Río de Janeiro, 25 mar (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, firmó este viernes un decreto ejecutivo que establece nuevas reglas para el teletrabajo, con el fin de adecuar la legislación a las demandas que surgieron durante el confinamiento que los gobiernos regionales impusieron por la pandemia de la covid.
Entre las nuevas normas destaca la que le permite a las empresas adoptar el modelo híbrido de trabajo, que combina jornadas en la sede de la empresa y otras en casa, y la que permite a los teletrabajadores residir en ciudades o hasta países diferentes a donde firmó su contrato.
El secretario ejecutivo (viceministro) del Ministerio de Trabajo, Bruno Dalcolmo, explicó que las normas flexibilizan la legislación laboral para permitir que las empresas adopten el modelo de teletrabajo o el modelo híbrido, que puede tener prevalencia tanto del presencial como del remoto.
«Hasta ahora lo que existía era un modelo excluyente: o la persona estaba en teletrabajo o en presencial. Las personas quieren algo flexible y las empresas consideran que sus trabajadores tienen que estar en algún momento en sus sedes. La medida permite esa flexibilidad», dijo.
Según el decreto, la presencia del trabajador en el lugar de trabajo para reuniones o tareas específicas, así sea de forma habitual, no significa que pueda dejar de ser considerado legalmente como un teletrabajador.
La nueva legislación también prevé que el teletrabajador puede ser contratado por jornada (media o entera), por producción o por tarea. Para ello deja sin vigencia las normas de la legislación laborista que prevén el control de la jornada en los casos en que el trabajador sea contratado por tareas o por producción.
Igualmente permite que, en caso de que el teletrabajador sea contratado por jornada, la empresa establezca alguna herramienta de control remoto de las horas trabajadas para determinar el pago de horas extras en caso de que supere la jornada regular.
La norma indica que los trabajadores con alguna deficiencia o con hijos menores de cuatro años tendrán prioridad en el momento en que las empresas opten por adoptar el teletrabajo.
En cuanto a la posibilidad del teletrabajo en otra ciudad, una modalidad que ha crecido desde la pandemia, la norma la prevé pero aclara que el trabajador tendrá que respetar la legislación laboral del país en que esté establecida la empresa.
«Lo que vale es la legislación del lugar en donde el trabajador firmó el contrato. No hay problema si vive en otra ciudad o en otro país desde que eso esté previsto en su contrato», explicó Dalcolmo.
Otra norma aclara que no hay diferencia entre el trabajador presencial y el teletrabajador en cuanto al salario, por lo que las empresas no pueden reducir el salario de quienes trabajan en casa.
El decreto ejecutivo firmado hoy por Bolsonaro en un acto especial en el Palacio presidencial de Planalto entrará en vigor después de que sea publicado en el Diario Oficial, lo que está previsto para el lunes, pero aún tendrá que ser aprobado por el Congreso, que puede introducir algunas modificaciones o hasta rechazar el texto.
Brasil reglamentó el teletrabajo en 2017 mediante una reforma a la legislación laborista para adaptar la legislación a una modalidad de trabajo ya ofrecida por algunas empresas y practicada por algunos trabajadores pero que carecía de reglas.
Pero el confinamiento impuesto por gobiernos regionales y municipales para hacer frente a la pandemia obligó a numerosas empresas a adoptar el teletrabajo y dejó clara que la legislación tenía varias carencias.
El reciente y lento proceso de regreso de los trabajadores a las sedes de sus empresas y la decisión de algunas compañías de permitir el modelo híbrido también dejó clara la necesidad de una nueva reglamentación.
Según el estatal Instituto de Estudios Económicos Aplicados (IPEA), en 2020, el primer año de la pandemia, la décima parte de los trabajadores brasileños practicó el llamado trabajo remoto.