Buenos Aires, 17 feb (EFE).- Un grupo de acreedores de Argentina liderado por grandes fondos de inversión cuestionó este miércoles el retraso en la firma de un acuerdo entre e país suramericano y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas por 45.000 millones de dólares.
El Grupo Ad Hoc de los Tenedores de Bonos de Canje de Argentina dijo en un comunicado que el acuerdo con el FMI que Argentina «necesita desesperadamente» ha sido «subordinado a la política».
Para los acreedores, «un programa con el FMI es la única fuente de anclajes de políticas y de un marco creíble a mediano plazo que pueda traer estabilidad».
«Sin embargo, el Gobierno parece estar contemplando seriamente retrasar un acuerdo con el FMI para tener la libertad de continuar con sus políticas insostenibles por más tiempo», afirmó el grupo, uno de los tres comités con el que Argentina entabló en 2020 duras negociaciones para reestructurar bonos de ley extranjera por 63.375 millones de dólares.
Argentina solicitó abrir negociaciones con el FMI en agosto pasado y desde entonces ha habido varios contactos con miras a lograr un acuerdo antes de mayo, cuando Argentina debe afrontar un pago por 2.460 millones de dólares con el Club de París.
Pero en los últimos días esa posibilidad se ha puesto en duda.
«MALAS DECISIONES»
Los acreedores también acusaron al Gobierno de Alberto Fernández de tomar «malas decisiones» que afectan las posibilidades de recuperación económica del país suramericano, que arrastra tres años de profunda recesión.
El comité dijo que, con la reestructuración de deuda concretada en 2020, los precios de las materias primas agrícolas cerca de máximos históricos y «un repunte natural de la actividad económica desde los mínimos pandémicos, Argentina debería beneficiarse de vientos de cola significativos».
Sin embargo, observó el grupo, desde que el Gobierno concluyó en septiembre la reestructuración de deuda en dólares de ley local y extranjera, «las condiciones macroeconómicas locales han continuado deteriorándose».
Según el grupo, «las malas decisiones políticas están socavando las posibilidades de una recuperación sostenible».
«En lugar de mover la política en una dirección positiva, el Gobierno ha utilizado en gran medida el respiro como una oportunidad para retrasar decisiones difíciles y continuar con políticas insostenibles», afirmaron los acreedores.
Marcaron su preocupación por el deterioro de las cuentas externas de Argentina, el nivel de reservas monetarias, la alta inflación y la falta de un marco de políticas «creíbles» de mediano plazo.
«La gran tragedia es que la imposibilidad de articular una vía de política creíble impide la estabilidad y el crecimiento en lo que podría ser una economía competitiva si tan sólo las autoridades optaran por anclar las políticas económicas en torno a un marco macroeconómico coherente con el apoyo del FMI», señalaron.