Tegucigalpa, 5 oct (EFE). – Las MiPymes pueden ser un sector «clave» en la recuperación económica de Honduras en la poscrisis por la COVID-19, pero requieren apoyo financiero, según el presidente de la Federación Hondureña de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Femise), José Castañeda.
«La situación (para las MiPymes) se vislumbra bastante complicada, porque no hay fortalecimiento de la economía a través de políticas de Estado, políticas públicas, e inclusive políticas privadas», dijo Castañeda en una entrevista con Efe en Tegucigalpa.
Las MiPymes pueden ser un sector «clave» en la recuperación económica del país, pero necesitan medidas que faciliten su situación y les proporcionen liquidez, añadió.
Destacó la importancia de que las políticas públicas estén encaminadas al fortalecimiento de las MiPymes y que estas empresas tengan un mejor acceso financiero y a mercados.
Castañeda propone que el Gobierno invierta de manera directa en la micro, pequeña y mediana empresa, mejora la educación para formar a los emprendedores y garantizar una mayor facilidad en temas de reglamentación.
FALTA POLÍTICA «COHERENTE»
Lamentó que Honduras no tenga una política de Estado «coherente con la realidad económica del país», ya en crisis desde hace años y profundizada por la pandemia del coronavirus.
La COVID-19 también ha «acelerado la espiral descendente económica que llevamos ya por varios años, por lo menos tres quinquenios, ese descenso se ha acelerado con el impacto económico de la pandemia», subrayó.
Previo al coronavirus SARS-CoV-2, que ya deja cerca de 80.000 personas contagiadas y 2.422 muertos en Honduras, existían en el país alrededor de un millón de MiPymes, pero con la pandemia «se han ido del mercado entre el 53 % y 54 %», es decir que «no van a poder reabrir», enfatizó Castañeda.
«Los MiPymes quedamos en indefensión económica porque nos tocó pagar renta y los financiamientos, sin generar ingresos, eso ha inducido a que muchas empresas no puedan volver abrir sus puertas, muchos de ellos perdieron sus equipos porque se quedaron en pago por la renta adeudada», explicó.
EN RIESGO SU SUPERVIVENCIA
El 46 % de las MiPymes ve su supervivencia en riesgo si la crisis de la COVID-19 se prolonga, señaló Castañeda, quien vaticinó que la reapertura económica y la movilización de más personas «la curva de contagios se va incrementar» en el país.
Las MiPymes han registrado una caída de ingresos por el cierre obligatorio decretado por el Gobierno, la falta de demanda y la imposibilidad de llevar a cabo su actividad, añadió.
Por ello, las expectativas para las micro, pequeñas y medianas empresas son «muy difíciles y precarias, no son muy positivas», aseguró el presidente de la Femise.
Las condiciones para los pequeños negocios «no son muy positivas, porque no hay suficiente circulante en el mercado para que haya consumo, la gente sale a la calle porque estaba desesperada en las casas, pero no sale a consumir», subrayó.
GOBIERNO Y GRANDES EMPRESAS DEBEN «APALANCAR» A MIPYMES
En su opinión, los grandes contribuyentes del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras son los sectores de comunicaciones, energía y financiero con el 66 %, pero son los que menos empleos generan, indicó Castañeda.
Las MiPymes contribuyen con el 34 % al PIB y generan el 74 % de los empleos en Honduras, es decir, ofrecen puestos de trabajo a más de 900.000 personas en el país, según cifras oficiales.
Dijo además que el Gobierno y las grandes empresas deberían «apalancar» a las MiPymes para mantener «estabilidad» en la economía hondureña.
«La pandemia ha venido a poner en evidencia las falencias que pasan en la economía del país a través de las malas decisiones y la gran variable, que ya es de fama mundial, la gran corrupción», destacó Castañeda.
El alza en el número de contagios con COVID-19, disminuirá más la demanda de productos y servicios, por lo que el panorama para las MiPymes hondureñas «es sumamente complicado», porque más empresas cerrarán y aumentará la tasa de desempleo en el país, añadió.
La crisis derivada de la pandemia también elevará la informalidad, la pobreza y la indigencia en Honduras, donde muchas empresas pasarán a operar en «la clandestinidad», subrayó el directivo de la MiPymes.