Ciudad de México, 2 dic (EFE).- Un grupo de agentes mexicanos allanó el hotel El Pez, en Tulum, en un operativo armado que terminó en el desalojo de 18 estadounidenses y el decomiso de bienes privados, según una denuncia compartida este jueves con Efe.
La operación, realizada el 1 de octubre, involucró a elementos que parecían «paramilitares fuertemente armados» porque traían el rostro cubierto sin identificación oficial y removieron «a la fuerza» a los huéspedes y trabajadores «a punta de pistola», según el Grupo Colibrí Boutique Hotels.
Los elementos se identificaron después como policías estatales de élite que trabajan para la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo, por lo que se trató de un allanamiento auspiciado por el Gobierno en un hotel privado, indicó la denuncia.
«Mismos actos que resultan ilegales, inconstitucionales e inconvencionales, y violatorios de los Derechos Humanos y Garantías Individuales de la parte quejosa consagradas en los Artículos 1º, 14 y 16 de la Constitución», establece el recurso de amparo compartido a Efe.
La denuncia ocurre mientras Quintana Roo, estado del Caribe mexicano, afronta una crisis de inseguridad, como refleja un reciente tiroteo en Tulum que dejó dos turistas extranjeras muertas y tres heridos en octubre por un supuesto enfrentamiento entre organizaciones criminales.
Esta semana inició la operación de un «batallón de seguridad turística» que contará con casi 1.500 agentes de la Guardia Nacional para atender como prioridad los municipios de Benito Juárez (Cancún), Solidaridad y Tulum.
Pero el Grupo Colibrí Boutique Hotels denunció que mientras su hotel estaba resguardado por las autoridades, hubo saqueos de muebles y vehículos tipo todo terreno (ATVs, por sus siglas en inglés).
Ante los presuntos abusos de autoridad y el involucramiento de ciudadanos estadounidense, el grupo hotelero ha anunciado que llevará el caso a Washington.
«La situación es extremadamente inusual porque no hay un título (de propiedad) en disputa y porque una fuerza policial de élite altamente entrenada y controlada por el Estado se usó para tomar posesión a la fuerza a las 3.00 horas (8.00 GMT) para desalojar a ciudadanos estadounidenses y trabajadores», denunció John Kendall, dueño del Grupo Colibrí Boutique Hotels.
Kendall, quien es ciudadano estadounidense, ha exigido a la FGE que explique las razones por las que han confiscado propiedad del hotel, que las autoridades llevan 60 días sin devolver.
«Esperamos que el sistema legal apoye nuestras peticiones para que se regresen nuestras pertenencias a la brevedad, pues este evento no puede resistir el escrutinio legal al que será sujeto por el sistema federal de justicia, que a lo largo de los años hemos encontrado incorruptible», expuso.