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29 de marzo de 2024

Advierten que el déficit fiscal puede cerrar el año en más de 4%, con nuevo plan de estímulos

El banco Itaú anunció un riesgo al alza en su proyección del balance fiscal para el 2021, en Paraguay, ante la posibilidad de que aumenten los gastos del Estado con el nuevo plan de contención de los efectos de la pandemia.

Por otro lado, prevé que el BCP empiece a incrementar su tasa de referencia en el último trimestre, con dos ajustes de 0,25 puntos, y para el 2022 espera que el indicador llegue a 3,5%, ya cerca de los niveles pre-COVID.

El recrudecimiento de la emergencia sanitaria por COVID-19 llevó al Gobierno a elaborar un nuevo plan de estímulos fiscales, a través de un proyecto de Ley que ya fue presentado al Congreso Nacional y prevé la inyección de USD 350 millones.

Estos recursos representan 1% del producto interno bruto (PIB) del país y su utilización puede llevar a que el déficit fiscal cierre el 2021 por encima de 4% del PIB, según sostiene el banco Itaú en su más reciente informe “Escenario Macro Paraguay”.

De esta manera, la entidad de origen brasileño advierte un riesgo al alza en su proyección del resultado fiscal para el 2021.

“El déficit fiscal retrocedió durante los primeros cuatro meses del año debido a la recuperación de ingresos y menores gastos de COVID-19, ambos apoyados por una base de comparación favorable. Esperamos un déficit fiscal de 4.0% del PIB este año, pero las posibles medidas de gasto agregan riesgos al alza a nuestra proyección de déficit fiscal”, sostiene la presentación de las proyecciones de Itaú.

La expectativa de reducción del déficit fiscal, respecto al nivel de 6,1% en que cerró el 2020, está sostenida por el pronóstico de recuperación económica y un menor estímulo fiscal asociado al brote de coronavirus, explica Itaú. Agrega que la deuda pública bruta ascenderá a 35,5% del PIB en el 2021, desde el 34,3% en que se ubicó el año pasado y para retroceder levemente, a 34,5%, en el 2022.

“Observamos que la pandemia representa un riesgo de consolidación fiscal más lenta, como sugiere el nuevo estímulo planeado por las autoridades”, asevera la firma.

Itaú también recuerda que la agencia calificadora Standard and Poor´s mantuvo la nota de riesgo de Paraguay en BB con perspectiva estable, basada en la expectativa de una recuperación económica que permitiría una reducción del déficit fiscal.

Una diferencia entre gastos e ingresos en las arcas del Estado que llegue este año al 4% del PIB es también la estimación que maneja el Gobierno en su plan de convergencia a los límites que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), y que prevé retornar al 1,5% para el 2024.

La última ocasión en que el déficit fiscal estuvo por debajo de este tope fue en el 2018, cuando cerró en 1,3%, ya que en el 2019 se acudió a la cláusula de escape prevista para los años económicos malos y el déficit aumentó a 2,8% del PIB

Cambios en la política monetaria y más inflación

La corrección que sí efectuó el banco Itaú, pero a la baja, fue al nivel en que espera que la tasa de política monetaria (TPM) cierre el presente año. La firma prevé ahora que el indicador se sitúe en 1,25% en diciembre próximo, con dos subas de 25 puntos básicos que se apliquen en el último trimestre a la actual tasa de 0,75%.

Lea también: La tasa de referencia cumple un año en su histórico nivel de 0,75%

La estimación anterior situaba a este indicador en un nivel de 1,5% para finales del 2021 y el recorte se realizó a pesar de haber incrementado el pronóstico de inflación, de 3% a 3,5%, desde el informe de mayo.

Aún con este último ajuste, la variación de precios de la canasta básica seguiría por debajo -pero ya más cerca- de la meta de 4% del Banco Central del Paraguay (BCP). Esto, luego de que la inflación cerrara el 2020 en apenas 2,2%, al filo del piso del rango de 2% a 6% en que se permite fluctuar a este indicador, y con la expectativa de que en el 2022 ya converja al 4%, siempre según las proyecciones de Itaú.

“Revisamos nuestro pronóstico de inflación para este año a 3,5% (en comparación con nuestro escenario anterior de 3,0%), lo que refleja la presión alcista de los precios de la energía y las materias primas, que esperamos se mitigue con una brecha de producción aún negativa”, comenta el banco.

Con estos elementos, la entidad considera que la tasa de interés de referencia del BCP subirá a 3,5% en el 2022 y se ubicará cerca del nivel de 4% en que se encontraba antes de la pandemia. Itaú aclara que estos vaticinios para la TPM se contemplan toda vez que “la brecha del producto comience a reducirse más claramente”.

Crecimiento 2021

Itaú prevé un crecimiento del PIB del 3,5% en el 2021, que estaría respaldado por un arrastre estadístico positivo -al estar comparando con un desempeño negativo en el 2020, fenómeno conocido como rebote económico- y mejores términos de intercambio para las exportaciones -principalmente por los precios más altos de la soja-.

Sin embargo, advierte que el alto contagio de COVID-19 y una lenta campaña de vacunación todavía son factores que impiden a la economía paraguaya beneficiarse de un entorno externo más benigno, incluido un crecimiento más fuerte en Brasil.

Los elevados precios de la soja también ayudarán a que Paraguay alcance un saldo comercial (más exportaciones que importaciones) y de cuenta corriente de USD 2.300 millones y 3,7% del PIB, respectivamente, mientras que para la cotización del dólar se avizora un cierre de año en G. 6.700

“Observamos que, dados los precios más altos de las materias primas, la liquidación de las exportaciones probablemente respaldará la dinámica de la moneda en el corto plazo, compensando la debilidad del comercio fronterizo”, considera Itaú.

Para el 2022, el banco prevé un crecimiento económico de 4% y un dólar a G. 6.900.

No obstante, estos continuos años de expansión de la producción nacional no serán suficiente para una recuperación plena de los ingresos de la población, ya que el PIB per cápita se situaría en USD 5.098 y USD 5.455 hasta el año que viene, por encima de los USD 4.906 en que se situó en 2020, pero aún por debajo de los USD 5.771 observados en el 2018 -el último ejercicio anual positivo para la economía paraguaya-.

Lea también: Estiman rebote económico de hasta 4,5% en 2021, pero con ingresos de la población aún sin recuperarse

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El Gobierno saliente decidió incorporar en el pasivo nacional los alrededor de USD 500 millones que se arrastran desde la pandemia como compromisos sin contabilizar. Esto se suma a una suba de ingresos menor a lo previsto para alterar el plan de convergencia fiscal.

Se calcula que el déficit fiscal cerrará el presente año en torno a 3% del PIB y el viceministro de Administración Financiera, Marco Elizeche, ya anunció que solicitarán al Congreso poder sobrepasar el tope de 2,3% que se había aprobado en el Presupuesto de este año.

Beltrán Machi, presidente de Asoban y Feprinco, ve con buenos ojos esta decisión de dejar de “castigar” al sector privado y considera que el equipo de Santiago Peña recibirá el voto de confianza para seguir en el camino al grado de inversión.