Río de Janeiro, 16 mar (EFE).- La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), mayor centro de investigación médica de Latinoamérica y vinculada al Ministerio de Salud de Brasil, minimizó este martes los posibles riesgos generados por la vacuna anticovid del laboratorio AstraZeneca y descartó suspender la vacunación en el país.
Así lo afirmó Nisia Trindade, presidenta de Fiocruz, laboratorio que tiene los derechos para producir esta vacuna en Brasil y ya comenzó a fabricar las 222 millones dosis del mismo que le encomendó el Gobierno, en un pronunciamiento ante la Comisión Externa de Enfrentamiento a la Covid-19 de la Cámara de Diputados.
La funcionaria afirmó que la decisión de algunos países europeos de suspender provisionalmente la vacunación con el antídoto desarrollado por la farmacéutica anglo-sueca y la Universidad de Oxford fue por cautela pero que todavía no hay evidencias de que su uso pueda tener efectos colaterales, como trombosis o embolia pulmonar.
«Es muy importante decir que esa suspensión forma parte de la cautela que hay que tener con todas las vacunas y aclarar que tanto la agencia reguladora europea (EPA) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomiendan que se suspenda la vacunación», dijo la especialista.
«Pero son cautelas de los países, que naturalmente tienen que ser respetadas», agregó Trindade, quien destacó los nuevos pronunciamientos hechos este mismo martes por EPA y OMS para que se mantenga la vacunación.
La presidenta de la Fiocruz citó que hasta ahora 17 millones de personas han sido vacunadas con el producto de AstraZeneca tan sólo en la Unión Europea y el Reino Unido, y que los problemas que provocaron la suspensión fueron mínimos y aún no existe evidencia de que estén relacionados a la inmunización.
«No hay evidencia de riesgo aumentado, bien sea para trombosis o para embolia pulmonar. Los eventos relatados son en menor número de lo que sería observado en los grupos que normalmente tienen esos problemas independientemente de la vacunación», agregó.
REGULADOR EUROPEO TAMBIÉN PIDE MANTENER LA VACUNACIÓN
En una intervención virtual, la directora de la EMA, Emer Cooke, afirmó que el regulador europeo no aprecia «vínculos» de la vacuna de AstraZeneca con la aparición de algunos casos de trombosis y embolias y que el organismo sigue «firmemente convencido» de que sus «beneficios» en combatir la covid-19 superan «los riesgos».
Agregó que no se dudará en tomar medidas si los expertos detectan en su investigación algún problema «que no pueda resolverse», aunque, de momento, no se ha encontrado «evidencia» que sugiera que este fármaco cause directamente problemas de coagulación sanguínea en los pacientes vacunados.
Varios países europeos, entre los cuales Alemania, España, Francia e Italia, suspendieron por precaución el uso de esta vacuna en sus campañas de forma temporal, a la espera de que la EMA concluya su investigación científica sobre la existencia de un vínculo causal con los casos de trombos y embolias reportados por diferentes autoridades.
El Gobierno de Brasil ya confirmó la compra de 222,4 millones de dosis de esta vacuna, de nombre Covishield, y hasta febrero había recibido cuatro millones.
Para marzo se esperan otras 3,8 millones de dosis, pero ya producidas en el país por Fiocruz, así como 2,9 millones de vacunas de la misma marca facilitadas por la plataforma global Covax Facility.
El viernes pasado entró en operación en la Fiocruz una segunda línea de producción que permitirá incrementar la capacidad de fabricación del antídoto. La expectativa, según la Fundación, es «llegar a fin de mes (marzo) con una producción de alrededor de un millón de dosis al día».
El antídoto de AstraZeneca obtuvo el viernes 12 de marzo el registro definitivo como vacuna contra la covid en el país.
La vacuna ya había sido aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) para su uso de emergencia, pero ahora fue autorizado su uso a gran escala al considerar que presentó «resultados de eficacia y seguridad robustos».
El Gobierno apostó inicialmente en la vacuna de AstraZeneca pero esta estrategia tuvo que ser revaluada posteriormente cuando vio que no era posible iniciar el plan de vacunación con lo esperado por un solo laboratorio.
Brasil ha usado hasta ahora las vacunas de AstraZeneca y la del laboratorio chino Sinovac, pero ya firmó acuerdos para recibir las de otros laboratorios, como Pfizer, Moderna, Sputnik V y Covaxim.
En una rueda de prensa este lunes, el ministro saliente de Salud de Brasil, Eduardo Pazuello, afirmó que el Gobierno ya contrató 500 millones de vacunas tan sólo para este año y que toda la población brasileña estará inmunizada a finales de 2021.
Brasil es actualmente el epicentro global de la pandemia de la covid y el segundo país en el mundo con más muertes, cerca de 280.000, y con más contagios, unos 11,5 millones, superado tan sólo por Estados Unidos.