Brasilia, 29 sep (EFE).- El Banco Central de Brasil elevó hasta el 2,7 % la previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) del país para este año, frente al 1,7 % proyectado en junio pasado, según un informe divulgado este jueves.
El órgano emisor indicó que la evolución de los indicadores macroeconómicos y «el efecto esperado de los estímulos fiscales recientemente aprobados sugieren que el tercer trimestre debe ser más positivo que lo esperado anteriormente».
La nueva proyección coincide con la del Gobierno, que también espera una expansión del PIB del 2,7 % para 2022, y es ligeramente superior a la del mercado financiero, que espera un salto del 2,67 %.
Para 2023, el Banco Central recortó el crecimiento hasta el 1,0 % debido a la «esperada desaceleración global» y los «impactos acumulados de la política monetaria doméstica», que ha elevado los tipos oficiales de interés hasta el 13,75 % para intentar frenar la alta inflación (hoy del 8,7 % interanual).
En 2023 el país estará bajo los mandos de un nuevo presidente que saldrá de las elecciones del próximo domingo, para las que el gran favorito es el exmandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien mantiene una amplia ventaja frente al actual gobernante y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, según todos los sondeos.
Sobre la inflación, el Banco Central brasileño apreció que, aunque ha registrado una caída «relevante» en los últimos tres meses, «permanece en un nivel considerablemente por encima del techo de la meta para este año», que es del 5,00 %.
Pese a ello, la expectativa de inflación para 2022 ha bajado del 8,8 % al 5,8 %, según informó anteriormente el Comité de Política Monetaria del órgano.
En este sentido, reforzó que se mantendrá «vigilante, evaluando si la estrategia de manutención de la tasa básica de intereses por periodo suficientemente prolongado será capaz de asegurar la convergencia de la inflación».
Sobre el escenario externo, apuntó que la «economía global continuó reduciendo su ritmo crecimiento en los últimos meses», fruto aún de los «efectos de la reapertura pospandemia, especialmente en los sectores de ocio y turismo».
No obstante, subrayó que «la manutención de la política de covid cero de China», «las consecuencias de la guerra en Ucrania sobre la oferta y los precios de las materias primas» y la subida generalizada del precio del dinero en diversos países deben continuar siendo «factores de riesgo importantes» en el panorama internacional. EFE
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