Puja matutina: El peaje de los aranceles de Trump
La volatilidad extrema que afectó a los mercados estadounidenses en abril ha disminuido ligeramente hacia el cierre del mes, pero ahora la atención se centra en los costos reales para la economía. Aunque la semana pasada los mercados se estabilizaron gracias a señales de posible distensión en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como por el retroceso del presidente Donald Trump en sus ataques contra el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, la incertidumbre persiste. Ninguno de los problemas económicos o corporativos fundamentales ha sido resuelto y la visibilidad de las políticas sigue siendo muy baja.
El índice S&P 500 continúa un 2,6% por debajo del nivel que tenía antes del anuncio de tarifas el 2 de abril y acumula una caída del 6,5% en el año, mientras que el Nasdaq pierde un 11% en 2025. Aunque hubo un alivio momentáneo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, no confirmó que haya negociaciones activas con China y advirtió que no sabía si Trump había hablado recientemente con Xi Jinping. Así, las expectativas de una rápida solución comercial se han reducido.
La atención se desplaza ahora al impacto de los primeros 100 días de la administración Trump sobre la economía real, con el dato de PIB del primer trimestre que se conocerá este miércoles. A pesar de que este informe no incluirá el efecto total de las tarifas anunciadas en abril, existe un riesgo significativo de un crecimiento negativo. Además, cerca del 40% de las empresas del S&P 500 reportarán sus resultados esta semana, incluyendo gigantes tecnológicos como Microsoft, Meta, Apple y Amazon, lo que podría ofrecer indicios cruciales sobre las perspectivas corporativas para el resto del año.
En cuanto a los datos laborales, esta semana culminará con el informe de empleo de abril. Aunque los datos semanales de solicitudes de desempleo sugieren que el mercado laboral se mantiene sólido, la Reserva Federal seguirá atenta a los riesgos inflacionarios derivados de los aranceles. No obstante, las cifras de inflación PCE de marzo, que la Fed observa de cerca, se esperan moderadas, lo que podría ser solo una calma antes de una posible aceleración inflacionaria.
Las acciones mundiales se aferran a la esperanza mientras persiste la confusión sobre las negociaciones comerciales
Los mercados bursátiles globales se mantuvieron el lunes en sus mejores niveles en más de tres semanas, reflejando algunas esperanzas de que lo peor del impacto de los aranceles ya haya pasado, aunque la confusión sobre la política comercial de EE. UU. persiste y mantiene atrapado al dólar.
Las acciones europeas subieron, los futuros de acciones estadounidenses recortaron caídas, y Asia registró ligeras ganancias al inicio de una semana cargada de resultados empresariales que también incluirá la publicación de importantes datos de empleo en EE. UU., y que concluirá con elecciones en Canadá y Australia. El presidente estadounidense Donald Trump tiene un rol destacado en ambos eventos.
Las tensiones comerciales siguieron acaparando la atención.
Aunque Trump ha afirmado que se están logrando avances en el comercio con China y otros países, falta evidencia que lo respalde. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, no respaldó el domingo la afirmación de Trump de que las conversaciones arancelarias con China ya están en marcha.
«El hecho de que estemos atravesando una desescalada en las tensiones comerciales no significa que no vayamos a experimentar una desaceleración del crecimiento,» dijo Mike Kelly, jefe global de multi-activos en PineBridge Investments.
La implementación a menudo confusa de los aranceles se espera que cause daños duraderos en la economía global, ya que la incertidumbre pesa sobre la confianza empresarial y del consumidor, ralentizando las inversiones y el gasto.
La incertidumbre en el mercado de valores hace que muchos estadounidenses sean cautelosos a la hora de gastar en viajes
En abril, la incertidumbre generada por la caída de las acciones en Estados Unidos, producto del impacto de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, provocó una fuerte retracción en el gasto de los consumidores, particularmente en el sector turístico. Agencias de viajes, como Front Porch Travel en Maryland, reportaron una significativa disminución en consultas y reservas, reflejando la cautela de las familias estadounidenses ante el deterioro de su situación financiera y la volatilidad de sus inversiones, como los fondos de retiro 401(k).
Los datos de Bank of America mostraron una caída interanual del 2,5% en el gasto en alojamiento y actividades turísticas en marzo, incluso antes de que se profundizara la crisis de confianza en abril. Aerolíneas como Delta y Frontier retiraron sus previsiones anuales debido a la incertidumbre sobre la demanda futura. Muchos consumidores, como la bióloga marina Tiara Moore, decidieron cancelar viajes no esenciales para fortalecer sus fondos de emergencia ante el riesgo de una recesión.
En paralelo, aumentó la demanda de seguros de viaje, especialmente de pólizas que permiten cancelaciones sin justificación, reflejando la mayor aversión al riesgo de los viajeros. Datos de InsureMyTrip indicaron un incremento del 30% en la compra de seguros con cláusula «Cancelar por cualquier motivo» en marzo, en comparación con el año anterior.
El descenso del interés en viajes internacionales también se evidenció: las búsquedas de vuelos desde EE.UU. hacia Italia y Francia bajaron un 12%, y hacia el Reino Unido un 23%, según la firma de datos turísticos Data Appeal Company. Esta tendencia demuestra cómo la volatilidad económica y la preocupación por una posible recesión están afectando no solo las decisiones de gasto inmediato, sino también las proyecciones de consumo futuro en sectores sensibles como el turismo.
Fuente de las noticias internacionales: Reuters