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25 de abril de 2024

“Hay capacidad para acceder a nuevo endeudamiento, es la fortaleza que hemos construido”

En sus últimos días como ministro de Hacienda, Benigno López reflexiona sobre los desafíos económicos que afrontó el país en los últimos dos años y los retos que todavía debe enfrentar el actual gobierno. En su camino a la vicepresidencia del BID, analiza las mejoras que deben realizarse principalmente en las alianzas para obras públicas.

Benigno López – hermano del presidente de la República, Mario Abdo Benítez – dirigió la institución económica más importante del país durante los años que probablemente fueron los más difíciles de nuestra historia económica reciente.

A la “tormenta perfecta” del 2019 – que conjugó los efectos de condiciones climáticas adversas, el deterioro de los países vecinos, los menores precios de commodities y el cambio de Gobierno – le siguió un 2020 dominado y azotado por la pandemia de COVID-19, con todos los desafíos económicos que ello implica.

En una de sus últimas apariciones como ministro de Hacienda, Benigno López conversó con MarketData sobre la respuesta que debió dar el gobierno nacional a estos desafíos económicos sin precedentes y las exigencias que persistirán en el periodo de recuperación.

– ¿Qué lecciones nos dejan estos dos últimos años en cuanto a la respuesta que debe dar el gobierno a las dificultades económicas que se presentan en el país?     

La principal lección que nos deja es que tener un plan es mejor a no tener ninguno. Hemos enfrentado todas las dificultades con un plan bien diseñado y bien ejecutado desde el Poder Ejecutivo, en coordinación con todos los ministerios, para hacer frente primero a la caída de la economía el año pasado por cuestiones absolutamente exógenas, como la cuestión climatológica y la cuestión regional, y que nos dio ocho meses de crecimiento consecutivos una vez que el plan estuvo funcionando. Históricamente se dice que no hay dos años malos consecutivos, entonces pensábamos que este iba a ser un año de recuperación; sin embargo, vino la pandemia en el mes donde las expectativas se estaban alineando hacia un crecimiento adecuado en comparación con el año pasado.

También pudimos enfrentar la pandemia con un plan bien diseñado y bien ejecutado desde el Ministerio de Hacienda  y desde el Poder Ejecutivo, en colaboración con otros ministerios y el Banco Central, que nos puso en línea con el reconocimiento internacional de haber actuado adecuadamente tanto en la cuestión sanitaria como en la cuestión económica: hoy el sistema de salud está más fortalecido que antes y puede enfrentar de manera más eficiente el crecimiento de los contagios. Y la economía se espera que va a tener una caída menor a la prevista en junio, estamos esperando los datos oficiales del Banco Central que se conocerán mañana (por hoy) y todo indica que va a haber una revisión importante, que implica que las cosas que se planearon funcionaron. Eso no es ningún exitismo, es una realidad que reflejan los números.

– ¿Qué panorama se observa para los próximos meses, atendiendo a la graduar reapertura que está teniendo la actividad económica tras los meses de cuarentena?

Independientemente a estas proyecciones favorables, la situación va a ser complicada, va a haber sectores que van a seguir estando afectados por la pandemia; tenemos que recuperar el cliente, tenemos que recuperar el comprador, el turista, la demanda, y eso hace que también tengamos un plan de recuperación adecuado. Vamos a tener que seguir trabajando en la contención de los efectos negativos de la pandemia, no es una situación querida, organizada, prevista ni pretendida por el Poder Ejecutivo, es una cuestión que ocurre casi una vez por generación, podemos comparar con la gripe española, la depresión de 1930, con la Segunda Guerra Mundial, cosas muy complicadas y con mucho efecto. Mirando la región y el mundo, Paraguay va a salir menos golpeado, pero golpeado también, y va a depender mucho de las políticas que vayamos cumpliendo para hacer frente a ese reclamo de la gente que va a necesitar todavía ayuda del Estado para ir saliendo de esta situación complicada.

“No debemos tenerle miedo al déficit porque el déficit está explicado por una cuestión absolutamente única, que es la pandemia, y tenemos que seguir invirtiendo”.

– Sabemos que la incertidumbre persiste, tanto en el mundo como en nuestro país, respecto a cómo y cuándo saldremos de la pandemia ¿Cómo se gestiona la economía, en este escenario?

