Buenos Aires, 9 sep (EFE).- Un grupo de manifestantes se concentró este miércoles ante la embajada de Paraguay en Buenos Aires para mostrar su repudio por la muerte de dos niñas argentinas el miércoles pasado en el país guaraní en choques entre el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Los asistentes llegaron a una embajada acordonada por la policía, con pancartas y fotos del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, con la palabra «asesino», y leyeron por megafonía un comunicado dirigido al embajador de Paraguay en Argentina, Julio César Vera Cáceres, firmado por 30 organizaciones sociales.
«Repudiamos y denunciamos, nacional e internacionalmente, el accionar criminal del Estado paraguayo que asesinó a 2 niñas de 11 años, de nacionalidad argentina, presentadas como guerrilleras a la opinión pública, el pasado miércoles 2 de septiembre en la estancia ‘El Paraíso’, ubicada en la ciudad de Yby Yaú, en el departamento de Concepción, al norte de la República del Paraguay», destaca el comunicado.
En el texto también piden a la Cancillería argentina «que asuma la responsabilidad en la defensa del caso de las menores, que se encargue de la repatriación de sus cuerpos», y solicitan la renuncia del presidente Benítez.
«Estas niñas fueron presentadas como supuestas guerrilleras, hay un montaje absoluto por parte del Gobierno de Mario Abdo Benítez y es lo que venimos a denunciar, queremos que se investigue lo que pasó», señaló a Efe Lila, migrante paraguaya en Argentina e integrante de la Secretaría de Trabajadores Migrantes y Refugiados.
Según el Gobierno paraguayo, los hechos ocurrieron el miércoles pasado en el norteño departamento de Concepción durante dos choques entre policías y miembros del EPP.
El Ejecutivo afirma que las niñas nacieron en Paraguay y que crecieron en Argentina, desde donde salieron en noviembre pasado para visitar a sus padres en el campamento guerrillero.
Además, señala que las niñas tomaron parte en los enfrentamientos y responsabiliza de sus muertes al EPP por reclutar en sus filas a menores, apuntando a que serían hijas de algunos de sus líderes.