Nueva York, 18 sep (EFE).- Brasil quiere ser «suelo fértil» para las inversiones extranjeras en el sector energético, dijo a EFE el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, durante un viaje a Nueva York, donde este lunes está presentando los proyectos de transición energética del país.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva busca captar inversiones en líneas de transmisión, en proyectos de generación de fuentes renovables, como eólica, solar e hidrógeno verde, así como biocombustibles y petróleo y gas.
Silveira dijo que Brasil tiene «de todo» para ser protagonista mundial de la transición energética, recordando que el país suramericano ya produce el 88 % de su electricidad con fuentes renovables, principalmente a partir de hidroeléctricas.
Uno de los principales proyectos de inversión que impulsa el Gobierno brasileño se encuentra en el área de transmisión, en el que tiene previsto captar 60.000 millones de reales (unos 12.300 millones de dólares) en los próximos meses, según dijo el titular de Minas y Energía.
El ministro afirmó que «Brasil ya decidió que hará una transición energética segura e inclusiva», pero recalcó que para financiar este proceso necesita seguir recurriendo a la explotación del petróleo.
En concreto, defendió los planes de Petrobras, la petrolera estatal brasileña, de explorar la existencia de hidrocarburos en la cuenca marina de la desembocadura del Amazonas, que según cálculos preliminares podría albergar importantes reservas de petróleo y gas.
Aseguró que el pueblo brasileño «tiene derecho» a conocer el tamaño de «las potencialidades minerales que están enterradas en el suelo o en el mar, para que pueda decidir soberanamente» sobre su explotación.
El pasado mayo, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) denegó a Petrobras la concesión de la licencia ambiental necesaria para iniciar las perforaciones en esa cuenca marina, ubicada a unos 185 kilómetros de la costa del estado amazónico de Amapá.
Petrobras recurrió esa decisión y actualmente aguarda un nuevo dictamen del organismo regulador ambiental, que expresó su preocupación porque se trata de «una región sensible» con una rica biodiversidad y tres áreas protegidas.
Silveira defendió que el Ibama y el Ministerio de Medio Ambiente «apunten todos los condicionantes adecuados y legales necesarios» para autorizar la explotación de crudo por parte de Petrobras, que deberá «cumplirlos con total seguridad ambiental».