Río de Janeiro, 10 mar (EFE).- Brasil generó 155.178 nuevos empleos formales en enero de este año pese a las dificultades que amenazan con desacelerar la economía en 2022, como la elevada inflación, los altos intereses y la incertidumbre política por las elecciones de octubre próximo, informó este jueves el Gobierno.
El saldo positivo en la generación de puestos de trabajo con todas las garantías laborales previstas en ley fue resultado de la diferencia entre 1.777.646 contrataciones en enero y 1.622.468 despidos, según los datos divulgados por el Ministerio de Trabajo.
El resultado de enero contrastó con el mal desempeño de diciembre pasado, cuando el país eliminó 281.792 puestos de trabajo formales.
La generación de empleo en enero, sin embargo, fue inferior a la del mismo mes del año pasado, cuando Brasil abrió 254.323 nuevos puestos de trabajo formales.
Según las estadísticas del Registro General de Empleados y Desempleados (Caged) del Ministerio de Trabajo, 40.833.533 brasileños contaban con empleo formal en enero, el segundo mayor saldo para este mes desde que la estadística comenzó a ser medida con sus actuales criterios en 2010.
Ese número supera tanto el de diciembre del año pasado (40,7 millones) como el de enero de 2021 (38,2 millones).
Brasil llegó a contar con 41.123.711 empleos formales en enero de 2015, es decir antes de que el país sufriera una recesión histórica que se prolongó por dos años y que provocó una caída de casi siete puntos porcentuales en el Producto Interior Bruto (PIB).
La creación de nuevos puestos de trabajo refleja la mejoría del mercado laboral impulsada precisamente por el crecimiento del PIB brasileño el año pasado, del 4,6 %, su mayor expansión en los últimos 11 años, que compensó la retracción sufrida en 2020, del 3,9 %, la mayor en 24 años y resultado de la crisis económica generada por la pandemia de la covid.
En 2021, según el Ministerio de Trabajo, Brasil generó 2,74 millones de nuevos empleos formales.
La recuperación económica permitió que la tasa de desempleo en Brasil cayera desde casi un 15 % en abril hasta el 11,1 % en el último trimestre de 2021, su menor nivel en dos años.
Pero, pese a esa recuperación, la economía brasileña viene enfrentando en los últimos meses varias dificultades, como la elevada inflación, que fue del 10,06 % en 2021, la mayor desde 2015, y las altas tasas de interés, actualmente del 10,75 % anual, su mayor nivel desde abril de 2017.
Los economistas ya prevén una fuerte desaceleración económica en 2022, para cuando esperan un crecimiento de sólo el 0,4 %.
La llegada a Brasil de la variante ómicron de la covid, que elevó los casos a niveles récord, la escasez de componentes en los mercados internacionales y la incertidumbre electoral afectaron los sectores productivos en enero, principalmente el industrial, y pusieron en duda la capacidad de Brasil para seguir generando nuevos empleos formales.
En enero, sin embargo, solo el sector comercial eliminó puestos de trabajo formales (-60.088), ya que el de servicios generó 102.026 nuevos empleos, la industria 51.419, la construcción 36.809 y la agropecuaria 25.104.