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29 de marzo de 2024

Las elecciones partidarias y cómo el despilfarro del dinero público, el lavado de dinero y el populismo amenazan nuevamente las campañas

La arena política se encuentra en plena contienda para el cambio de autoridades en los poderes Ejecutivo y Legislativo, con las internas partidarias del pasado 18 de diciembre y las generales del 30 de abril del 2023.

Las dificultades económicas del 2022 generan una particular vulnerabilidad a la filtración de dinero mal habido en las actividades proselitistas, una prueba a la institucionalidad del país en momentos en que aumenta la ilusión de llegar al grado de inversión.

Con nuevos desafíos como las listas desbloqueadas y el veto constante de los intentos de aumentos salariales desde el Ejecutivo, los movimientos de los diferentes candidatos electorales utilizan diversas estrategias para captar el voto. Lastimosamente, muchos analistas coinciden en que el clientelismo, de la mano con el despilfarro, sigue siendo la más usada.

Este medio contactó con distintos especialistas económicos para tratar de entender cómo es que las elecciones afectan a la economía nacional, atendiendo a que el país atraviesa un difícil año económico y que está tan cerca del grado de inversión.

El economista Jorge Garicoche manifestó que durante el último trimestre, antes de las elecciones, generalmente hay un importante aumento de las finanzas públicas. Indicó que existe un impacto significativo entre el periodo electoral y el gasto público. “Si se usa bien o mal, es otra cuestión, pero dentro de ese movimiento de gastos públicos no prima necesariamente la racionalidad, prima más la necesidad de cautivar al electorado”, expresó.

Explicó que esta estrategia, que lleva largas décadas implementándose, ha llevado a situaciones que siempre han comprometido al país. Recordó que en el 2012, periodo preelectoral, hubo una suba salarial muy importante de funcionarios públicos y que este tipo de acciones comprometen las finanzas públicas.

Señaló que el origen de la deuda pública paraguaya es este tipo de políticas. “Siempre la deuda pública de los últimos tiempos es ese hecho en particular, no teníamos cómo cubrir, se armó un desastre y, bueno, tuvimos que salir a endeudarnos en todos lados, ese fue un poco el cambio fuerte en el déficit fiscal paraguayo”, mencionó Garicoche.

Manifestó que, luego de esto, la pandemia de Covid-19 empeoró las cosas y ahora se vuelven a ver iniciativas similares, sobre todo desde el parlamento, donde se pretende constantemente inflar el presupuesto general de la nación del 2023 (PGN 2023). “No necesariamente son buenos o malos, pero sí el resultado final es menos ingreso fiscal”, alertó.

Además de esto, el economista mencionó que todavía se tratan un montón de cuestiones que afectan a un mayor gasto, como por ejemplo el pago compensatorio a ex obreros de Itaipú o el aumento de haberes jubilatorios de funcionarios públicos, que tienen una cuantificación importante.

“Entre esos menores ingresos y mayores gastos estamos hablando de USD 1.800 millones, nada más y nada menos, y eso es 4% del PIB, es una cifra monstruosa, es una locura y deberíamos tener mucho cuidado” advirtió. Recomendó que la academia, gremios empresariales y sociedad civil en general deben estar atentos a estos movimientos.

En esta misma línea, el economista y ex ministro de Hacienda César Barreto indicó que si bien hay distintas aristas que uno tiene que analizar, es innegable que las actividades de campaña afectan positivamente a algunos sectores que están directamente relacionados, como el caso de los proveedores de las actividades proselitistas. Citó a las empresas publicitarias como uno de ellos.

“Tienen una demanda alta en estos meses y son sus mejores momentos de actividad laboral”, dijo. Adelantó que, en la medida en que la competencia sea más dura, obviamente los candidatos tendrán que gastar más en estas actividades de campaña y, por lo tanto, habrá sectores más favorecidos.