Es muy difícil de gestionar. Uno de los elementos claves de la recuperación va a ser que la incertidumbre desaparezca, eso depende de factores exógenos: la aparición de la vacuna, la inmunidad de rebaño, el fortalecimiento definitivo del sistema de salud – que va a requerir un proceso porque es un sistema que no ha estado fortalecido en mucho tiempo –. Yo creo que una vez que eso desaparezca vamos a tener con claridad la visión de futuro. De ahí es que no podemos todavía arriesgarnos a tomar medidas muy complicadas de ir recortando el impulso fiscal porque no sabemos qué va a pasar: podemos tener una segunda ola, podemos tener todavía efectos importantes en el mercado laboral, puede haber sectores que todavía no se recuperen del todo y el Estado tiene que estar para sostener ese momento.

– A medida que la economía necesita seguir recibiendo el impulso para recuperarse de la pandemia, ¿cómo se trabajará para que el déficit fiscal retorne a los niveles que exige la Ley de Responsabilidad Fiscal?  

Desde Hacienda entendemos que es una urgencia, pero no es la urgencia. La urgencia para nosotros es pasar este momento y construir los puentes adecuados, la convergencia debiera ser en un plazo de tres a cuatro años, y volver a la responsabilidad fiscal. Vamos a tener que también trabajar mucho por el lado de los ingresos, ahí está el plan de transformación y de formalización de la economía: caer en aquel que no paga, en lugar de caer con más impuestos en aquel que sí paga. Estos dos años fueron muy difíciles, muy desafiantes; estamos seguros de que el plan que presentamos, acompañado con el Presupuesto General de la Nación – que tiene que ser un presupuesto en lo posible como presentamos nosotros por el lado de los ingresos –, va a permitir que podamos ir levantando cabeza en los próximos años e ir recuperando el ritmo de la economía en el mediano plazo.

Nosotros tenemos un plan de ir reduciendo el déficit para el 2024, entendiendo que no podemos ir sacando todos los incentivos y los impulsos fiscales de una porque o sino la economía va a estar parada, el impulso fiscal no va a existir y vamos a tener una economía estancada por mucho tiempo. Pensamos tener un déficit de 4% el año que viene, del 3% en el 2022, de 2% más o menos en el 2023 y llegar al 1,5% en el 2024. Eso yo creo que se va a dar porque, primero, esta deuda no la vamos a tener más, esperemos que no haya una segunda ola y esperamos que los ingresos se van a ir recuperando.

– ¿Cómo se encuentra la capacidad de respuesta del gobierno paraguayo a una eventual segunda ola de contagios de COVID-19?

El gobierno tiene capacidad, va a tener que buscar un nuevo endeudamiento, pero va a tener capacidad de acceder a ese endeudamiento si es que eso es necesario. Esa es la fortaleza que tenemos, esa es la fortaleza que hemos construido en quince años y esa es la fortaleza que tenemos que volver a reconstruir en los próximos cuatro años. No dependemos de nadie para salir de esta crisis, depende de que la política sea sensata y sepa compaginar estos tres elementos; si las reformas salen, vamos a tener un país previsible, mejor desarrollado, con más equidad y más bienestar en los próximos veinte años. No debemos tenerle miedo al déficit porque el déficit está explicado por una cuestión absolutamente única, que es la pandemia, y tenemos que seguir invirtiendo.    

Tenemos que poner el énfasis en el plan, no en la foto: si miramos la foto, estamos todos muy preocupados por lo que pasó con la pandemia, pero en esa foto hay que incorporar la pandemia. Todos hablan del gasto, estamos trabajando por ese lado también ¿Será esa la única medicina? Yo creo que no, porque tampoco podés cortar todo el gasto, o sino el Estado no va a funcionar, hay que mirar la ecuación, la película. En el tiempo, Paraguay va a estar bien, Paraguay tiene todo para estar bien, no depende absolutamente de nadie: tiene espacio para más deuda, aunque a la gente no le guste, es un instrumento de financiamiento necesario para el país y aun así vamos a terminar con una deuda de las más bajas de la región. Paraguay tiene espacio, mucho espacio, para mejorar el gasto, ahí se van a generar ingresos adicionales también para hacer frente a este desafío; y Paraguay tiene espacio para elevar la presión tributaria, si necesario fuera, comparativamente estamos más o menos a la mitad de lo que la región tiene, alguna vez se va a tener que hablar de eso.

