Rosario, Puerto Antequera, Villeta, Asunción e Itá Enramada son las localidades más afectadas por la sequía prolongada que trae consigo una importante disminución del caudal hídrico en el río Paraguay.
De acuerdo con los datos de la Dirección de Meteorología e Hidrología en dichos puntos el nivel del agua disminuyó entre 3 a 6 centímetros en tan solo 24 horas. En lo que respecta a la capital del país se encuentra en -1,30 a la fecha, siendo así la localidad más crítica.
Esta situación agrava la situación de navegabilidad y genera dificultades en el transporte fluvial que constituye el medio para exportación de productos e importación de materias primas a nuestro país.
Así también un factor importante es que la falta de lluvias, tanto a nivel nacional como regional, impide la recarga de nuestros acuíferos, lo que podría afectar al abastecimiento de agua potable a las comunidades teniendo en cuenta que aproximadamente el 80% del consumo de agua de la población nacional se dan a través del aprovechamiento de las aguas subterráneas.
Desde la Dirección General de Recursos Hídricos también resaltaron que la crisis hídrica afecta a la vida acuática. “Con los bajos niveles de agua aumenta la competencia por el oxígeno y las altas temperaturas del ambiente puede calentar las aguas de los cauces pudiendo generar más estrés y daño a la fauna íctica pudiendo causar mortandad de peces, especialmente en áreas aisladas del cauce principal que se convierten en pequeñas lagunas”, manifestó David Fariña, director de la dependencia.
En ese sentido, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) informó que está coordinando medidas para evitar pérdidas de los recursos acuáticos ante la prolongada sequía, en un trabajo en conjunto con el sector pesquero.
Además, solicitó a las instituciones competentes que apliquen de manera urgente planes de contingencia para mitigar los efectos de la sequía que podría aumentar si las condiciones actuales persisten.