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19 de abril de 2024

Hacia una cultura de creación de valor: Sobrevivir a las “vacas flacas” sin dañar la competitividad

Para enfrentar la crisis, las empresas deben optar por medidas que les permitan seguir operando, pero al mismo tiempo dedicar esfuerzos a que la gestión por la supervivencia no perjudique a la calidad ni afecte al potencial de crecimiento.

En época de crisis, la gestión de las empresas gira su atención a preservar la continuidad de los negocios, lo cual involucra poner a la administración en “modo avión”: priorizando la disminución de costos, postergando pagos a proveedores y preservando liquidez para sostener la estructura financiera que, en muchos casos, implica aumentar niveles de endeudamiento.

Estas medidas constituyen para todo buen administrador casi una “herramienta reflejo”, que permite a las empresas sobrevivir épocas de vacas flacas.

No obstante, la reducción de costos no debe ser más que una herramienta de gestión y no volverse un propósito en sí mismo ya que, en muchos casos, esta “cultura de encogerse” juega en contra de la competitividad y pone en riesgo el futuro de la firma en términos de calidad, innovación, crecimiento; y últimamente, creación de valor para los accionistas.

De centro de costos a centros de rentabilidad

Para generar un cambio de cultura, se debe empezar comunicando al equipo gerencial el verdadero propósito de cada rol, así como las razones por las que dicho cambio es necesario.              

Si bien el cambio de comportamientos y hábitos no resulta un desafío menor, debe fomentarse creando motivaciones personales y compromiso desde el inicio.

Este cambio se logra orientando la transformación desde cada centro de costo hacia centros de rentabilidad, debido a que el fin último de la generación de valor dentro de una empresa no es responsabilidad exclusiva de los altos directivos.

Un típico centro de costos se hace las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo minimizo costos?
  • ¿Cómo mejoro la eficiencia?
  • ¿Cómo elimino riesgos?
  • ¿Qué cifras tengo que reportar a la gerencia?

Para un cambio de mentalidad efectivo, debemos enfocarnos en maximización de valor en vez de disminución de costos, en mejora de efectividad vs eficiencia, en elección de riesgos vs mitigación de riesgos, así como en reportar hallazgos y recomendaciones vs reporte exclusivo de cifras.

Reconocer las fuentes de creación de valor en el negocio

Típicamente la gestión empresarial está enfocada en mejorar ventas y márgenes, factores importantes y de primera línea para generar crecimiento.

Sin embargo, esto viene de la mano con dar típicamente menor importancia al potencial de creación de valor de factores como la gestión de activos, el papel del capital de trabajo en la generación de efectivo, financiamiento, impuestos y la administración de distintos tipos de riesgo.

En este sentido, es importante que, para crear valor, debamos tener en claro las dimensiones de creación de valor así como poner esfuerzos activos en cada uno de los factores en el día a día de la gestión de la empresa.

Flujo de caja libre

La generación de efectivo de una empresa es una variable clave a analizar cuando se evalúa la capacidad de creación de valor.

Una compañía puede tener altos niveles de venta y costos bajos y aún así, debido a una mala gestión, estar generando muy poco flujo de efectivo, o no generando lo suficientemente rápido o en el periodo adecuado para la cobertura de obligaciones financieras.

Recomendaciones: Si bien un enfoque en crecimiento en ventas y márgenes sigue siendo importante, se recomienda revisar oportunidades de eficiencia impositiva tanto en IVA como IR, optimizar acuerdos comerciales y terminos con proveedores,  así como revisar la gestión de inventarios y buscar eficiencias en la cadena de suministros.

Costo neto de financiamiento

Cuando pensamos en el costo del financiamiento no solo debemos prestar atención a la tasa de interés cobrada por los bancos, porque aun cuando se tenga acceso a financiamiento a tasas competitivas, los términos contractuales de los mismos pueden incluir clausuras o condiciones que restrinjan el margen de maniobra para la gestión financiera, entre otros desafíos.

Recomendaciones: Revisar oportunidades de eficiencia en la estructura de capital, gestión de liquidez, oportunidades de factoraje y revisión de la política de dividendos.

Riesgos específicos del negocio

No existe retorno sin riesgo en el mundo empresarial.

Para cada oportunidad de generación de negocios, encontramos riesgos asociados; por lo tanto, es importante hacer una transición desde una cultura de castigo al riesgo hacia una gestión de riesgo mediante un mapeo claro de oportunidades e impacto, para la mejor toma de decisiones orientadas hacia una cultura de valor.

La clave es reconocer que para cada toma de decisiones nos enfrentamos a una elección de distintos tipos de riesgos (y consecuentes retornos) que deben hacer sentido en función de un plan de negocios estructurado.

Recomendaciones: Gestionar un mapeo actualizado de los potenciales riesgos de mercado, de liquidez, financiamiento y otros, tanto para la gestión del día a día como para nuevos proyectos o inversiones.

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