“No podemos todavía arriesgarnos a tomar medidas muy complicadas de ir recortando el impulso fiscal porque no sabemos qué va a pasar”.

Benigno López, camino al BID

Mientras aguarda el desenlace de su postulación a la vicepresidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el ministro de Hacienda renunciante menciona también los aspectos que se deben mejorar en las alianzas que se establecen para la realización de obras públicas en el país.

– ¿Qué aspectos de los procesos que rodean a la ejecución de obras públicas considera que se deben mejorar, atendiendo a que el BID se ha convertido en un importante aliado para esta área?

El problema número uno que tenemos siempre es el diseño y el proyecto, tenemos que trabajar ahí, perder un poco más de tiempo en el proyecto, perder un poco más de tiempo en el diseño; y una vez que esté todo bien diseñado y proyectado, seguramente la obra va a ser ejecutada con más facilidad. Hemos hecho un gran trabajo en mucho tiempo para fortalecer el relacionamiento con todas las bilaterales, en lo que hace al ambiente económico yo creo que eso va a seguir mejorando hacia adelante también.

– ¿Qué puede implicar para el país el hecho de tener a un paraguayo en la vicepresidencia del BID?

Es una exposición importante de Paraguay en un cargo de relevancia, que va a permitir que se le conozca más al país, va a permitir al Paraguay tener más acceso a lugares que antes nunca tuvo. Está por verse porque es algo que nunca pasó, no podemos todavía dimensionar lo importante que puede ser para Paraguay poder acceder a un lugar así.

– ¿Qué expectativas rodean a su proceso de postulación?

Uno, cuando trabaja para el BID, trabaja para toda Latinoamérica y las relaciones bilaterales van a seguir fortalecidas, de hecho se han fortalecido en el tiempo y eso no va a cambiar, probablemente va a mejorar pero por la propia inercia que pueda tener la relación BID-Paraguay y no por la posibilidad de que un paraguayo esté o no en un lugar importante. Desde el momento que uno asume ese compromiso ya su misión es global; si bien el corazón siempre va a ser paraguayo, yo no esperaría un trato diferente, tenemos la obligación de darle un trato a los países estén o no en un lugar de importancia.

“Uno, cuando trabaja para el BID, trabaja para toda Latinoamérica y las relaciones bilaterales van a seguir fortalecidas, se han fortalecido en el tiempo y eso no va a cambiar”.

Políticas públicas y desafíos a futuro

– ¿Qué programas y proyectos está dejando para la próxima administración del Ministerio de Hacienda?

El plan Ñapu´a Paraguay apunta a un crecimiento inclusivo, a un mayor desarrollo de la economía, a mayor equidad; en este proceso pasamos también una reforma tributaria después de 27 años, el Ejecutivo estuvo enfocado en tratar de responder a las necesidades de la gente. Ahora estamos enfocados en el plan de recuperación, que busca generar y proteger los empleos a través de la inversión pública y un programa ambicioso de la vivienda, hay un programa importante del Ministerio del Trabajo de formalización de la economía, de todo ese sector que fue el más afectado por la crisis y que va a ser afectado justamente por no estar formalizado, el sector de las pymes y mipymes. El plan permite también generar créditos a largo plazo a través de la banca pública, tiene un alto componente de institucionalidad y transparencia, nuestro programa de rendición de cuentas está hoy mencionado como un elemento importante en la lucha contra la falta de transparencia por una revista especializada; hay un esfuerzo enorme que se ha hecho para tratar de pasar estos años difíciles.

– ¿Cuáles son las obras de gobierno más importantes que considera se pudieron ejecutar en estos dos años, a pesar de las dificultades económicas del país?  

