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28 de marzo de 2024

El FMI ve con buenos ojos las reformas tributarias de Colombia y Chile

Washington, 13 oct (EFE).- El director del Fondo Monetario Internacional para el Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, consideró este jueves que las reformas tributarias propuestas por Colombia y Chile, «avanzan en la dirección correcta».

Goldfajn se expresó en los mismos términos en los que antes habló el Nobel de Economía y profesor en la Universidad de Columbia, Joseph Stiglitz quien consideró que el camino tomado por Colombia puede ser un ejemplo para otros países, particularmente los que exportan energía o alimentos.

Ambos participaron en Washington en una mesa redonda sobre las reformas fiscales de Colombia y Chile y sobre las fórmulas retributivas para afrontar el momento actual, organizada entre otros por ICRICT (Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Internacional de las Corporaciones), Oxfam y Latindadd y por la Red de Justicia Fiscal de América Latina.

Goldfajn defendió la necesidad de «movilizar recursos» para «asegurar» contar con la financiación suficiente para las políticas sociales, para «apoyar a los más vulnerables», y por eso valoró el esfuerzo en este sentido que están haciendo los dos países.

Por su parte, Stiglitz recordó que ICRICT lleva tiempo recalcando «los beneficios de un impuesto a la riqueza, que es una de las partes de la reforma colombiana», según apuntó a EFE antes de la mesa redonda.

El experto defendió también el impuesto sobre las ganancias inesperadas a empresas petroleras y del carbón que planea introducir Colombia, que puede «ayudar a arreglar la redistribución» de los beneficios de las empresas de hidrocarburos y, además, servir de aliado en la transición hacia una economía limpia.

Para Stiglitz, una de las lecciones de la invasión rusa de Ucrania es que la dependencia de los combustibles fósiles es muy peligrosa.

«El tiempo atmosférico es inestable, pero los dictadores son todavía más inestables», aseguró el economista, quien añadió que el mundo debería coordinarse para poner en marcha una enorme inversión en energías renovables que, además, serviría para estimular el crecimiento económico.

Stiglitz valoró también la reciente ola de victorias progresistas en países de América Latina, y destacó que la agenda a favor de la igualdad de gobiernos como el de Chile o Colombia es también una agenda a favor del crecimiento.

En esta mesa redonda estuvieron también defendiendo sus respectivas reformas el ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, y la viceministra del ramo en Chile, Claudia Sanhueza.

Eliminar los beneficios fiscales de los que disfrutan los más ricos y sectores específicos e imponer un tributo a las rentas más altas son algunas de las medidas de la reforma colombiana que, según recalcó Ocampo, responden a una demanda social que quedó clara en las protestas del año pasado y con el resultado de las elecciones que dieron la Presidencia a Gustavo Petro.

Ocampo defendió también la sobretasa a las ganancias del petróleo y gas que se quiere aprobar, porque del mismo modo que el sector del café contribuyó más cuando disfrutó de su «boom», debería ocurrir lo mismo con los combustibles fósiles.

Tanto Ocampo como Sanhueza defendieron que sus reformas están comprometidas con la consolidación fiscal, y en este sentido la viceministra recalcó que la propuesta chilena busca mejorar el sistema impositivo para hacerlo «más efectivo» y que sirva de herramienta para que el país cuente con un nivel de ingresos permanente con el que funcionar.

Ambos representantes públicos insistieron en la idoneidad de subir la tributación a los ricos en un momento como el actual.

Una apuesta que defendió también la directora de Oxfam, Gabriela Bucher, quien puso a Chile y Colombia como ejemplos de países que están «alzando la voz» por el pueblo y que apuestan por aumentar los impuestos a los que más tienen para reducir la desigualdad.

Joseph Stiglitz se mostró confiado de que estos gobiernos triunfarán en su pretensión de construir una sociedad más igualitaria, lo que a su vez repercutirá en la cantidad de gente que tiene acceso a la educación o la vivienda y estimulará el crecimiento económico.