Lima, 2 sep (EFE).- El primer ministro de Perú, Guido Bellido, y el ministro de Economía, Pedro Francke, sustentaron este jueves ante el pleno del Congreso el proyecto de ley del presupuesto público para 2022, que asciende a 48.000 millones de dólares, se financiará con recursos ordinarios y priorizará educación, salud y agricultura.
Durante una sesión parlamentaria extraordinaria, Bellido y Francke presentaron la hoja de ruta económica del Gobierno del izquierdista Pedro Castillo (2021-2026), que la semana pasada obtuvo el voto de confianza del hemiciclo peruano.
Este proyecto de presupuesto, remitido al Legislativo para su debate y aprobación, tiene un incremento de 5,8 % en salud, de 7,9 % en educación y de 10,4 % en agricultura, y será financiado principalmente con más de 118.000 millones de soles (28.000 millones de dólares) de recursos ordinarios.
En su intervención, el primer ministro destacó la asignación de más de 35.750 millones de soles (8.600 millones de dólares) en educación, un monto que representa cerca de una quinta parte (18,2 %) del presupuesto y con el que se prevé «brindar igualdad de oportunidades, recuperar los aprendizajes y hacer posible un retorno a las clases seguro».
Indicó también que se destinarían más de 3.000 millones de soles (720 millones de dólares) para atender la emergencia sanitaria del coronavirus y subrayó la asignación de 6.160 millones (1.500 millones de dólares) «para fortalecer la competitividad de la actividad agropecuaria».
Además, Bellido detalló que para aliviar los impactos económicos de la pandemia e impulsar la reactivación, el Gobierno prevé transferir 150 millones de soles (36 millones de dólares) adicionales para ampliar la cobertura de programas sociales y enviar 483 millones (115 millones de dólares) a los gobiernos locales para crear más de 165.000 empleos temporales.
DESCENTRALIZACIÓN
En este sentido, el titular de la cartera de Economía y Finanzas destacó la descentralización de la propuesta presupuestal y mencionó que los gobiernos regionales y locales tendrán un adicional de más de 5.270 y 3.540 millones de soles (1.265 y 850 millones de dólares), respectivamente, durante su ejecución.
De hecho, los montos que se descentralizan a los gobiernos regionales y locales del país corresponden alrededor del 61 % de los más de 197.000 millones de soles del presupuesto.
Asimismo, Francke insistió en que las prioridades del presupuesto no responden necesariamente a las prioridades políticas del Gobierno de Castillo, pues aseguró que en algunos rubros «simplemente los mecanismos de impulso son distintos».
En concreto, mencionó la minería, que es el sector que concentraría el menor porcentaje del presupuesto (0,1 %) y, según él, debe potenciarse con políticas que, entre otras, promuevan la resolución de los conflictos sociales y el diálogo con los inversionistas.
RECUPERACIÓN
En su discurso, Francke resaltó que el producto interno bruto (PIB) peruano ya recuperó en junio el nivel pre-pandemia, impulsado principalmente por la inversión privada y la ejecución de grandes proyectos de infraestructura.
Mencionó también que las proyecciones de crecimiento económico para 2021 se mantienen en 10,5 % y sostuvo que Perú mantiene un nivel riesgo país «bastante bajo» respecto al conjunto de países emergentes y al resto de América Latina.
El ministro reconoció, sin embargo, que no fue una buena noticia que la agencia calificadora de riesgo Moody’s rebajara la víspera la calificación crediticia de los bonos soberanos del país, después de varias décadas y a raíz del entorno político «polarizado y fracturado».
«Ya hace meses que Moody’s había anunciado que tenía perspectiva a la baja. Ahora nos ha puesto en perspectiva estable, pensamos que podemos mantener el nivel que tenemos y ojalá en poco tiempo poder pasar a recuperarnos», auguró.