Puerto Valdivia (Colombia), 14 dic (EFE).- Más de 4.000 personas que habitan en las riberas del río Cauca, aguas abajo de la represa de la hidroeléctrica de Ituango, en el noroeste de Colombia, fueron evacuadas este miércoles ante las pruebas de puesta en funcionamiento de las primeras turbinas de esa central, que transcurrieron con éxito y dieron luz verde para su operación comercial.
Se trató de una evacuación preventiva que solicitó la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) debido a los problemas que tuvo la hidroeléctrica en 2018, cuando estaba en construcción.
En abril de ese año se derrumbó uno de los túneles y los ingenieros decidieron inundar la casa de máquinas para evitar que las aguas del Cauca rompieran el muro de la represa en construcción, lo que podría haber causado una catástrofe en los pueblos ribereños.
El ejercicio de este miércoles comenzó a las 8.00 hora local (13.00 GMT) y abarcó 2.573 viviendas de los municipios de Ituango, Briceño, Valdivia y Tarazá, en el departamento Antioquia, donde fueron habilitados 17 puntos de concentración para 4.010 personas.
«Le voy a ser sincera, hace cuatro años había mucha zozobra, mucha incertidumbre, pero como sabemos, al proyecto le han trabajado y las comunidades nos sentimos más seguras», expresó a EFE Silvia Estela Londoño, líder del sector de El Retén, en Puerto Valdivia, quien estuvo ayudando a organizar a unas 200 personas en un coliseo.
Londoño recordó que durante la contingencia de 2018 vivieron «días traumáticos» y tuvieron que salir de sus casas «como un ladrón» por el temor a que el agua arrasara todo.
Esta vez, sin prisas, los primeros en desalojar fueron los residentes de los sectores de La Arrocera y La Iglesia, en Puerto Valdivia, donde en aquel año una creciente relacionada con la obra provocó la caída del puente Simón Bolívar y una inundación afectó a por lo menos 600 personas.
JORNADA ATÍPICA
Pese a que la evacuación no paró por completo la actividad de este caserío, la mayoría de sus habitantes se concentró en el Coliseo Roberto Gallego donde un grupo de mujeres preparaba los alimentos, adultos mayores esperaban sentados en sillas de ruedas, los hombres jugaban cartas y los niños participaban en actividades recreativas en la atípica jornada.
Londoño contó que en ese punto esperaban a unas 600 personas, pero «mucha gente no vino sino que decidió irse para sus fincas, donde amigos o a sitios de recreación» a pasar el tiempo mientras en la casa de máquinas de Hidroituango avanzaban las pruebas.
El primer ensayo transcurrió sin problemas, lo mismo que el segundo, según informó Empresas Públicas de Medellín (EPM), que gestiona la obra de la hidroeléctrica.
Para la joven Yiliana Jiménez, quien desde la terraza de su casa vigiló durante la mañana el río Cauca, no fue un día particular. Se levantó tranquila pero algo indispuesta por su embarazo, así que decidió no participar en la evacuación pese a estar en la zona de mayor riesgo.
«Miraba si aumentaba el caudal, pero no aumentó. Después vi en las noticias que pasaron las pruebas de las dos turbinas», comentó a EFE Jiménez, quien señaló que en ese caserío «mucha gente no está tranquila» con la hidroeléctrica.
Tras las pruebas, la gente comenzó a regresar a sus casas, a eso del mediodía, una vez las autoridades dieron un parte de normalidad.
TODO LISTO PARA LA OPERACIÓN COMERCIAL
El director técnico de manejo de desastres del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran), Alejandro Holguín, señaló que en el ejercicio de evacuación participó más del 90 % de las personas consideradas prioritarias y calificó su resultado como «muy satisfactorio».
«Unas 4.010 personas evacuaron y participaron en las actividades en los municipios», dijo Holguín a periodistas, y agregó que las pruebas mostraron que «las comunidades no están en riesgo».
Mientras los pobladores regresaban a sus viviendas después de una evacuación que no superó las cuatro horas, el gerente general de EPM, Jorge Andrés Carrillo, anunció desde la central que, a partir de hoy, «el proyecto hidroeléctrico Ituango se convierte en la central hidroeléctrica Ituango», al superar todos los requisitos y «está habilitada para su operación comercial».
Esta obra comenzó en 2010 y debía estar terminada en 2018, pero el derrumbe de un túnel de desviación del río Cauca obligó a los constructores a inundar la sala de máquinas, que estaba casi terminada, lo que causó millonarias pérdidas económicas.
Cuando esta obra, la mayor hidroeléctrica de Colombia ponga en funcionamiento sus ocho turbinas, tendrá una capacidad instalada de generación de 2.400 megavatios y producirá el 17 % de la energía consumida en el país.
Jeimmy Paola Sierra