Río de Janeiro, 24 sep (EFE).- El presidente de la Comisión de Asuntos Externos del Parlamento Europeo, el alemán David McAllister, pidió este jueves que ambas partes tengan cuidado con el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea, que exigió 20 años de negociaciones, ante las posiciones críticas que vienen surgiendo.
El eurodiputado alemán dijo que considera que el acuerdo es histórico e importante para la Unión Europea y admitió que los aspectos ambientales del mismo vienen siendo debatidos con vehemencia en algunos países europeos, pero aclaró que esos cuestionamientos no son compartidos por todos los miembros de la UE.
«Fueron necesarios 20 años para negociar el acuerdo y es necesario ser muy cuidadoso ahora en el momento de ratificarlo. Tenemos que tener mucho cuidado con los detalles para no echar todo a perder», dijo McAllister en un seminario virtual organizado en Brasil.
«Hay debates en algunos países miembro, que están preocupados con percepciones sobre el desarrollo sustentable abordadas en los acuerdos. En algunos países los debates son más acalorados que en otros», agregó en su pronunciamiento en la XVII Conferencia de Seguridad Internacional del Fuerte de Copacabana, un evento que se realiza anualmente en Río de Janeiro y que por primera vez fue celebrado virtualmente.
El presidente de la Comisión de Asuntos Externos de la Eurocámara dijo que, pese a las divergencias, es necesario que el acuerdo sea ratificado por los parlamentos de los 27 países de la Unión Europea, por los 4 del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y por el propio Parlamento Europeo.
McAllister afirmó que el Parlamento Europeo está analizando de forma «muy criteriosa y rigurosa» el acuerdo y que está consultando todas las partes y analizando detalladamente las críticas, manifestadas principalmente por parlamentarios de Francia y Alemania.
El acuerdo político entre la UE y el Mercosur, anunciado en junio de 2019 al término de dos décadas de negociaciones, depende de su ratificación en los parlamentos para entrar en vigor.
TEMOR A QUE ACUERDO AGRAVE DEFORESTACIÓN DE AMAZONÍA
Los Gobiernos de algunos países, como Francia y Países Bajos, se han mostrado reticentes a apoyar la ratificación con el argumento de que la apertura del mercado europeo para productos agrícolas del Mercosur puede aumentar la deforestación en la Amazonía.
Estos países han criticado especialmente la gestión ambiental del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y han exigido que el líder ultraderechista se comprometa con políticas de preservación de la Amazonía y con el cumplimento de los compromisos del Acuerdo de París sobre cambios climáticos.
«Las relaciones entre la UE y el Mercosur están en el tope de nuestra agenda. El acuerdo está pasando ahora por una verificación jurídica y lingüística y será presentado a comienzos de 2021. Y, si todo ocurre bien, el Parlamento Europeo podrá aprobarlo en 2021», dijo McAllister.
«Desde mi punto de vista, ese acuerdo es histórico. No sólo en el área económica, sino también política. Ponerlo en marcha haría con que la Unión Europea quedase por delante de Estados Unidos y de China en cuanto a acuerdos comerciales mundiales y contribuiría para la consolidación de los vínculos entre nuestros dos continentes», aseguró el parlamentario europeo en su defensa del acuerdo.
El legislador admitió que no siempre la Unión Europea y el Mercosur tienen el mismo punto de vista en torno a los cambios climáticos, pero alegó que pueden buscar consensos y cooperar.
«El clima es un área en la que los países de Latinoamérica no sólo pueden ofrecer contribuciones para reducir las emisiones contaminantes, sino también ejercer un papel de liderazgo», afirmó.
La última amenaza a la ratificación del acuerdo la manifestó Francia la semana pasada al reiterar su rechazo al pacto por motivos medioambientales y exigirle a los países del Mercosur más protección para la Amazonía y un mayor compromiso con el Acuerdo de París.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya había amenazado con vetarlo en agosto de 2019 cuando los incendios de la Amazonía, provocados en su mayoría por la deforestación, generaron indignación mundial.
En respuesta al Gobierno francés, la Cancillería brasileña alegó en un extenso comunicado que la no aprobación del acuerdo puede ser contraproducente y agravar las problemáticas ambientales en el Mercosur y la deforestación en la Amazonía.
«La no entrada en vigor del acuerdo enviaría un mensaje negativo y establecería un claro desincentivo a los esfuerzos del país por fortalecer aún más su legislación ambiental», aseguró la nota.