donde la economía está cerca de su potencial.

  • Con el dólar cerca de G. 8.000, ¿qué se espera para el guaraní?

Podemos ver la evolución en dos periodos. En los primeros meses del año hubo presión al alza, mientras otras monedas regionales se apreciaban y el guaraní se depreciaba. En 2024, monedas como el real, el peso argentino y el colombiano se habían depreciado mucho más que el guaraní. Nosotros tuvimos una depreciación de 7-8%, mientras Brasil tuvo una del 26%.

También hubo factores como la expectativa sobre la política monetaria de EE. UU. y los precios de nuestros commodities, que seguían bajos, a diferencia de otros productos como el cobre o el café. Además, la sequía afectó la producción de soja, y con precios bajos eso implica menores ingresos de divisas.

Ahora, en los últimos meses, vemos un tipo de cambio más estable, incluso con tendencia hacia la apreciación. Lo esperado en agricultura no fue tan negativo como se preveía, y nuestras exportaciones repuntaron. Incluso hay ingresos externos, como compras de extranjeros en el país, especialmente argentinos, que ayudan a las ventas locales y a la entrada de divisas.

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