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20 de abril de 2024

El banco Itaú gana un 60 % más hasta marzo impulsado por avance del crédito

Sao Paulo, 3 may (EFE).- Itaú Unibanco, el mayor banco privado de Brasil, con operaciones en otros países de Latinoamérica, ganó 5.414 millones de reales (unos 1.000 millones de dólares) en el primer trimestre, un 59,2 % más, impulsado por la recuperación del crédito y a pesar de la «inesperada volatilidad» macroeconómica.

El beneficio neto recurrente, que no contempla los efectos extraordinarios, fue de 6.398 millones de reales (1.182 millones de dólares) entre enero y marzo, equivalente a una subida del 63,6 % frente al mismo periodo de 2020 y del 18,7 % respecto al último trimestre de ese año, según el balance financiero de la empresa, divulgado este lunes.

El 92 % de esas ganancias corresponden a sus operaciones en Brasil y el resto las obtuvo en otros países de Latinoamérica, donde alcanzó un beneficio de 506 millones de reales (93,5 millones de dólares), un 77,1 % más en la comparación con el primer trimestre de 2020.

El producto bancario, indicador que se aproxima a los ingresos totales, creció un 2,8 % en la misma comparación hasta totalizar 30.029 millones de reales (5.550 millones de dólares).

El ROE (rentabilidad financiera) recurrente se ubicó en marzo pasado en el 18,5 %, frente al 12,8 % del mismo mes de 2020 y el 16,1 % de diciembre pasado.

CRECIMIENTO DE LA CARTERA DE CRÉDITO

El resultado del banco, que en 2020 redujo sus beneficios casi en un 30 % debido a los efectos de la pandemia de la covid-19, responde en parte a la subida del 15 % de su cartera de crédito, que cerró en marzo en los 906.400 millones de reales (167.540 millones de dólares).

El crédito para personas físicas avanzó un 9,8 % en este primer trimestre de 2021, mientras que para pequeñas y medianas empresas se disparó un 22,7 % y para las grandes compañías subió un 11,5 %, comparado con enero-marzo de 2020.

«El ambiente de intereses bajos, combinado con la demanda de los clientes, resultó en la concesión de 10.300 millones de reales (casi 2.000 millones de dólares) en crédito inmobiliario para personas físicas y de 6.600 millones de reales (1.220 millones de dólares) para la financiación de vehículos en el primer trimestre», apuntó el banco.

Esas dos cifras suponen, respectivamente, un crecimiento del 216 % y del 39,4 % en relación al mismo trimestre de 2020.

Por países, la cartera de crédito se incrementó casi un 13 % en Brasil y un 21,6 % en el resto de Latinoamérica, con destaque para Chile (25,3 %) y Paraguay (22,9 %).

La única nota negativa en este apartado fue Argentina, donde se contrajo un 3,1 %.

Además, Itaú redujo sus provisiones para los préstamos de dudosa liquidación hasta los 4.435 millones de reales (820 millones de dólares) en el primer trimestre, un 57,3 % menos frente al igual periodo de 2020, cuando reservó 10.398 millones de reales (1.920 millones de dólares) ante la incertidumbre generada por la pandemia

La entidad también señaló que el índice de morosidad en operaciones vencidas a más de 90 días se ubicó en marzo en el 2,3 %, el mismo valor de diciembre pasado e inferior al 3,1 % reportado hace un año.

A pesar del efecto positivo por el aumento de la cartera de crédito, el margen financiero con los clientes bajó un 5,1 % en el primer trimestre frente a los mismos meses de 2020.

Sin embargo, el banco indicó que consiguió compensar esa reducción con un crecimiento del margen financiero con el mercado (223,8 %) y con una reducción del coste del crédito (-59,2 %).

«Ambos movimientos están relacionados con la inesperada volatilidad en el escenario macroeconómico que marcó el primer trimestre de 2020», apuntó Itaú en su informe de resultados.

La entidad obtuvo en 2020 un beneficio neto de 18.909 millones de reales (hoy unos 3.500 millones de dólares), un 28,86 % menos que en 2019, como consecuencia de los efectos de la pandemia del coronavirus.

Con cerca 410.000 fallecidos y más de 14,7 millones de infectados, Brasil es uno de los países más azotados por la covid-19 y en el primer trimestre de este año vivió la fase más dura de la pandemia con récords sucesivos de óbitos y contagios, aunque parece que la curva epidemiológica se ha estabilizado en las últimas semanas.