La Paz, 13 feb (EFE).- El Gobierno de Bolivia dispuso ampliar la suspensión del ingreso de vuelos procedentes de Europa hasta el próximo 15 de marzo para evitar más contagios de la covid-19 en el país.
Este sábado se conoció públicamente un decreto firmado por el presidente boliviano, Luis Arce, y sus ministros que amplía por segunda vez la restricción de vuelos desde Europa vigente desde el pasado 25 de diciembre.
Una de las razones para la decisión inicial fue evitar que ingrese al país la variante del coronavirus identificada en el Reino Unido «a fin de preservar la vida, la salud y la integridad de todos sus estantes y habitantes».
El nuevo decreto justifica la necesidad de dar «continuidad a las normas y medidas de bioseguridad para evitar la propagación de la nueva cepa de la covid-19 en el territorio» boliviano.
Con unos once millones y medio de habitantes, Bolivia acumula 11.107 fallecidos y 235.098 contagios de la enfermedad desde marzo de 2020, cuando se detectaron los primeros casos en el país.
Desde fines de diciembre, Bolivia afronta una segunda ola de la pandemia, con reportes diarios por encima de las 50 muertes y entre 1.000 a 2.000 contagios.
El ministro de Salud, Jeyson Auza, afirmó este sábado que «varios departamentos» bolivianos ya se encuentran en proceso de «desescalada» y confió en que aquello se pueda ampliar a todo el país siempre que se mantengan medidas como el uso de mascarillas, la distancia física y el lavado de manos.
«Si es que mantenemos las medidas de bioseguridad y somos disciplinados podríamos afirmar que estamos en un proceso de desescalada y estamos superando este segundo brote sin la aplicación de ninguna cuarentena», manifestó Auza a los medios en la región sureña de Chuquisaca.
La autoridad recomendó a la población mantener estos cuidados durante los festivos de carnaval que se extenderán hasta el próximo martes, aunque sin las habituales celebraciones masivas por la pandemia.
ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN
La estrategia del Gobierno de Luis Arce para afrontar esta segunda ola de contagios incluye la aplicación de pruebas masivas, la compra de vacunas y la coordinación con los Gobiernos subnacionales, descartando reponer la cuarentena rígida que se aplicó en 2020 como lo exigen sectores como el personal de la salud.
El Ejecutivo boliviano considera que la solución a la pandemia es la inmunización que en una primera instancia se aplicó al personal de la salud.
Hasta el momento, más de 10.000 trabajadores sanitarios recibieron la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V, según Auza.
Bolivia también espera antes de fin de mes el arribo de 500.000 dosis de la vacuna del laboratorio chino Sinopharm, que permitirán «concluir» la inmunización del personal de salud e iniciar el proceso con «los grupos con factores de riesgo», explicó el ministro de Salud.
También se aguarda la llegada de vacunas de Pfizer y AstraZeneca-Oxford gestionadas a través del mecanismo Covax de Naciones Unidas «a partir del 15 de febrero», pero sin «una fecha específica», indicó Auza.
Además se adquirieron 5,2 millones de dosis de la vacuna Sputnik V y otros 5 millones de la producida por AstraZeneca y Oxford que llegarán a partir de marzo y abril, respectivamente. EFE
