La Paz, 14 may (EFE).- El Gobierno de Bolivia y los sindicatos de transporte de carga pesada terrestre firmaron este viernes un nuevo acuerdo para frenar las protestas por la reactivación de las pruebas piloto del ferrocarril hacia Chile, que ese sector consideró atenta contra sus fuentes de trabajo.
«Los transportistas se comprometen a levantar los bloqueos en los diferentes puntos del territorio nacional», señala una de las partes principales del acta de la reunión que sostuvo el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, con los dirigentes de los gremios en protesta en Cochabamba.
El documento también estableció que «se informó» a los transportistas de que la empresa Ferroviaria Andina S.A. decidió de forma «libre y voluntaria» suspender las pruebas del ferrocarril en el tramo entre el puerto chileno de Arica y el departamento boliviano de La Paz.
El acuerdo señala que se instalarán «mesas de trabajo» y «realizar inspecciones» para identificar las principales dificultades en cuanto a la logística de transporte que comenzarán a desarrollarse en junio, junto a otros puntos como la rapidez de trámites, entre otros.
Este es el segundo acuerdo que ambas partes firman esta semana en relación al ferrocarril entre Arica y La Paz y que llevó a los transportistas de carga pesada a declarar un paro indefinido por considerar de que la habilitación del tren afecta al menos a 2.000 de los cerca de 10.000 afiliados que realizan esa labor.
Pese a la firma de un documento inicial, el paro y los bloqueos de carreteras se mantuvieron al punto de afectar, como en esta jornada, la principal carretera que conecta el occidente con el oriente del país.
La pasada semana, se realizaron las pruebas de funcionamiento del ferrocarril tanto en el lado chileno como boliviano, que se restituyó luego de casi 16 años, y que concluyeron con la llegada el pasado sábado del ferrocarril a suelo boliviano con 442 toneladas de bobinas de acero.
También los trabajadores ferroviarios vinculados a ese proyecto se manifestaron con un plantón en Potosí, en el sureste del país, para ratificar un pronunciamiento anterior en el que consideraron que el ferrocarril incrementaría el flujo de carga y que no era cierto que su reactivación traería un perjuicio al transporte de carga por carretera.
El ferrocarril entre Arica y La Paz tiene una relación histórica con la centenaria controversia por el acceso al mar entre Bolivia y Chile ya que se constituye en un aspecto importante que figura en el tratado de 1904 que firmaron ambos países tras la guerra del Pacífico a finales del siglo XIX.