El uso de recursos públicos es una constante

Otro aspecto que destacó el exministro es que, en tiempos de campaña, aquellos candidatos que ya tienen alguna responsabilidad pública y están buscando ser electos en alguna de las cámaras normalmente intentan utilizar los instrumentos que están a su alcance para tratar de generar la simpatía y el apoyo de un segmento de la población.

“Buscan aprobar algunas cosas que generan beneficios para algunos sectores y de esa forma tratar de ganar votos. Esto en un país como el nuestro, en el que cada diputado, cada senador puede presentar un proyecto de ley, es extremadamente peligroso y es lo que más nos ha preocupado a nosotros en todas las elecciones que hemos tenido”, afirmó.

Al igual que Garicoche, Barreto trajo a colación excesos que hubo en casos anteriores, a modo de ejemplo de esta perversa estrategia de despilfarro público. Explicó que los aumentos del gasto normalmente están ligados a ajustes salariales masivos a grupos de funcionarios públicos importantes.

“En algún momento fueron los maestros, en el 2008, en otras oportunidades fueron todos los funcionarios públicos, en el 2012 y 2013, y en esta oportunidad está un poco más cortado el tema porque los recursos públicos son muy escasos, hay un déficit fiscal muy grande”, aseveró.

Posturas económicas de los candidatos

En tercer lugar de factores que inciden en la economía desde el plano electoral, Barreto se refirió a qué tan polarizados estén los distintos candidatos con relación a la gestión económica, a la política económica, a las cuestiones regulatorias, a la promoción de la inversión privada o no, a qué tanto quieren tocar los intereses de los inversionistas y respetar o no contratos.

“No hay una polarización muy grande en temas económicos. Hay pequeñas variaciones probablemente, entre uno y otro candidato, especialmente entre el Partido Colorado y la Concertación, seguramente, pero nada que implique que podamos visualizar hacia adelante un cambio grande a la política económica o un enfoque populista que cambie la forma en la que hemos administrado la economía en los últimos veinte años”, comentó.

Dijo que hay cierta tranquilidad desde ese punto de vista, porque no se vislumbra un cambio importante del rumbo económico del país. No obstante, aseguró que sí preocupa el presupuesto, que es muy crítico para que podamos obtener el grado de inversión en la calificación internacional del país, en los próximos dos años.

El riesgo de lavado durante las campañas sigue latente

Si bien Paraguay ha mostrado grandes avances en el combate al lavado de activos, sobre todo en el plano jurídico, aprobando una decena de leyes para luchar contra este flagelo, el riesgo de que se usen las elecciones como mecanismo de este delito sigue vigente. Según el ex canciller nacional y economista Rubén Ramírez Lezcano, el mayor empeño de los órganos competentes de control son importantísimos a esta altura.

“El tema es que el financiamiento político es una de las cuestiones que están dentro del marco legislativo y jurídico del sistema paraguayo. Creo que estos deben actuar porque existen las herramientas como para hacerlo, pero obviamente todos estamos atentos a cómo se va cumpliendo esa normativa realmente”, sostuvo Lezcano.

Por su parte, Garicoche mencionó que en Paraguay existe una ley de financiamiento público que no siempre se cumple a cabalidad y, por lo tanto, los riesgos siempre están latentes. Incluso añadió que existe el financiamiento legal que no necesariamente es producto del lavado de dinero, sino que hay un grupo que pone algún tipo de apoyo a cambio de otra cosa.

“No existen almuerzos gratis en economía ¿A cambio de qué? Cuestiones como esas deberían ser analizadas”, alegó.

Sobre esta misma línea, Barreto señaló que se han aprobado muchas leyes históricamente, pero su cumplimiento ha sido débil. “Es lo que nos están reclamando: ‘tienen buenas leyes pero tienen que aplicarlas y castigar a los que lavan dinero, a los que evaden impuestos, a los que cometen delitos’”, recalcó Barreto.

En este sentido, dijo que un factor clave será la selección del fiscal general del Estado en el próximo periodo. “Es una elección importante porque ellos son los que tienen que perseguir los delitos, y también avanzar y continuar en la renovación de la Corte Suprema de Justicia y que provoque cambios en la administración de justicia en los próximos años, porque es una de las debilidades importantes que nos están haciendo notar afuera”, dijo Barreto.

