La Paz, 1 dic (EFE).- El Gobierno de Bolivia anunció este miércoles la creación de una nueva empresa encargada de la administración y control de los aeropuertos del país con el fin de impedir que una huelga sindical amenace la operación de vuelos nacionales e internacionales.
En una rueda de prensa en La Paz, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, anunció «la decisión de suprimir» la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) y crear mediante decreto «una nueva empresa» Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol).
La determinación fue tomada la pasada medianoche mediante la emisión de un decreto supremo «ante los anuncios de los trabajadores» de la Federación Nacional de Trabajadores de la Administración de Aeropuertos (Fenta-Aasana) de impedir desde esta jornada los vuelos nacionales e internacionales, dijo Montaño.
Los trabajadores de Aasana iniciaron el pasado lunes las protestas en regiones como Santa Cruz y este martes pasado instalaron una huelga de hambre demandando el pago de salarios atrasados y la destitución de la directora de la entidad, Arminda Choque, a la que acusaron por falta de eficiencia administrativa.
El ministro sostuvo que la medida se aplica tras «haber hecho todos los esfuerzos posibles» para atender las demandas de los trabajadores y tras considerar que la protesta «pone en riesgo las operaciones del transporte aéreo».
«Se garantizan los vuelos del día de hoy, de toda la semana y de todo el mes», remarcó.
PLAN DE CONTINGENCIA
Montaño sostuvo que inmediatamente después de la emisión del decreto de supresión de Aasana se aplica un «plan de contingencia» para garantizar el funcionamiento normal de todos los aeropuertos, algo que no ha tenido sobresaltos.
«Hemos emitido las notas hacia las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Gobierno (Interior) para que resguarden todas las instalaciones de aeropuertos que tiene Bolivia, la decisión es firme», remarcó.
Justamente aeropuertos como el de Viru Viru de Santa Cruz, el más importante del país, amanecieron con el resguardo de la Policía para evitar la toma de sus instalaciones, tanto en la terminal aérea como en los márgenes de la pista de vuelo.
Este cambio de Aasana a la creación de Naabol implica una «nueva administración», la emisión de unas 228 designaciones de personal técnico «que están a cargo del funcionamiento de los aeropuertos» con un 30 % de incremento salarial y la liquidación de los trabajadores de la empresa disuelta, dijo Montaño.
«Vemos que es un atropello», «vamos a hacer el repliegue de nuestros trabajadores hacia los puntos de huelga de hambre», «nos han mentido de frente», declaró el dirigente Edgar Aliaga a medios locales luego de conocer la determinación del Gobierno.
También los familiares de los ahora extrabajadores anunciaron que se sumarán a las protestas en defensa de sus fuentes laborales.
UN CONFLICTO ACUMULADO
Las tensiones entre los trabajadores de Aasana y el Gobierno boliviano se mantuvieron pese a que en agosto pasado las partes firmaron un acuerdo y el cese de medidas de presión previas de cara a una restructuración de la empresa pública.
Montaño señaló este miércoles que se entregaron unos 11,9 millones de dólares para la reestructuración, que debían jubilarse a unos 222 trabajadores, pero que en realidad hubo «falta de cumplimiento a los convenios» sumada la demanda por el pago de horas extras que no tiene «ninguna explicación valedera».
Según el Gobierno, en la vieja empresa los «gastos son más elevados que los ingresos», tiene una alta deuda contraída y personal «supernumerario», que son aspectos que impiden que su funcionamiento continúe pese a los intentos realizados.