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28 de marzo de 2024

Hacienda ajusta a -4% la caída de la recaudación tributaria para el 2020

La estimación es inferior a la merma de -10% que se calculó inicialmente, como efecto de la pandemia, y no descartan la posibilidad de “empatar” al desempeño 2019. Destacan avances en formalización, en informe de rendición de cuentas.

La administración del Estado no se salvó de las dificultades económicas que trajo consigo la pandemia de COVID-19 y a lo largo del 2020 tuvo que lidiar con una significativa reducción de los ingresos fiscales.

Sin embargo, la gradual reapertura que experimenta la economía paraguaya desde mediados de año lleva al Ministerio de Hacienda a suavizar la caída con que estima que las recaudaciones cerrarán el presente ejercicio anual.  

Inicialmente se esperaba que las recaudaciones tributarias sufrieran una reducción de -10% desde los G. 13,9 billones registrados en el 2019. Esta proyección se corrigió a -4% y no se descarta la posibilidad de que inclusive se llegue a “empatar” con los resultados del año pasado, informó Óscar Orué, viceministro de Tributación, en el acto de Rendición de Cuentas de la cartera de Estado.

“Vamos a cerrar el año mucho mejor de lo que habíamos esperado. Tenemos todavía algunos días, vamos a ver cómo cerramos, a lo mejor podemos empatar técnicamente  

Por su parte, los créditos fiscales experimentan una disminución de -69,3% en comparación con los números registrados en el 2019, ya que hasta este diciembre suman G. 382.122 millones. Recordó que a partir de abril se suspendieron la devolución y la utilización de los créditos fiscales, lo cual explica la mencionada reducción.

“No obstante, desde enero del 2021 se va a estar regularizando todo lo que corresponde a créditos fiscales”, agregó.

El titular de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) reconoció que el 2020 impuso el desafío de iniciar la implementación de la reforma tributaria al mismo tiempo que se debían establecer flexibilizaciones para los contribuyentes, a fin de que pudieran enfrentar los efectos de la emergencia sanitaria.

“El desafío era el doble, porque por un lado teníamos que recaudar, pero por otro lado teníamos que establecer flexibilizaciones para todos los contribuyentes. Desde ese punto de vista, tuvimos que ser creativos para poder ayudar a las empresas a que se sigan manteniendo, prorrogar impuestos en algunos casos, y también establecer medidas de reducción”, expresó.

Orué también resaltó el incremento de 10,9% que se logró este año con el número de contribuyentes, que ascendió a 98.384 inscriptos. Admitió la sorpresa que generó este resultado, por haberse dado en plena pandemia; y consideró que fue propulsado por la situación de personas que perdieron sus trabajos y tuvieron que migrar al emprendimiento de actividades comerciales o de servicios.

“La idea siempre es la ampliación de la base tributaria, estamos trabajando para eso, para formalizar la mayor cantidad de gente porque ese es un punto muy importante en la economía, especialmente en un momento en el cual estamos implementando una reforma tributaria y establecimos unos regímenes que son bien sencillos para que todos puedan cumplir con las obligaciones en forma fácil”, manifestó.

Planificación no cumplida

El mencionado mejoramiento en el desempeño de ciertos componentes de los ingresos tributarios, sin embargo, no alcanzó para que la cifra global alcanzara al monto que se había planificado en la elaboración del Presupuesto 2020. Desde la estimación de G. 25,7 billones que inicialmente se previó reunir, Hacienda estima que cerrará el año en G. 22,4 billones.  

“Dejamos de recaudar cerca de G. 3 billones, eso equivale a USD 450 millones menos que tuvimos para maniobrar dentro del Presupuesto. Eso nos ha obligado a tomar medidas drásticas en materia de racionalización del gasto”, sostuvo a su vez el viceministro de Administración Financiera, Marco Elizeche.

“Casi un 50% de todos aquellos gastos no prioritarios han sido afectados: hemos reasignado todos los recursos relacionados a viáticos, gastos de oficina, combustibles, horas extra, para dar más espacio fiscal y garantizar la ejecución de los programas sociales”, añadió.

Recalcó que menos del 20% de los USD 1.600 millones obtenidos con la Ley de Emergencia se destinó a gastos salariales, principalmente para el sector salud, educación y fuerzas públicas. Mencionó también a la ejecución del Fogapy (Fondo de Garantías del Paraguay), el subsidio a los trabajadores formales a través del Instituto de Previsión Social (IPS), el subsidio de la Ande (Administración Nacional de Electricidad) y demás servicios básicos.

En el terreno de los programas sociales, informó que el Subsidio de Emergencia Sanitaria Pytyvô desembolsó un total de USD 189 millones, con dos pagos a más de 1,1 millones de personas, mientras que el Pytyvô 2.0 proveyó de USD 110 millones con dos pagos a más de 700.000 beneficiarios.

Entre los beneficios adicionales, destacó el aporte a la formalización que generó el pago electrónico utilizado en Pytyvô, con más de 8.000 nuevos comercios con servicio de pos en todo el país.

“El 70% de las compras se hicieron en comercios pequeños generando un efecto derrame importante, sobre todo en el interior del país. El 98% de los beneficiarios pudieron cobrar y solo el 2% tuvo algún tipo de inconvenientes o no utilizaron el instrumento”, aseveró.

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