Bogotá, 2 dic (EFE).- El gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) de Colombia, Roberto Vélez Vallejo, presentó este viernes su renuncia al cargo y da un paso al costado para que el gremio y el nuevo Gobierno sigan trabajando en conjunto para impulsar el sector.
«Este paso al costado abre un espacio para que, de manera armónica con el actual Gobierno, el gremio siga trabajando por el bienestar de las 540.000 familias caficultoras del país, razón de ser de la institucionalidad cafetera», dijo Vélez durante el 90 Congreso Nacional de Cafeteros.
El directivo, que lideró el 90 Congreso Nacional de Cafeteros, agregó que deja «un gremio unido, un Comité Directivo que sabe trabajar en equipo y tiene claro el direccionamiento institucional, un Congreso Nacional de Cafeteros que sabe para dónde va y promueve las políticas de largo plazo».
El líder gremial también afirmó que el anuncio da inicio a un proceso de sucesión ordenado y pausado en el cual el Congreso Nacional de Cafeteros elegirá al nuevo gerente general en los próximos meses.
Esto, recalcó el comunicado de la Federación, «pensando siempre en lo mejor para los caficultores, para seguir direccionando a la FNC, al gremio y al sector, por la senda de crecimiento y sostenibilidad, como confirman hoy los buenos resultados».
Por otra parte, Vélez valoró los «resultados históricos» que presentó para el sector y con los que entrega el cargo, pues al cierre del año cafetero, octubre de 2021 a septiembre de 2022, el valor de la cosecha alcanzó un récord de 14,5 billones de pesos (un poco más de 3.000 millones de dólares de hoy).
Entre tanto se espera que cierre el año civil en 14 billones de pesos (unos 2.899 millones de dólares de hoy).
Igualmente, entre enero y septiembre, el precio promedio de compra pagado por la FNC a los productores superó los 2,44 millones de pesos (un poco más de 505 dólares), el «más alto de la historia».
Colombia es el mayor productor mundial de café arábigo suave lavado y de su actividad devengan el sustento unas 560.000 familias campesinas. EFE
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