Dijo que los paraguayos sabemos internamente eso, porque lo vivimos hace años, pero si queremos atraer inversión extranjera y alcanzar el grado de inversión, es muy importante que los servicios de justicia funcionen correctamente. “El gobierno que venga es importante para eso también, tiene que favorecer la aplicación irrestricta de la ley, respetar el estado de derecho y que avance en la renovación de la justicia, que es fundamental”, añadió Barreto.

Vulnerabilidades macroeconómicas amenazan estabilidad

El excanciller Lezcano, por su parte, remarcó que el manejo presupuestario actualmente está en debate en el Congreso y que las intenciones legislativas generan una alta presión fiscal porque muchos frentes políticos basan su campaña con base en mecanismos de prebenda. Sumado a esto, nuestro país tiene vulnerabilidades macroeconómicas derivadas de la pandemia y la guerra con Ucrania.

También el excanciller señaló el contexto regional muy difícil, que también está afectado por estos elementos que hacen que tanto las internas como las elecciones generales se constituyan en desafíos desde el punto de vista del manejo presupuestario y fiscal. “Lamentablemente no prosperó el proyecto de ley donde se planteaba la no utilización de recursos durante este momento”, recordó.

Sobre este punto, dijo que la aprobación de proyectos de aumento pueden generar complicaciones desde el punto de vista de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que de hecho está siendo ya vulnerada hace dos años, según Lezcano, y que a su vez producirá otras dificultades.

Sin embargo, desde el punto de vista del sector privado, afortunadamente viene emprendiendo más allá del contexto político. “Esto lo vemos en el área de agricultura y ganadería, de servicios y de construcción, sin embargo, algunos programas y proyectos están siendo postergados en materia de inversión considerando que existe un nivel de institucionalidad todavía débil”, expresó.

Sumado a esto, los cambios legislativos producen una coyuntura muy compleja para tener la seguridad jurídica que se necesita realmente en proyectos de gran envergadura. Al mismo tiempo, como son elecciones generales, hay una gran expectativa respecto de la composición de un Congreso.

“En nuestro país constitucionalmente (el Congreso) tiene facultades muy amplias. Ninguno de los candidatos ha presentado un programa de gobierno, las discusiones están más desde la perspectiva, de la coyuntura de información y de controversia de candidatos y de candidaturas”, reprochó.

El dinero del narcotráfico podría manchar las elecciones

Consultado sobre los efectos económicos que podrían tener las elecciones, el exdiputado y doctor en derecho público con énfasis en Gobernabilidad, Sebastián Acha, recordó que el dinero narco entra en las campañas políticas y en las candidaturas en sí. Rememoró que miembros del Congreso fueron expulsados y acusados directamente por su vinculación con hechos de narcotráfico.

Dijo que el mal año económico que atraviesa el país se convierte en un escenario bastante peligroso porque, si no hay dinero, asusta un poco la exposición a la penetración de otros sponsors en este tema que empezaron a aparecer, como por ejemplo los narcos.

“Los políticos necesitan dinero para sus campañas. Si no lo obtienen por las buenas, lo van a obtener por las malas, y cuando hay un país que tiene instituciones tan débiles como el nuestro, donde la justicia no es implacable para todos sino que tiene en algunos casos precio y nombre, la irrupción de los dineros calientes que vienen del narcotráfico y del lavado juegan un papel bastante importante”, alertó.

Elecciones mueven hasta USD 60 millones

Consultado sobre los montos que moverían las elecciones, el exdiputado dijo que una elección presidencial que se realiza a nivel nacional con menos de USD 5 millones es impensable, pero que este monto sería para un partido de la oposición. En partidos más tradicionales, hablamos de montos mucho más elevados.

