Managua, 7 abr (EFE).- Los nicaragüenses recibieron en concepto de remesas familiares 309,7 millones de dólares en el primer bimestre de este año, un 9,4 % más que en el mismo período de 2020, informó este miércoles el Banco Central de Nicaragua (BCN).
En el acumulado a febrero de 2021, los nicaragüenses recibieron 26,7 millones de dólares más que lo captado en los dos primeros meses de 2020, cuando sumaron 283 millones de dólares en remesas, indicó el banco emisor del Estado en un informe mensual.
Del total de remesas recibidas a febrero (acumulado), el 60,3 % provino de Estados Unidos (186,8 millones de dólares), seguido de España con un 16 % (49,4 millones de dólares), que ha desplazado del segundo lugar a Costa Rica, que ahora es tercero (13,7 %), según la información oficial.
Luego le siguen, en ese orden, Panamá (3,6 %) y Canadá (1,2 %), que en conjunto a EE.UU., España y Costa Rica, representaron el 94,7 % del total, detalló la fuente.
Las fuentes de remesas procedentes de Canadá registraron un crecimiento interanual de 46,2 %, las de España aumentaron en 24,1 %, y las de Estados Unidos en 16,2 %, precisó la entidad monetaria.
En tanto, las remesas procedentes de Panamá y Costa Rica disminuyeron interanualmente en 20 % y 18,3 %, respectivamente.
Nicaragua captó 1.851,4 millones de dólares en remesas en 2020, un 10 % más que en 2019, según cifras oficiales.
Las remesas representan un 14,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país, que cerró el año pasado en 12.621,5 millones de dólares.
Nicaragua recibió 1.682,4 millones de dólares en remesas familiares en 2019, un 12,1 % más que las recibidas en 2018.
El total de remesas familiares recibido por los nicaragüenses durante 2018 fue de 1.501,2 millones de dólares, en 2017 de 1.390,8 millones de dólares, en 2016 de 1.264,1 millones de dólares, 1.193,4 millones de dólares en 2015, 1.135,8 millones en 2014 y 1.077,7 millones en 2013.
Cerca del 20 % del total de la población de origen nicaragüense, calculada en 6,5 millones de habitantes, vive en el extranjero, principalmente en Estados Unidos y Costa Rica, y se estima que la mitad de ellos lo hacen indocumentados.
