México, 18 nov (EFE).- La desestimación de cargos por narcotráfico y lavado de dinero contra el exsecretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos por un tribunal de Nueva York, impulsado por el Gobierno de Estados Unidos, supone un triunfo diplomático para el Ejecutivo mexicano cocinado a fuego lento.
«Nosotros actuamos a partir de principios y lo que se hizo en este caso fue intervenir en materia política, diplomática, para expresar nuestra inconformidad ante un hecho que se presenta y deciden juzgar en Estados Unidos sin conocimiento de nuestro gobierno», dijo este miércoles en conferencia de prensa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Cienfuegos, secretario durante la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y muy prestigioso entre las tropas, fue detenido el pasado 15 de octubre en Los Ángeles, y desde entonces se desplegó una artillería diplomática ante un caso que ejemplificaba, según el mandatario, la injerencia externa que padece el país.
Esta es la cronología de acciones que llevaron a este hecho sin precedentes, detallada este miércoles por el propio canciller, Marcelo Ebrard.
15 DE OCTUBRE
Detienen al general retirado Salvador Cienfuegos en Los Ángeles (California). El embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, avisa directamente a Ebrard del suceso.
21 DE OCTUBRE
Reunión con el embajador Landau en la que se expresa «verbalmente, la sorpresa y descontento» de México por no haber sido «enterados con anticipación» de la investigación en contra de Cienfuegos.
26 DE OCTUBRE
Ebrard conversa telefónicamente con el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, en la que manifiesta de nuevo el «descontento» del Gobierno mexicano por la «falta de información compartida».
28 DE OCTUBRE
La Cancillería mexicana saca su artillería y envía una nota diplomática a la Embajada de Estados Unidos expresando su «profundo extrañamiento» por la falta de información sobre la investigación.
30 DE OCTUBRE
El director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, recibe físicamente por parte del ministro-consejero de la Embajada de Estados Unidos, John S.Creamer, un oficio de la DEA con un anexo de 743 páginas.
2 DE NOVIEMBRE
Ebrard envía este oficio al fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, para su «análisis en el ámbito de sus competencias».
6 DE NOVIEMBRE
Pasadas las elecciones estadounidenses del 3 de noviembre, el canciller habla por segunda vez por teléfono con Barr para informarle que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene el oficio y el anexo de la DEA para «actuar en el ámbito de su competencia»
Ese mismo día, la FGR solicita de «manera formal», en base al Tratado de Cooperación en materia de Asistencia Jurídica Mutua entre ambos países, tener la «evidencia del caso» en manos del Departamento de Justicia de EE.UU.
11 DE NOVIEMBRE
El Gobierno de México recibe de manera oficial la evidencia del caso por valija diplomática y de conformidad con el tratado mutuo.
17 DE NOVIEMBRE
La FGR y el Departamento de Justicia informan que gracias a su «estrecha relación», el Departamento de Justicia toma la decisión de solicitar a la jueza del caso en Nueva York desestimar los cargos penales, tal y como sucedió este miércoles.
En conferencia de prensa, Ebrard asegura que el acuerdo «no tiene nada que ver» con las elecciones de Estados Unidos, en las que México todavía no reconoce al demócrata Joe Biden como ganador frente al presidente Donald Trump.
¿Y QUÉ SIGUE?
Se espera que en las próximas horas o, en un máximo de pocos días, Salvador Cienfuegos regrese a México «para que pueda ser investigado y, en su caso, procesado acorde con las leyes mexicanas», en una investigación que ha de contar con la cooperación del país vecino.
Por lo pronto, y tal y como dijo Ebrard, Cienfuegos llegará al país como un «ciudadano en libertad».