Destacó que en este año las listas abiertas cambian el panorama porque los candidatos no están colocando gigantografías con los emblemas, sino que se están reservando para colocar su nombre y su número de orden “que es finalmente lo que va a valer en estas elecciones”, expresó.

Dijo que esto puede ser una variable importante a considerar, pero que en su conjunto las elecciones pueden llegar a mover fácilmente entre USD 50 millones y hasta USD 60 millones, teniendo en cuenta ya lo que gasta el Estado en el aparato electoral, más las máquinas y los gastos del día del sufragio, que están por los USD 30 millones.

“Hubo un factor inflacionario importante con la irrupción de Horacio Cartes, eso es un hecho, no es una opinión: cuando él aparece en el 2013, el costo de operador político se duplica”, puntualizó Acha.

En este sentido, Jorge Gómez, CEO de la agencia Viento Sur, señaló que a nivel presidencial, en las generales muchos hablan de que invierten entre USD 6 millones a USD 10 millones, mientras que a nivel de senaduría invierten de USD 1 millón a USD 2 millones.

“Pero hoy, con esta nueva dinámica y esta nueva forma de elección a través del voto preferente, no sabría decirte con exactitud cuál sería el comportamiento porque posterior a esta elección recién vamos a tener los datos precisos sobre esa situación”, dijo Gómez.

Explicó que anteriormente los candidatos se agrupaban dentro de una lista y armaban como una bolsa en común y compartían los gastos de campaña, luego negociaban las posiciones de cada uno de ellos.

“Hoy, ya al ser todos contra todos, esa competencia entre ellos mismos hace que se disparen los presupuestos. Así hoy se está invirtiendo bastante más que en años anteriores”, afirmó.

Nuevas estrategias del marketing político

El CEO de Viento Sur que trabajó ya en cinco campañas electorales y actualmente trabaja para uno de los candidatos a la presidencia. Dijo que debido a este nuevo modelo de votación, donde hay el voto preferente, todos de alguna manera tienen que buscar captar la atención de su votante, por lo que ve una cantidad mayor de candidaturas personales o a títulos personales dentro de los movimientos.

“Antes por lo general la comunicación era a través de listas, pero hoy estamos viendo más a través de perfiles particulares que están dentro de las listas. Estamos viendo una cantidad nueva de actores que antes estaban dentro de una lista, pero como hoy tienen que salir a capturar esos votos, están teniendo una participación mucho más activa, hay una explosión de candidaturas”, manifestó.

Explicó que las redes sociales son el espacio más aprovechado, donde de alguna manera tienen la oportunidad de poder estar más presente. “Usan las redes sociales porque es el canal más accesible, mucho más que la radio y que la televisión, ese es el espacio por el cual ellos pueden establecer una conversación de manera directa y también las plataformas digitales te dan la oportunidad de poder segmentar mejor al tipo de público (al) que vos querés hablar”, sostuvo.

También dijo que la tendencia es mostrar un perfil más humano, más empático y más del día a día, fuera de los discursos, donde apelan al humor y a otros tipos de desarrollo de contenido que no tienen que ver tanto con la promesa, pero sí tiene que ver mucho con la construcción del perfil del candidato.

Esperan que candidatos presenten propuestas económicas

Para Lezcano, lo más importante es que las diferentes candidaturas presenten propuestas gubernamentales para entender de qué manera ellos están proponiendo administrar el Estado, tanto los candidatos al Congreso (diputados, senadores), los gobernadores como las candidaturas presidenciales. “Creo que una sociedad informada puede tomar una mejor decisión electoral, y que se base en propuesta y no sobre violencia entre candidatos”, puntualizó.

Finalmente, Garicoche manifestó que espera que las políticas públicas tengan un retorno para la sociedad y no simplemente para un sector en particular.

“En países como los nuestros, acciones que llevemos por lo general tienen efectos positivos que no alcanzan a todos, y ahí es donde debemos afilar la punta del lápiz y apuntar más a aquellas políticas y medidas que tengan una mayor penetración de beneficios, es por ahí un poco lo que tenemos que apuntar”, recomendó.

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