El consumo de huevo en Paraguay pasó de 125 a casi 200 unidades anuales per cápita, reflejando un cambio en los hábitos alimenticios de la población. Atrás quedaron las percepciones negativas sobre sus efectos en la salud, y hoy es reconocido como un alimento nutritivo y accesible.
Este efecto positivo favoreció la producción a nivel local y el fortalecimiento de la industria avícola, ya que actualmente se producen unos 3,5 millones de huevos por día proveniente de al menos 5 millones de gallinas ponedoras.
Desde la visión de Gustavo Koo, CEO de Las Tacuaras SA, este cambio de paradigma fue posible gracias a una intensa labor educativa, que involucró a profesionales de la salud y al propio consumidor. Pero el desafío aún no terminó, ya que la meta es cubrir aún más las necesidades del mercado interno y también ir a la conquista de los mercados internacionales.
- ¿Cómo está evolucionando la industria paraguaya del huevo y cómo cerraron en 2024?
Si hablamos de la industria avícola en general, el sector mantuvo un crecimiento sostenido durante varios años. Dentro de la industria avícola existen dos segmentos principales: el de parrilleros (carne) y el de ponedoras (huevos).
En el caso de la carne, las exportaciones a varios países impulsaron su crecimiento, sumado al aumento del consumo interno, influenciado por el encarecimiento de la carne vacuna.
Por el lado del huevo, el consumo per cápita ha ido en aumento. Hace unos 30 años, cuando la segunda generación ingresó al negocio, el consumo anual por persona era de aproximadamente 125 huevos. Hoy estimamos que estamos cerca de los 200, aunque todavía hay un margen considerable de crecimiento, ya que nuestro objetivo es alcanzar los 350 huevos per cápita al año, como recomienda la FAO.
Ese es el consumo promedio en países desarrollados como Estados Unidos, Europa y gran parte de Asia, por lo que en Paraguay aún tenemos mucho camino por recorrer en este sentido.
- Teniendo en cuenta que el consumo pasó de 125 a casi 200 huevos per cápita y la meta es llegar a 350, ¿Qué factores influyeron en este cambio de hábito en Paraguay?
Hace 20 años, el huevo era percibido como un alimento perjudicial para la salud, lo que generaba miedo en los consumidores. Incluso en las facultades de nutrición del país se enseñaba que no se debían consumir más de tres huevos a la semana.
Hoy en día, esta idea fue completamente erradicada. Tanto es así que la FDA de Estados Unidos emitió un comunicado oficial en el que reconoce al huevo como un alimento saludable. Si bien esta percepción en EEUU cambió hace tiempo gracias a numerosas investigaciones científicas, la reciente clasificación de la FDA contribuye a impulsar aún más el consumo global.
En Paraguay fue necesario realizar un trabajo de hormiga, ya que desde hace más de 10 años llevamos adelante un esfuerzo constante a través de un departamento de nutrición, educando no solo a los consumidores, sino también a profesionales de la salud, incluyendo cardiólogos, clínicos, pediatras y nutricionistas.
- Dado el impacto de la alimentación de las ponedoras en los costos, ¿Cómo influyó el aumento del precio de los insumos en el precio final del huevo?
El precio del huevo registró un incremento sostenido, principalmente debido al costo de los insumos para la alimentación de las aves. El alimento balanceado está compuesto en un 70% por soja y maíz, cuyos precios fueron en aumento.
A pesar de esto, en Paraguay el huevo sigue siendo más accesible en comparación con otros países. Mientras que en mercados internacionales el precio puede oscilar entre USD 3 y USD 4 por docena -y llegar hasta USD 8 en el caso de productos orgánicos-, en Paraguay apenas supera USD 1.
Esto se debe a nuestra alta producción de granos, lo que permite abaratar los costos del producto final. Sin embargo, la tendencia de aumento de precios se ha mantenido durante décadas.
- Frente a este contexto ¿Cuáles son las perspectivas para el sector en 2025?
Actualmente, observamos una tendencia a la baja en los precios de los granos a nivel internacional, lo que podría influir positivamente en la estabilidad del costo de producción. No obstante, en Paraguay hay otros factores en juego, como la sequía prolongada, que afecta la producción de granos en el país.
A pesar de la leve reducción en los precios internacionales, estos factores internos podrían impedir que se refleje en una disminución significativa del precio del huevo. Sin embargo, esperamos que este año los precios se mantengan relativamente estables.
- Además de la producción de huevos ¿Qué otras unidades de negocio tiene el Grupo Las Tacuaras?
Hoy en día, el Grupo Las Tacuaras cuenta con cuatro unidades de negocio. La principal sigue siendo la producción avícola, pero también hemos diversificado nuestras operaciones.
Contamos con una planta de fertilizantes, donde compostamos el 100% del estiércol generado en nuestra producción y lo utilizamos para fabricar fertilizantes orgánicos. Este proceso se realiza a través de una empresa en la que poseemos el 50% de las acciones y que produce fertilizantes de alta calidad para la agricultura de precisión.
También tenemos una unidad ganadera en el Chaco y una empresa de desarrollos inmobiliarios. Actualmente, estamos construyendo departamentos dirigidos al segmento de clase media y alta.
- Hoy en día, la sostenibilidad, más allá del marketing, se convirtió en un factor clave para las empresas ¿Cree que esto influye en la decisión del consumidor al elegir una marca?
No estoy seguro de que el consumidor paraguayo actual esté dispuesto a pagar más por un producto sustentable. Sin embargo, estamos trabajando en la reeducación del mercado porque estamos convencidos de que la sostenibilidad es el único camino a seguir.
Una empresa no puede enfocarse únicamente en la rentabilidad sin cuidar los aspectos sociales y ambientales. Por eso, la sostenibilidad es parte del ADN de nuestra compañía.
Estoy convencido de que esta es la única manera de operar en un mercado cada vez más globalizado. La reputación empresarial juega un papel crucial, ya que cuando una empresa atraviesa una crisis, los consumidores pueden perdonarla o castigarla, dependiendo de cómo haya construido su imagen y valores a lo largo del tiempo.
Más allá de garantizar un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental, la sostenibilidad actúa como una póliza de seguro para la marca. Cada vez más consumidores se sienten atraídos por productos sustentables, y creemos que esta tendencia seguirá creciendo.