Santiago de Chile, 19 oct (EFE).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo este miércoles que «respetará la voluntad expresada en el Congreso», que la semana pasada aprobó el Acuerdo Transpacífico, conocido como TPP11, cuya promulgación y entrada en vigor aún está pendiente.
«Respetamos la voluntad expresada en el Congreso. Más allá de que yo voté en contra (cuando era diputado) y tuvimos reparos, la conversación se ha actualizado, el escenario ha cambiado», reconoció el mandatario en un foro de agricultores.
El acuerdo, apuntó, «no es el mismo que discutimos en 2018» porque Estados Unidos se retiró y se han incorporado «varios aspectos que propuso Canadá».
Considerado el tercer acuerdo comercial más grande del mundo, el TPP11 busca eliminar o reducir barreras arancelarias en 11 países miembros (Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) y abarca un mercado de casi 500 millones de personas, lo que representa el 13 % del PIB mundial.
El tratado sustituyó al original TPP, en el que estaba Estados Unidos hasta que el expresidente Donald Trump anunció su retirada al poco de tomar posesión en 2017.
Quienes lo defienden resaltan que abre la puerta a la exportación sin aranceles de más de 3.000 «líneas arancelarias» (subproductos) y que generará ingresos anuales para Chile de 1.200 millones de dólares.
Para sus detractores, el tratado atenta contra la soberanía económica de los países y otorga a las trasnacionales derechos a demandar a los Estados en instancias arbitrales internacionales.
La discusión en Chile estuvo cargada de polémica y una de las coaliciones oficialista, Apruebo Dignidad, con la que Boric ganó las elecciones, está en contra del tratado, especialmente por el mecanismo de resolución de conflictos.
El Gobierno chileno ha dicho en varias ocasiones que está negociando con los otros países del acuerdo eximirse de esa cláusula y que una vez lo consiga se promulgará el pacto.
«Hemos sostenido algunas preocupaciones respecto a los mecanismos de resolución de controversias en línea con lo que se está planteando en el mundo (…) pero nosotros vamos a respetar la voluntad democrática del congreso y no quiero dejar lugar a dudas», zanjó Boric, en el poder desde marzo.
Este mismo miércoles, diputados del oficialismo e independientes impulsaron un requerimiento en el Tribunal Constitucional (TC) para “invalidar” el proceso de tramitación del tratado internacional en el Congreso.
En caso de que el TC validara el requerimiento, el proceso de aprobación del TPP11 en el Parlamento quedaría anulado. El Ejecutivo ha puesto en duda que los parlamentarios estén dentro del plazo que establece el Alto Tribunal para presentar un requerimiento.