Una cuestión transversal del plan es la transformación de los servicios que presta el Estado por el lado del gasto. Habíamos venido con un plan muy claro al inicio del gobierno, el presidente (de la República) decía “hay que construir sobre lo que funciona, hay que hacer los cambios necesarios para no pasar desapercibidos como un gobierno más y hay que ir mejorando lo que no está funcionando adecuadamente”. Entre lo que funciona está la política monetaria, la política fiscal, la política de inversión pública, nos permitió cerrar dos operaciones novedosas: la primera APP (asociación público-privada) y la primera operación financiera de construcción con llave en mano, dos obras que fueron inclusive premiadas a nivel internacional por el cierre que hizo Paraguay, que implica la (ruta) bioceánica – que va a unir ambos océanos en el tiempo – y la duplicación de la ruta 2 y 7, tal vez la ruta que más se mueve en Paraguay para la transformación de los productos. La política de inversión pública está generando mayor conectividad: siendo un país mediterráneo, necesitamos tener mayor acceso a los lugares donde se venden nuestros productos. Dentro del plan Ñapu´a Paraguay está también fortalecer la APP, tenemos tres proyectos: la duplicación de la ruta Asunción-Encarnación, de la ruta Encarnación-Ciudad del Este y la hidrovía, para que nuestros productos lleguen de manera más eficiente por el río.

En el plan de transformación, creemos que la ley de la Función Pública es clave, donde se incorpora la meritocracia como regla fundamental del servicio público, un servicio de compras mucho más eficiente que está presentándose en los próximos años; una ley que mejora a la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), aprendiendo de toda su experiencia, un invento muy importante en el 2005 que generó y creó la cultura del préstamo a largo plazo, la AFD fue clave para eso. También tenemos las reformas importantes y urgentes, que son el fortalecimiento del capital humano, va a ser clave para el desarrollo futuro del país, se está trabajando en un plan nacional de transformación de la educación, y una salud pública que busque la prestación de los servicios con más equidad. Está la incorporación de la agenda digital, incorporar la conectividad de la última milla, entre los colegios, hospitales y comisarías. El plan está, de cumplirse y poder pasarse estas leyes, vamos a tener muchos años venturosos en el manejo de la economía y eso va a traer más desarrollo al país.

“Uno está por un lado cobrando los impuestos del sector privado y por el otro lado, asignando los recursos a clientes que tienen necesidades mucho mayores a los recursos que tenemos”.

  

– ¿Qué consejos deja a la persona que lo reemplace al frente del Ministerio de Hacienda?

El que me reemplace va a tener un Ministerio de Hacienda institucionalmente muy fortalecido, con gente muy competente y que tiene que estar atento al diálogo con todos los sectores. Es un lugar difícil, donde uno está por un lado cobrando los impuestos del sector privado y por el otro lado, asignando los recursos a clientes que tienen necesidades mucho mayores a los recursos que tenemos, uno tiene que ser lo suficientemente empático para poder entender cómo hacer que cada entidad funcione y cumpla con su rol a pesar de los reclamos insatisfechos que van a tener constantemente. Ese es el desafío que tiene un ministro de Hacienda, de asignar recursos en función a las prioridades que tiene el gobierno, eso va a seguir con el ministro que el presidente (de la República) decida.

– ¿Cómo observa el porvenir político del país, en los tres años de gobierno que le restan a Mario Abdo Benítez, y cómo incidirá en nuestra recuperación económica post-pandemia?

La cuestión política siempre es complicada, tenemos un presidente que es un gran político y yo creo que él va a poder manejar con mucha fortaleza el desafío político. Y por el lado económico tenemos un plan que nosotros creemos que tiene que funcionar y va a depender de que desde el sector privado se mire también a los agentes más allá de las promesas que se hacen o los discursos que se hacen, efectivamente a la hora de llevar adelante los planes.

Tenemos muchas discusiones donde mucha gente habla del gasto, por un lado, sin embargo siguen aprobando leyes que generan un mal gasto; tenemos cosas contradictorias así. La recuperación es de todos, todos vamos a tener que trabajar en salir adelante y va a depender de que cada uno haga lo que dice que va a hacer; no podemos decir una cosa y hacer otra, que suele ocurrir en algunos sectores, tenemos que enfocarnos en las reformas estructurales por el lado del gasto y eventualmente más adelante hablar de un pacto social con respecto a los ingresos también. Pero mientras no hagamos el paso inicial de cambiar nuestra forma de gastar, es muy difícil hablar de más impuestos en Paraguay.

Perfil

Nombre: Benigno María López Benítez

Profesión: Abogado y máster en Derecho

Trayectoria profesional: Se desempeñó como director jurídico de la Itaipú Binacional, presidente del Instituto de Previsión Social (IPS), miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP) y asesor del Fondo Monetario Internacional (FMI), en representación de Paraguay.

 

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