Buenos Aires, 13 ene (EFE).- El presidente argentino, Alberto Fernández, visitó este miércoles la empresa metalúrgica Maro S.A., que tras una inversión conjunta de más de 9 millones de dólares fabricará piezas para la nueva Volkswagen Taos, un anuncio que llega apenas dos días después de que Ford comunicara el cierre de sus tres fábricas en Brasil.
«Me alegra que Volkswagen siga apostando a la Argentina», aseveró Fernández durante un recorrido por la empresa, ubicada en el municipio bonaerense de Baradero, situado unos 150 kilómetros al noroeste de la capital argentina.
Con una inversión total de 9,5 millones de dólares, Maro y Volkswagen construirán una nave de 1.550 metros cuadrados dedicada a tres líneas de producción, junto con otro espacio para la fabricación de otros componentes en un futuro.
Gracias a este acuerdo, Maro S.A., una empresa fundada en 1978 y que cuenta con capitales exclusivamente argentinos, podrá incorporar a 90 nuevos trabajadores para su plantilla de 302 empleados, en una firma que produce más de 140 piezas para vehículos de marcas como Volkswagen, Toyota, Honda y Daimler.
«Nuestra preocupación es que los autos que se hacen en Argentina cada vez tengan más componentes que se fabriquen en nuestro país (…). Me pone muy contento que estén de pie, con fuerza y generando empleo para los argentinos”, manifestó el mandatario del país suramericano.
Durante el acto también intervino el presidente de Maro S.A., Walter Rodríguez, que subrayó la importancia del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para la supervivencia de la compañía durante los peores meses de la pandemia por coronavirus.
«Fue un punto de quiebre. No sabíamos si la empresa podría continuar o no y esa ayuda nos salvó la vida», señaló el empresario.
Esta inversión conjunta entre Maro S.A. y Volkswagen llega después de que Ford anunció el lunes pasado que en 2021 cerrará sus tres plantas de producción en Brasil como parte de una restructuración de sus operaciones en Latinoamérica, que le va a suponer unos costes de 4.100 millones de dólares.
La producción cesará «inmediatamente» en las plantas de Camacari y Taubaté, aunque continuarán suministrando componentes «durante varios meses para dar apoyo a los inventarios», mientras que su planta de Horizonte seguirá operando hasta el cuarto trimestre de 2021, según la empresa.
En ese sentido, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, lamentó la pérdida de 5.000 empleos en el país como consecuencia de este anuncio y dijo que la empresa estadounidense ocultó parte de la verdad y que lo que quería eran más subsidios.